Al empate en el Bernabéu respondió el Barça goleando en el Sánchez Pizjuán a un Sevilla que quiso pero no pudo plantar cara a un rival brillante y contundente.

El Barcelona enlazó en el Sánchez Pizjuán su tercera victoria en LaLiga, algo que no sucedía desde que consiguió cuatro victorias en octubre e inicios de noviembre, y olvidó la depresión. El Sevilla quiso, pero el Barça pudo, liderado por el gol inicial de Robert Lewandowski, la presteza de Fermín López, antes de ser expulsado, el latigazo de Raphinha y el oportunismo de Eric García. Demasiado para el equipo andaluz que debió aceptar el 1-4 final.

Una nueva victoria azulgrana ante el Sevilla, que no le derrota en LaLiga desde octubre de 2015 y que solo lo hizo cuatro veces, contra 34 derrotas, desde que comenzó el siglo XXI. Y una victoria, esta, que respondió al empate en el derbi madrileño para apretar como no podía esperarse hace apenas tres semanas la cabeza de la clasificación, cuando, tras empatar en Getafe el equipo de Hansi Flick, el Real Madrid se escapaba a siete puntos, que eran cinco en el caso del Atlético Madrid.

"LaLiga, el título, no se decide hasta las últimas ocho jornadas", solía decir Luis Aragonés, venerado y llorado entrenador que antes de hacer historia en la selección conoció, muy bien, qué es y cómo se desarrolla el campeonato español. O al menos como lo hacía antaño, en un pasado que parecieron romper a golpe de dominio absoluto los dos grandes y que, de alguna manera, parece regresar ahora.

"LaLiga no se gana en diciembre... Pero sí puede perderse" avisaba por su parte Johan Cruyff, advirtiendo la necesidad de no fallar más de lo deseable... Algo que hizo el Barça, enlazando una racha terrible en diciembre, precisamente, y que casi le echó de la pelea. Pero lo que hoy te favorece mañana te perjudicará, y los puntos que se dejó el equipo azulgrana entonces se los devolvió el Madrid en dos jornadas, sumando solo uno de los seis puntos en disputa para que LaLiga esté tan y tan viva al comenzar febrero.

En el Sánchez Pizjuán pasó de todo y como de todo se aprende, el Barça aprendió, o eso pareció, a congelar el ánimo cuando enfocó la media hora final en inferioridad por la expulsión, justa a lo visto, de Fermín y sentenciada por el VAR.

Antes, el canterano, apenas entró en el campo tras el descanso, le devolvió con un golazo la ventaja al Barça que Ruben Vargas había anulado en la primera mitad justo después del 0-1 de Lewandowski. El Sevilla le quiso plantar cara al Barça y se estrelló contra un excelente Wojciech Szczesny antes de que en la segunda mitad le sentenciara el mejor fútbol, calidad y acierto de un rival que acabó goleándole.

LaLiga está apretada como nunca se esperó. El Barça ha vuelto... y habrá que ver la respuesta de los tres aspirantes.