Otra vez. Como ayer, como siempre, los uruguayos se vuelven a sentir identificados con una Selección. Los Juveniles Sub-20, que quedaron a un punto de coronarse campeones en el Sudamericano Juvenil que se disputa en Colombia, son el símbolo viviente de una forma de sentir el fútbol: a la uruguaya. Se podrá jugar bien o mal, pero los números revelan cosas.
La Selección Sub-20 de Uruguay, cada vez que arrancó perdiendo un partido, dio vuelta el resultado. O en su defecto, lo igualó, como contra Ecuador en la fase de grupos. Jamás lo perdió.
Por si fuera poco, ganó cuatro partidos con goles marcados en los últimos 15 minutos, tres de ellos con el detalle de que se jugaron en la altura de Bogotá.
Luego de tener libre en la primera fecha, Uruguay arrancó el Grupo B del Sudamericano con sendos triunfos 3-0 ante Chile y Venezuela. En la cuarta jornada Bolivia puso a prueba a la Celeste. El elenco verde se puso en ventaja a los 5 minutos a través de un penal. Así se fueron al descanso. En el complemento el equipo que conduce técnicamente Marcelo Broli dio vuelta el partido. A los 68 minutos de juego lo igualó con gol de Álvaro Rodríguez y en los últimos 10’ marcó tres goles más.
En la fecha siguiente, última de la fase de grupos, Ecuador se puso en ventaja a los 13 minutos, pero dos minutos más tarde, Chagas decretó el empate con el que terminó el encuentro.
EN LA HORA Y EN LA ALTURA
La ronda final del Sudamericano Sub-20 cuenta con una complejidad extra: se juega en la altura de Bogotá. El calendario le marcó a Uruguay debutar ante la Selección local de Colombia.
El equipo de Broli ganó con un gol convertido por el defensa González a 12 minutos del final del partido. Allí saltó a la vista otro detalle que tienen los equipos uruguayos: la agonía del cierre. Con un rival empujado por su público, el equipo charrúa defendió el resultado con el golero Randall Rodríguez respondiendo con buenas intervenciones.
En la segunda fecha del hexagonal final, el rival fue Ecuador, y otra vez la Celeste arrancó perdiendo. Sin embargo, a cinco minutos del final del partido un gol de Luciano Rodríguez le dio el triunfo a los juveniles uruguayos.
En la tercera jornada Uruguay vencía a Venezuela cuando la Vinotinto llegó al empate mediante un penal. Lejos de sentir el impacto, un minuto después Álvaro Rodríguez volvió a poner a la Celeste en ventaja, que terminó goleando 4-1 y clasificando al Mundial de Indonesia.
A una fecha del cierre del campeonato llegó otro triunfo agónico, el 1-0 ante Paraguay conseguido a cinco minutos del final con un golazo de tiro libre de Luciano Rodríguez.
El técnico Marcelo Broli también se suma al colectivo. Tiene el perfil bajo con el que se identifican los habitantes de esta tierra. Humilde y silencioso.
Al margen de los números, los juveniles celestes salieron siempre a ser protagonistas. El equipo se caracteriza por presionar alto, tener intensidad, sociedades de juego y generar desequilibrio cuando sus individualidades juegan el uno contra uno.
La personalidad, reflejada en la estadística, es otro aspecto elocuente. El domingo Uruguay cierra el campeonato ante Brasil. Con un empate le alcanza para ser campeón. Pero al margen del resultado final, la Sub-20 Celeste logró tener empatía con la gente que se siente representada por un equipo que juegan bien, no se rinde, gana de atrás y sabe sufrir cuando hay que obtener un resultado apelando a la épica de los uruguayos.