La victoria que obtuvo Estados Unidos contra México en el Mundial del 2002 fue para DaMarcus Beasley su mejor momento en su trayectoria como profesional
La carrera de DaMarcus Beasley (Indiana, 1982) lo ha llevado a por Alemania, Holanda, Estados Unidos, México e incluso el Manchester City previo a la irrupción de los petrodólares, pero en sus casi 20 años jugando al futbol, su momento más preciado ocurrió en un Mundial: El día que Estados Unidos eliminó a México (0-2) en Corea y Japón 2002.
El centrocampista, que llegó a disputar cuatro Mundiales con Estados Unidos, repasa su carrera, el cambio del City, la evolución del futbol mexicano y sus recuerdos, en una entrevista con Efe desde Houston, ciudad candidata a albergar la Copa del Mundo de 2026.
Pregunta: ¿Por qué sería Houston una buena sede para la Copa del Mundo?
Respuesta: He vivido siete años y medio en Houston, he visto crecer la ciudad y la he convertido en mi hogar. La cultura de Houston es la diversidad, se nota solo con ver la comida, por ejemplo. Y además es una ciudad deportiva, con muchas franquicias importantes. Los aficionados son muy pasionales. Si pensamos en traer la Copa del Mundo aquí es algo que fácilmente será un éxito.
P: ¿Qué significará para la gente?
R: Hay fútbol por todas partes en esta ciudad. Cada vez que he estado en un partido aquí, fuera de la selección o de clubes, siempre se ha llenado. Ni siquiera importa quién juega, quieren ver fútbol, es lo que les importa. Tenemos muy buenas condiciones, como que siempre hace sol (risas). Si tenemos partidos aquí será como un sueño cumplido, no solo para mí, también para los niños, que recordarán para siempre que el primer partido de un Mundial que vieron fue en su ciudad.
P: ¿Cómo ha cambiado el Manchester City desde que usted estuvo?
R: Ha cambiado completamente. Lo que lo ha cambiado es el dinero, claro. Ahora la marca Manchester City está en todo el mundo. La calidad de los jugadores ahora es increíble. Disfruto mucho viéndolos jugar y estoy muy orgulloso de mi paso por allí. Sigo siendo aficionado del City, pero hay una cosa que no ha cambiado en el club desde entonces. Cada partido sigue vendiendo todas las entradas. El apoyo de la afición no ha cambiado. Es indescriptible. Los aficionados siempre han sido leales.
Cuando compras a algunos de los mejores del mundo, lo normal es que el equipo vaya para arriba. Pero también está la mentalidad del club. Llegaron y dijeron "necesitamos a los mejores jugadores, a los mejores entrenadores, a los mejores ojeadores. Todo". Quieren ser los mejores desde lo más abajo de la pirámide hasta arriba. Hace falta mucho dinero, claro, lo ha dicho Pep, pero lo importante es la forma en que se usa.
P: ¿Es una de las Premier League más abiertas?
R: Este año va a ser muy complicado predecir quién va a ganar. Gane quien gane, va a ser un equipo increíble, solo hay que ver a los del 'top four'. Bueno, si se le puede llamar así, porque hay tantos buenos equipos que ya no creo que se pueda hablar de 'top four'. Va a estar muy apretada.
P: ¿Cómo se ha desarrollado el fútbol en México desde su paso por allí?
R: Aún veo la Liga, además como vivo en Houston puedo ir a muchos partidos. Es una liga muy divertida con jugadores muy creativos de Sudamérica. Ha crecido mucho y cada vez hay más talento joven que termina en la selección. México es un país en el que se juega muy bien al fútbol y que tiene una gran rivalidad con Estados Unidos. Me acuerdo cuando jugamos contra ellos en el Mundial de 2002. Es uno de los momentos más memorables de mi carrera. Ganar a tu mayor rival... es lo más grande. Hasta que nos ganen ellos en una Copa del Mundo, estaremos 1-0 arriba.
P: ¿Es posible que la MLS rivalice alguna vez con Europa?
R: Es complicado, porque no se puede igualar a la Champions League. La historia de equipos como el Juventus, el Manchester United... Quiero ver nuestra liga al más alto nivel, compitiendo con el Real Madrid, pero también entiendo lo difícil que es. Los chicos crecen queriendo jugar al más alto nivel y no puedes tener una Champions en América. Sería increíble que algún día los niños crezcan queriendo jugar en un equipo de aquí y no en el Real Madrid o el Barcelona.