El colombiano Jackson Martínez recupera la sonrisa a base de grandes actuaciones en el Portimonense luso, donde ha vuelto a competir al máximo nivel como lo hizo en las filas del Porto, precisamente su rival del sábado en un encuentro de la liga portuguesa.
Tras un infructuoso paso por el Atlético de Madrid y por el fútbol chino, Jackson, de 32 años, se ha convertido en la máxima referencia ofensiva del conjunto de la ciudad de Portimão (sur de Portugal), club en el que milita cedido esta temporada procedente del Guangzhou Evergrande chino.
Su importancia se traduce en ocho goles y tres asistencias en los 23 partidos que ha disputado, un tanto más que en las últimas tres campañas a nivel de clubes (tres en el Atlético de Madrid y cuatro con el Guangzhou).
Bien lo agradece el plantel entrenado por António Folha, que actualmente ocupa la décima posición de la Liga NOS con 32 puntos.
Lejos todavía de su mejor versión, "Chachachá" -como es apodado futbolísticamente- vuelve a dar destellos de aquel futbolista que se convirtió en una de las referencias ofensivas en Europa.
Con un rol menos de área, el colombiano ha adaptado su juego en un Portimonense que trata de superar la baja del nipón Shoja Nakajima, que salió en el mercado invernal para enrolarse en el fútbol catarí.
Jackson ha abandonado el área para desahogar el juego de su equipo. Su prominente físico, con 1,85 metros de estatura, es un arma recurrente, y es frecuente verle más cerca del centro del campo para ayudar a la salida de balón.
Sin embargo, el punta no pierde su instinto depredador, y mantiene sus condiciones de delantero centro nato. Siete de sus ocho tantos han sido en situaciones de un solo remate.
El fútbol luso sigue ligado a las buenas actuaciones del "nueve". Inolvidable para Jackson la ovación brindada por la afición de los "Dragones" en el encuentro de ida, cuando el público del Porto aplaudió a uno de sus ídolos al ser sustituido en el minuto 74.
No es para menos, con 92 goles en 136 partidos con la elástica azul y blanca, los registros del ariete superan los de su compatriota Radamel Falcao, otra leyenda reciente en la historia del equipo portuense.
Unos credenciales que le valieron para convertirse en el máximo goleador de la competición lusa durante las tres temporadas que se enfundó la camiseta del Porto.
Tras su salida en 2015, el combinado entrenado ahora por Sérgio Conceição ha buscado una referencia ofensiva que nutra de goles al equipo.
Jugadores de la talla de los españoles Adrián López o Alberto Bueno no pudieron seguir la estela del colombiano. Tampoco el coreano Suk Hyun-jun, fichado tras despuntar en el Vitória de Setúbal.
Solo las primeras temporadas del camerunés Vincent Aboubakar y la actual dupla del Porto, Soares-Marega, han conseguido suplir la ausencia de un delantero de garantías.
Será nuevamente una cita especial para el ariete, que desde su segundo desembarco en el fútbol luso, ya ha portado el brazalete de capitán en dos ocasiones con el Portimonense.
Su jerarquía e importancia dentro del vestuario también se extrapola en el verde, ya que el jugador ha marcado el 21% de los goles del equipo.
El renacer del natural de Quibdó podría ser recompensada con una nueva llamada del equipo nacional, con el que ha disputado hasta la fecha un total de 41 encuentros con una marca de diez goles.
La designación del portugués Carlos Queiroz como nuevo seleccionador cafetero podría abrir un nuevo horizonte en la trayectoria deportiva del futbolista.
Su última actuación con la selección "paisa" data de noviembre de 2015 frente a Chile y anotó su último gol en la Copa del Mundo de Brasil 2014, tras marcar un doblete ante Japón.