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Gilberto Mora, el niño prodigio que se forjó en Tijuana

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La infancia de Gilberto Mora en Tijuana: la seguridad de hacer golazos (1:58)

El futbolista mostró habilidad desde los ocho años y los entrenadores disfrutaron de su calidad y carácter. (1:58)

Entrenadores que coincidieron con Gilberto Mora en Tijuana destacan la habilidad, temple y goles que el niño prodigio ya mostraba en los equipos infantiles


Gilberto Mora alzó la mano para cobrar el penal decisivo por el pase a la final a los ocho años. La confianza que mostró le dio tranquilidad al profesor Jorge Navarro, quien encontró respuestas negativas en sus tres principales candidatos para cobrar la pena máxima en una liga donde los niños eran un año más grandes que ‘Gilito’, como conocían al niño prodigio en Tijuana.

La edad no ha sido un obstáculo para Gilberto Mora: debut en Liga MX a los 16 años, debut en Selección Mexicana Mayor unos meses después y, ahora, referente de la Selección Mexicana Sub-20 que participa en el mundial de la categoría en Chile, a unas semanas de cumplir 17 años.

El menudo jugador, ante la sorpresa de su entrenador, levantó la mano, ejecutó y acertó desde el punto penal. Llevó a su equipo a la final, en una muestra la seguridad y carácter que mostraba desde los ocho años.

El futbol de Gilberto Mora se convirtió en un centro de atracción en la Unidad Deportiva Jesús Romero Manzo durante los fines de semana entre 2015 y 2018. Gil, quien recibe el mismo nombre de su padre, sorprendió con su talente innato con el balón, incluso sus partidos tenían más público que el resto por la presencia de padres de niños en equipos rivales que anhelaban tener al niño prodigio en el equipo de sus hijos.

¿Cómo fueron los inicios de Gilberto Mora en Tijuana?

Después de vivir los primeros siete años de su vida en Chiapas, Gilberto Mora llegó a Tijuana en el 2015, cuando su padre fue contratado para ser entrenador de las inferiores de Xolos. ‘Gilito’ entró al Centro de Iniciación Xoloitzcuintles (CIX); a la par, su padre también lo metió a la Liga Menor de Tijuana para que afinará detalles y a la que llegó gracias a la invitación de un amigo.

El equipo del profesor Jorge Navarro, que jugaba con la playera de Cruz Azul, fue el que le abrió las puertas a Gilberto Mora de la Liga Menor de Tijuana. El primer entrenador que tuvo fue Wilson Rivas, colombiano, quien llegó a México en el 2014 para probarse como futbolista con Dorados, pero no fue aprobado y que quedó a radicar en la ciudad fronteriza.

“Tenía un cambio de ritmo diferente a todos. Te frenaba y te arrancaba. Te regateaba dos, frenaba y otra vez la pasaba, o remataba. Siempre dije, ¿cómo con 9, 8 años rematas también con la izquierda?”, recuerda Wilson Rivas sobre su primera impresión al ver jugar a Gilberto Mora.

Wilson Rivas fue entrenador de la categoría 2008, la que pertenece a Gilberto Mora, pero su calidad hizo que Jorge Navarro, director técnico de la 2007, una categoría mayor, también pidiera a ‘Gilito’ para los partidos importantes, todo ello con permiso del padre del futbolista, quien buscaba que su hijo no jugara más de dos partidos durante la semana.

“Crecimos bastante con él en las dos categorías, de hecho, llegamos a finales cuando él participaba con nosotros. Fue un chico que nos dio, aparte de alegrías, mucha seguridad, que sí podíamos hacer las cosas”, relata Jorge Navarro.

Gilberto Mora, el amor imposible de los rivales

Durante los fines de semana entre 2015 y 2018, el futbol de Gilberto Mora se convirtió en el principal atractivo de la Unidad Deportiva Jesús Romero Manzo. En comparación al resto de los partidos, los de ‘Gilito’ tenían más público, en parte porque los padres rivales acudían con la intención de llevarlo al equipo de sus hijos.

“Varios equipos se le acercaban (a Gilberto Mora padre), pero, pues, él no se negaba, sino que él les comentaba que no quería jugar con otro equipo o no quería jugar otros torneos”, recuerda Jorge Navarro.

Gilberto Mora acostumbró a su primer público a las jugadas vistosas en las que evidenciaba su gran técnica individual, pero también sacaba aplausos desde las gradas por los golazos que solía hacer en cada fin de semana.

“Tus goles siempre son o golazos o pegan el palo porque siempre buscaba la exigencia. El gol que los de afuera queremos ver, el público”, eran las palabras que el profesor Wilson le daba a Gilberto Mora.

La primera selección de Gilberto Mora

Los regates, los goles y controles imposibles, la visión de juego fueron algunas de las cualidades que resaltan los entrenadores que gozaron de tener a Gilberto Mora en sus filas, mismas que lo llevaron a los ojos de Eduardo Olguín, el encargado de dirigir al selectivo de la Liga Menor de Tijuana.

“Era el niño que más sobresalía en los equipos pequeñitos. Era un niño que siempre tenía la pelota, no la perdía. Siempre fue un niño que sobresalió ante todos los demás”, recuerda el profesor Eduardo Olguín.

Fueron tres años los que Gilberto Mora estuvo ligado a la Liga Menor de Tijuana antes de comenzar su camino por las fuerzas básicas de Xolos. En las canchas de la Unidad Deportiva Jesús Romero Manzo quedan los recuerdos de ‘Gilito’, un niño callado, alejado del balón, pero que se transformaba adentro de la cancha, mutación que lo llevó a la Primera División y ahora al Mundial Sub-20.

“Todos los niños lo admiraban y no nada más los niños, nosotros los papás. Los papás igual asombrados. Se ganaba el respeto con solo verlo jugar, el niño sin necesidad de hablar, sin necesidad de imponer, era un niño muy calladito, muy centradito, pero que, en la cancha, pues, se transformaba”, recuerda Eduardo Olguín.