El juego fue detenido por primera vez al minuto 89 cuando el compromiso ya estaba 3-0 en favor de Estados Unidos
La semifinal de la Concacaf Nations League entre Estados Unidos y México se detuvo al minuto 89 porque apareció el grito discriminatorio, por lo que el árbitro central mandó a los dos conjuntos al centro del campo en lo que el sonido local advirtió a la afición que se dio cita en el Allegiant Stadium.
A pesar del aviso de las autoridades, la afición en el estadio de Las Vegas repitió el grito discriminatorio y que ha perseguido la FIFA y ha acarreado diversas sanciones a la Selección Mexicana.
Luego de unos minutos en los que el juego entró en pausa, la afición repitió el grito discriminatorio debido a la goleada 3-0 de los estadounidenses sobre el Tricolor.
Las pantallas del estadio mostraron un mensaje para advertir a toda la afición los pasos a seguir en el protocolo que la Concacaf estableció en estos casos, pero pese a todo, la afición mexicana no cedió ante la desesperación por ver a su combinado caer.
Si bien el árbitro reanudó el juego y decidió que se agregaran 12 minutos, no dudó en terminarlo cinco minutos antes de lo previsto, esto luego que la afición siguió con el grito discriminatorio en el estadio.
Incluso, Matt Turner, portero de los Estados Unidos, mostró su enfado y frustración con la afición, luego que tuvo que sacar dos veces de meta y el público comenzó a preparar el reclamo hacia la exhibición del Tricolor dirigido por Diego Cocca.
Además del marcador adverso, uno de los puntos clave que contribuyeron al enfado de la afición fueron dos conatos de bronca en el terreno de juego. El primero entre César Montes y Jorge Sánchez con Weston McKennie, mientras que el segundo entre Sergiño Dest y Gerardo Arteaga.
Al final, el cuadro de Estados Unidos se impuso 3-0 con un doblete de Christian Pulisic y un gol más de Ricardo Pepi. México, por su parte, no tuvo respuesta ofensiva y ni Henry Martín ni Santiago Giménez tuvieron opciones de gol.