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Pablo Tostado, el futbolista que fue víctima de su apellido en Chivas y Tigres

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Pablo Tostado sobre su declive tras el Mundial Sub-17: 'No me retiré, me retiraron' (2:46)

El campeón mundial en 2011 confesó su sentir por los vínculos con el narcotráfico de los que fue parte en su etapa como futbolista. (2:46)

El padre de Pablo Zamudio estuvo acusado por presuntos delitos de secuestro y narcotráfico, razón que pesó para el desarrollo de su carrera

Pablo Tostado fue campeón del mundo Sub-17 con México en el 2011, año en el que Chivas lo ascendió al primer equipo. Lo tenía todo, sus sueños se hacían realidad, pero las mieles del éxito solo duraron dos meses. Su único pecado: apellidarse Tostado.

Su padre, Pablo Tostado Zamudio, estuvo acusado por presuntos delitos de secuestro y narcotráfico hasta que, de acuerdo a reportes, se ahorcó en una celda en Culiacán en el 2012, misma forma en la que murió el abuelo del exfutbolista en el 2009, pero en una cárcel de Durango.

“Me pesó (el apellido) tanto en Chivas como en Tigres, porque en Tigres me dieron la espalda. Yo creo que me pesó, toda mi carrera me pesó. Después del Mundial, toda mi carrera se fue abajo, más que nada, por el apellido”, declaró Tostado en entrevista para ESPN Digital.

Tostado fue titular en aquella final del Mundial Sub-17 en la que México se impuso a Uruguay en el Estadio Azteca. Chivas lo premió con un ascenso al primer equipo, luego de que estuvo en Tercera División. Sin embargo, el historial de su familia paterna, y el futbol, le dio su primer revés en septiembre del 2011, dos meses después que estuvo en lo más alto del futbol de su categoría.

“Dicen que familiar mío, mi papá, es procedente de esto, de lo otro, de actos que al club no le convienen ellos me dicen a mí, ’ya se investigó esto, esto y esto. A lo mejor tú no tienes nada qué ver, pero de todas maneras estás fuera’. A mí me cayó como balde de agua, porque yo dije ‘si yo estoy haciendo una historia yo, no sé por qué tiene que afectarme a mí una cosa que no tengo nada qué ver’”, declaró Tostado en entrevista a ESPN Digital.

Rafael Ortega fue el encargado de darle la noticia en una de las canchas de Verde Valle. El directivo admitió que era una injusticia, pero era una “orden de arriba”. Finiquitaron al jugador y lo dejaron libre, pero antes de eso le dijeron que el comunicado a los medios de comunicación diría que fue dado de baja porque no quiso estudiar, pues era una versión que no “afectaría” a las dos partes.

“Era lo que le convenía al club y se supone que lo que me ‘convenía’ a mí, pero a mí en nada me favoreció porque siento que, desde entonces, la carrera mía fue hacía abajo. Me tacharon de que no iba a la escuela. Siendo que en realidad nosotros teníamos concentraciones de dos meses, de tres meses, hasta de cuatro meses. Las mismas asistencias que yo tenía, eran las mismas que tenían mis compañeros que estaban en selección.”, exclamó Tostado desde su casa en Culiacán, Sinaloa, de donde es oriundo.

“Me dio sentimiento y me dio mucho coraje que me hayan corrido de esa manera, por la puerta de atrás porque siento que no lo merecía”, son las palabras del exjugador que tiene marcada la forma en la que los medios de comunicación lo tacharon de burro, sin poder dar su versión.

Tigres dio segundo revés y golpe fulminante a su carrera

Chivas despidió a Pablo Tostado a mitad del Apertura 2011, pero de inmediato firmó un contrato con Tigres ante la presión de su representante, quien lo convenció de era la mejor opción por los antecedentes de su salida del Guadalajara. Sin embargo, a los pocos días se arrepintió de haberse inclinado por los felinos.

“Sale la nota y a las horas, o los minutos, empiezo a recibir llamadas de equipo fulano, equipo mengano, equipo zutano. ‘Ven para acá, aquí está un contrato de Primera División, se te va a dar la oportunidad’, o sea se me abrieron muchas puertas, pero ya estaba firmado. Yo ya no podía”.

Tigres lo registró para el Clausura 2012 y entrenaba con el primer equipo que comandaba Ricardo Ferretti, pero todo cambió en febrero del 2012 con la muerte de su padre. Le dieron días para que acudiera al funeral. También le ofrecieron un psicólogo, pero Tostado lo rechazó. Terminó ese semestre y los felinos le avisaron que saldría de préstamo.

“Me dicen ‘te vamos a mandar a un equipo, para que agarres juego’ y es cuando salgo. Sentí que, en lugar de tener el apoyo, al contrario, fue que ‘esta persona ya está manchada, ya está esto, ya está aquello. Vamos a ver cómo le vamos a hacer para abrirla’”.

Su salida de Tigres lo llevó a otro calvario. Estuvo prestado un año con Correcaminos. Intentó regresar al conjunto de Nuevo León, pero la respuesta fue: “búscate un equipo, el préstamo es gratis”. Ya sin representante, consigue la oportunidad de ir a Querétaro, pero los felinos, contrario a lo que habían dicho, pidieron dinero a cambio, situación que lo alejó de los Gallos.

Con el tiempo encima, por el cierre de la ventana de fichajes, decide aceptar ir a un equipo de Segunda División en Cancún, con el acuerdo de que Tigres se haría cargo del 50 por ciento del salario, pero una semana después declinó, pues la directiva de su nuevo equipo le anunció: “Tigres no se va a hacer responsable de la otra mitad, pero queremos que te quedes”.

Lesión de rodilla y negativa de Tigres acerca de su carta lo retiraron

Tostado pasó los últimos años como futbolista los vivió entre Murciélagos e Irapuato, pero siempre amarrado a Tigres, equipo al que en repetidas ocasiones le pidió su carta para poder negociar con otros equipos, pero nunca se la dieron, ni lo apoyaron cuando se lesionó a inicios del 2016 cuando estaba en la Primera A con la escuadra de Sinaloa.

Murciélagos no quiere hacerse responsable de la operación. Hablo a Tigres, ‘no me quieren operar, yo pertenezco a ti, opérame o ayúdame’ y Tigres me dice que no, que ellos tampoco se van a ser cargo porque no me lesione con ellos”.

Pablo decide retirarse, pero comienza la rehabilitación de su lesión y seis meses después se le presenta la oportunidad de hacer pretemporada con Dorados de Primera A. El Gran Pez le pide la carta para registrarlo y se encuentra con una nueva y última negativa de Tigres.

“Voy a Tigres, cuando llego allá ‘ya no estoy jugando, dame mi carta, para ver qué puedo hacer’ y me dijeron que no, que de todas maneras no me van a dar la carta. Dorados me dice que no puede hacer nada y ahí es cuando me retiro".

Frustración fue el sentimiento que invadió a Tostado cuando decidió terminar con su carrera: “siento que no me retiré, me retiraron”. Con ayuda de su mamá, siempre buscó escribir una historia diferente a la de su familia paterna con la que tuvo una relación “distante durante su infancia.

Ahora, a sus 26 años de edad, Pablo, ya como padre de familia, ha dejado atrás esos resentimientos. No guarda rencor e incluso se dice agradecido. El futbol sigue como parte importante de su vida, sigue de cerca la Liga MX y, a pesar de que no se ha operado la rodilla, juega como mínimo dos veces por semana a nivel amateur.

“A lo mejor no quisiera que ni mis hijos pasaran lo que pasé, eso de que me perjudicara el apellido. Yo creo que eso ya está olvidado, es tema cerrado”.