Benfica ha renovado su plantel de cara a la temporada 2020/21 con una apuesta interesante en jugadores de muchísima proyección acompañada por la contratación del entrenador Jorge Jesús.
El técnico firmó en julio por dos temporadas con el club de Lisboa, regresando así a las Águilas luego de cinco años y tras haber dirigido durante poco más de 12 meses al Flamengo con el que obtuvo cinco títulos (entre ellos la Copa Libertadores 2019).
Con el arribo de Jorge Jesús, el Benfica confirmaba su salto de calidad en la plantilla, a la cual ya había realizado dos importantes incorporaciones en el primer semestre del año: el 2 de enero se oficializaba la llegada del alemán de 24 años Julian Weigl (por quien en su momento estuvieron interesados el Barcelona y el PSG) y el doce de marzo quien se sumó fue el brasileño Pedrinho nacido en 1998.
A estos dos futbolistas (de ambos se espera que puedan llegar a ser referencias mundiales en próximas temporadas), se le han sumado el ocho de agosto Gilberto, lateral de 27 años proveniente de Fluminense, y el arquero Helton Leite, quien llega desde el Boavista de Brasil.
Cuatro días más tarde el Benfica también oficializaba las llegadas del experimentado zaguero belga Jan Vertonghen y el atacante alemán Luca Waldschmidt (quien llevará la camiseta número ‘10’). Y el 14 de agosto quien posaba con la número ‘7’ del club de Lisboa era el brasileño ‘Cebolinha’ Éverton Sousa Soares, campeón de la Copa América 2019 y campeón de la Copa Libertadores 2017 con Grémio.
Puede que no llame la atención dichas incorporaciones. Algunas parecen responder al modelo económico del fútbol de Portugal, donde los clubes son muchas veces la primera parada de figuras latinoamericanas que luego pasarán a otro mercado más importante (y con ello las instituciones portuguesas se ven favorecidas por su inicial apuesta económica y deportiva).
Evidentemente el caso de Vertonghen no responde a esta cuestión. El ex zaguero del Tottenham de 33 años disputó los últimos dos mundiales con la selección de Bélgica (en Rusia 2018 llegó a las semifinales) e intentará aportar desde su experiencia.
E incluso las incorporaciones de los alemanes de 24 años Waldschmidt y Weigl también parecen ser una apuesta más deportiva a corto plazo que una económica a mediano o largo. Por el primero, se pagaron 15 millones de euros al Friburgo (el contrato es de cinco años con una cláusula de 88 millones) ganándole la pulseada al Chelsea, también interesado en el futbolista.
Por Weigl, que llegó desde el Borussia Dortmund, se desembolsaron 20 millones según afirman distintos medios europeos. El volante central intentará reencontrar su mejor forma futbolística (lograda en las temporadas 15/16 y 16/17 donde se lo comparaba con Sergio Busquets) luego de romperse el tobillo derecho en mayo del 2017.
Por el brasileño Everton se pagaron también 20 millones de euros (contrato hasta 2025 con cláusula de salida de 150 millones) pero desde Brasil confiaban en que el veloz puntero de 24 años ya estaba preparado para mercados más importantes.
Además de que no es tan habitual que los futbolistas alemanes lleguen a una liga como la portuguesa o que Everton tal vez ya tuviese edad para ir directamente a otro grande de Europa, Benfica se interesó en este mercado de pases por Edinson Cavani para reafirmar este ambicioso proyecto deportivo.
La negativa del delantero uruguayo de 33 años (que había finalizado contrato con el PSG francés) obligó a las Águilas a buscar otro atacante y, combinando su visión en el potencial de los jugadores con la enorme cantidad de dinero que dispone actualmente, contrató a Darwin Núñez del Almería de España.
El también nacido en Uruguay llega al Benfica convirtiéndose en el fichaje más caro de la historia del club portugués y en la cifra récord de traspaso para la Segunda División de España: más de 24 millones de euros es lo recibido por el equipo español.
Núñez nació en el departamento uruguayo de Artigas en junio de 1999, participó del Sudamericano y del Mundial sub 20 del 2019, y debutó en la selección mayor de Uruguay en octubre de ese año.
De esta manera, el delantero que viene de convertir 16 goles en la pasada temporada se suma al proyecto del Benfica y, sin considerar al volante Weigl que llegó en enero, se transforma en la séptima incorporación en el actual mercado de pases. La gran apuesta del club portugués hace imposible afirmar que su plantel está cerrado y que no habrá alguna otra llegada para potenciar aún más al equipo.