LOS ÁNGELES -- Huidizo, Gerardo 'Tata' Martino ha dado sólo respuestas incorrectas a una pregunta puntualmente correcta: ¿Por qué no convoca a Javier Hernández? Y de ahí, al escrutinio.
En su libro El Inspector de Ruinas, la francesa Elsa Troilet escribió que “el silencio es como el viento: atiza los grandes malentendidos y sólo extingue los pequeños”. Eso hace el silencio de Martino sobre el tema Chicharito: aviva la hoguera de las especulaciones.
En tiempos de frugalidad, con Raúl Jiménez haciendo rehabilitación en el limbo de la incertidumbre sobre su futuro, Gerardo Martino ha salido de caza con balas de salva: Alan Pulido y Henry Martín. Sin un '9', el Tri juega con diez.
Por lo pronto, el Tata tiene sus esperanzas puestas en La Bella Durmiente. En agosto de 2020 buscó al representante de Rogelio Funes Mori. Le pidió que informara al jugador que su fotografía tiene, no una veladora encendida, sino un retablo completo.
Pero, Funes Mori, desde que marcó el 3 de abril de 2021 ¡ante San Luis!, y 11 juegos después con Rayados, no ha podido alborotar la red, ni en Liga ni en Concachampions. Véase pues: Funes-ta y Mori-bunda, la pólvora del Mellizo.
La Bella Durmiente sigue en coma desde que ese 3 de abril igualó en 121 goles la marca del referente chileno con Monterrey, Humberto Suazo. Obsesionado con superar al chileno, ha dejado ir claras y numerosas posibilidades de gol. La Maldición del Chupete.
Ya con su carta de naturalización como mexicano, Funes Mori espera acudir a una Copa del Mundo, “mi mayor sueño”, un objetivo que, él mismo lo acepta, no podría cumplir con la selección argentina.
“Mi sueño siempre fue el de jugar en la selección de mi país, porque soy argentino, pero tenemos muchos jugadores top y es difícil, aunque también siento que no me han dado la oportunidad como a tantos otros. Siento un gran cariño por la gente de México y la verdad es que me gustaría representarlos en una selección. Vamos a ver, pero sí, me interesa”, declaró Funes Mori a La Nación, en entrevista con Diego Borinsky, en septiembre de 2020.
En esa misma charla, Funes Mori revela que sólo quedaría una garita por sortear, pero es un trámite que, por antecedentes en las ventanillas de FIFA, generalmente complacientes, sería fácil de sortear.
“Había algo que impedía la chance de jugar por México: el hecho de haber disputado un Sudamericano Sub 20 por Argentina, más allá de un amistoso con la selección mayor de (Alejandro) Sabella contra Brasil, pero eso se iba a ajustar. Así que estamos viendo si se puede dar”, explicaba el Mellizo.
Por otro lado, convocatorias van y convocatorias vienen. En el casillero de delanteros han borrado todo vestigio de quien es el goleador histórico del Tri (52), y en este momento de la MLS: Javier Hernández, con siete tantos.
La promesa de Tata Martino, al tomar al Tri, exuda entre las contradicciones: “Llamaré sólo a los jugadores que se encuentren en su mejor momento”. Funes Mori regresará de vacaciones apenas, mientras Hernández está en plena competencia, con la Copa Oro por arrancar el 10 de julio. Uno apenas entra al taller, el otro ya domina la pista.
Funes Mori no anota desde el 3 de abril, pero, Chicharito suma ya dos partidos consecutivos sin gol, porque, además, le han montado un cerco los adversarios, a veces de hasta tres hombres, cuando aparece en el área.
¿En dónde hay mejores defensivas? Es evidente que en la Liga MX, donde el Mellizo confronta la rispidez propia de zagueros sudamericanos. ¿La MLS? En su mayoría, defensas bobalicones, lentos, que otorgan tiempo y espacio, tanto, como para que Zlatan Ibrahimovic se fuera de una liga que hizo añicos y que le aburría. Entre bostezo y bostezo, anotaba cuando le daba la gana.
Pero, yendo a lo medular del tema, ¿por qué Martino mantiene el veto sobre Javier Hernández y por qué la FMF lo respalda totalmente? Motivos sobran a ambas partes. Y el rencor, lo último que pierde, es la memoria.
EL TOUR DE LA LASCIVIA…
México había goleado a Estados Unidos (3-0) en un amistoso en Nueva York en el MetLife Stadium, el 6 de septiembre de 2019. Al día siguiente, vendría tiempo libre para el equipo. Javier Hernández estaba al frente de la excursión lúdica con Guillermo Ochoa, Héctor Moreno, Miguel Layún y Marco Fabián.
Todos ellos acudieron a un 'brunch' en el bar discoteca Lavo. Ahí permanecieron alrededor de seis horas. “Nada de alcohol”, asegurarían después algunos de esos jugadores mexicanos, respecto a esa larga estadía en un sitio, donde normalmente acuden faldas cortas y escotes largos.
El Tata Martino quiso protegerlos, diciendo que “era su tiempo libre” y el mismo argumento usó Gerardo Torrado, director de selecciones nacionales, en declaraciones que con el tiempo se convirtieron en un arma de dos filos. La lengua propia –a veces–, es un arma de suicidio lento.
“Ellos tenían la tarde libre, y ellos nos cuentan que a partir de las 16:00 horas estuvieron en un café bar. Y en la cena llegaron a tiempo, así que no incumplieron con ningún horario en la concentración", saltó Torrado, como en sus épocas de jugador, a robar el balón de las intrigas, aunque con algunas inexactitudes en los horarios.
Después, fotografías, videos, mensajes de texto, exhibirían y ratificarían los acercamientos de los aventurados y venturosos seleccionados mexicanos con algunas damiselas, a dos de las cuales invitaron con las concesiones propias, a vivir intensamente la gira del Tri, que tendría como destino San Antonio, Texas, donde enfrentarían a Argentina.
Las modelos aceptaron. Eros, es inquieto y se alebresta fácilmente. La mexicana Keyla Caputo y la argentina María del Mar Molar recibieron boletos de avión en primera clase y el hospedaje en el mismo hotel donde recaló el Tri, apenas a unos metros del escenario de la cruenta e histórica Batalla de El Álamo.
Argentina goleó por 4-0 a México. Tres de esos goles, obra de Lautaro Martínez. Más allá de los errores de Néstor Araujo y Carlos Salcedo, quedó en evidencia que dos de los asistentes al brunch, Miguel Layún y Guillermo Ochoa, podrían haber hecho algo más. Chicharito y Moreno se quedaron en la banca. Marco Fabián entró de cambio.
Dos semanas después, Andrés Mateos, miembro del staff del Tri, fue despedido. Según investigaciones ordenadas por Yon de Luisa, presidente de la FMF, Mateos había sido el facilitador o alcahuete o el cupido asignado para cuidar los detalles y la logística en el tour amoroso de las señoritas Caputo y Molar. “que nada les falte”, había sido la recomendación.
Tras ser despedido, Andrés Mateos pidió a los jugadores involucrados en el affaire que intercedieran por él y que asumieran su responsabilidad. Ninguno accedió.
Aunque al principio Gerardo Martino había minimizado los hechos, días después aceptaría que se sentía traicionado por la confianza puesta en los cinco donjuanes.
"Esos temas se tratan de confianza. En la medida que uno establece una relación de confianza, es mucho más fácil tener una forma de convivir menos estricta, con algunos momentos de esparcimiento que deben tener, y evidentemente el tema del brunch en Estados Unidos nos hace retroceder un poco en esta cuestión de la confianza", explicó Martino ante los medios.
Por su parte, Yon de Luisa, presidente de la FMF, también enfatizó el efecto perjudicial de esa escapada en diversas entrevistas.
“Fue un incidente en tiempo libre. Como lo comenté con el Tata, la realidad es que, aun cuando fue en su tiempo libre, y no rompieron el reglamento porque todos llegaron a la cena y llegaron en buen estado, estuvieron listos para la competencia, la realidad es que no sumó, fue un incidente que no sumó, nos desconcentró y, cuando te pones a cuestionar los famosos para qué y los por qué, en realidad, son cosas que no nos deben de pasar”, comentó en su momento De Luisa.
Algunos de los participantes en el brunch hablaron individual y directamente con El Tata. Le ofrecieron disculpas y fueron nuevamente convocados. Sólo Layún reaccionó públicamente, acusando de traidores y de haberle dado una puñalada por la espalda y retándolos a que le dieran la cara, si se atrevían, para disculparse.
Al final, sólo Javier Hernández se ha mantenido imperturbable. No se disculpó por su indisciplina ni por copatrocinar, según fuentes allegadas al Tri, el viaje de las modelos mencionadas, la mexicana Keyla Caputo y la argentina María del Mar Molar.
ANTECEDENTES…
Ya durante la Copa del Mundo Rusia 2018, Javier Hernández había generado una revuelta al interior del Tri. Aprovechando la victoria sobre Alemania (1-0), había emplazado a los dirigentes del Tri y de la FMF a negociar detalles de los acuerdos de los seleccionados.
Llamada aquella “la rebelión de las divas rubias”, porque quienes apoyaban más de cerca a Chicharito, junto con él, decidieron decolorarse el cabello con tono platinado, tenía, esa sublevación, como objetivo, que los ingresos por patrocinadores se derramaran también hacia los futbolistas, así como perder menos tiempo en anuncios institucionales, promociones y entrevistas con los medios dueños de los derechos.
A Chicharito se le pidió que no forzara situaciones en pleno Mundial, sino que, después de la competencia, se sentaran a negociar, para evitar distracciones y erosiones dentro del grupo. Los directivos estaban de acuerdo en el fondo, pero no en la forma, y menos en pleno certamen, que hacía sentir la gestión como un escenario de chantaje.
Aquello generó resquemores en Yon de Luisa, quien había decidido no convocar a los involucrados, una orden que incluyó el interinato en el que estuvo Ricardo Ferretti, según lo reconoció él mismo. La indicación era “no a los europeos”, por el desacato en pleno Mundial.
Al llegar Gerardo Martino, se le citaron los antecedentes. Se le hicieron advertencias, en especial, del efecto incómodo de Chicharito al interior del grupo, pero, el técnico argentino, coherentemente, decidió sacar sus propias conclusiones y no por experiencias ajenas.
Desde el interior del Tri, se ha reportado que Javier Hernández decidió formar su grupo, con especial deferencia a los más experimentados y especialmente los europeos.
“Hoy, el grupo está muy unido. Eso se nota en la cancha. Podrá jugarse bien o mal, pero hay una gran solidaridad, y lo que menos quiere Martino es que alguien venga a crear problemas”, explica gente allegada a la selección.
Por otro lado, si Martino ha citado a futbolistas que evidentemente no le aportan soluciones, como Henry Martín y Alan Pulido, la inevitable pregunta es si el aparentemente redimido, reconstruido, resucitado Javier Hernández merece una nueva oportunidad.
El mismo futbol le ha dado nuevas oportunidades a Martino, después de esos dos pasajes, que él mismo llama desastrosos, y que aún lleva a cuestas, como fueron sus gestiones con Argentina y el Barcelona, donde tuvo al mejor futbolista del momento, Lionel Messi.
A CUATRO PALABRAS...
Martino sólo ha puesto una condición. Chicharito sólo tiene que marcar 15 dígitos en su celular, y aceptar en privado, lo que promulga diariamente, contrito, arrepentido, en sus redes sociales.
Ahora que ha aceptado sus colosales errores (“toqué fondo”), que está, según sus peroratas, dispuesto a perdonar para ser perdonado, sólo tiene que empezar a marcar 011525556…”.
Tan simple pues que Javier Hernández, para regresar al Tri, sólo necesita marcar esos 15 dígitos y enfatizar cuatro palabras: “Me equivoqué, lo siento”. Pero, la soberbia, enmudece.
Porque hoy, además es una necesidad tripartita: Chicharito, Martino y una selección nacional, que sin un '9' genuino, juega con diez. Tres heridas que sanar pues, con un solo lengüetazo.