Nicolás Schiappacasse, que firmó contrato con Miramar Misiones, reveló cómo fueron sus días en la cárcel de Punta Rieles y Florida, cómo convive con la prisión domiciliaria, dijo estar en terapia con un psicólogo y reconoció que la ayuda de sus padres fue vital para salir adelante.
El jugador, en declaraciones al programa Último al Arco de Sport 890, comenzó hablando de su situación actual.
“Se me otorgó una domiciliaria que tengo que cumplir, un horario en mi casa. Entreno desde la mañana hasta las 13, que es el horario que me dan a entrenar, y luego tengo que cumplir las otras horas dentro de mi domicilio. Los días que tengo entrenamiento son seis horas por día de lunes a sábado, depende siempre del horario del entrenamiento”.
El delantero reveló que la prisión domiciliaria termina el 7 de octubre y que esta mañana firmó contrato para jugar el Clausura con Miramar Misiones ya que Sassuolo de Italia lo liberó tras el incidente que determinó que fuera a prisión.
“Ahora la verdad estoy bien, sigo tratando todo esto que me pasó con profesionales, con psicólogo, pero estoy bien y agradezco el horario que me dan y las horas que me dejan salir porque me distraigo bastante entrenando en Miramar. Fue un golpe muy duro al principio, pero estoy saliendo”.
A la hora de hablar sobre sus días en prisión expresó que: “Fue difícil porque uno no está acostumbrado al estilo de vida es bravo. Intenté mantenerme calmado, pero era difícil, y todos los días por lo menos pude hablar un poquito con mi madre y mi padre que me daban fuerza. Pero fue complicado, los primeros tres meses fueron malos. Los primeros días estuve muy depresivo y pasé por un par de problemitas que los voy manejando”.
Schiappacasse dijo que jamás sintió miedo en prisión y reveló que las autoridades de la Mutual se comunicaron con su familia para ofrecer ayuda de los psicólogos de la gremial de jugadores.
Consultado sobre la relación con los otros presos respondió: “Siempre fue buena, tanto cuando estuve en Punta de Rieles como cuando estuve en Florida. El trato fue de la mejor manera. Cuando vos estás ahí adentro no sabés qué día vas a estar libre pero siempre mantuve en la cabeza que el fútbol no lo iba a perder”.
El jugador agradeció a una persona en particular por la ayuda que le brindó en prisión.
“Ramón Gallo que es un privado de Florida que desde el momento en que entré me hizo sentir una persona más y me ayudó en lo psicológico. Tuve un gran abuelo, para mí fue como un abuelo. No lo puedo ver porque todavía no puedo ingresar a una cárcel pero sigo en comunicación y los ayudo siempre”.
Schiappacasse fue consultado sobre el accionar de Peñarol y respondió: “La relación que siempre mantuve fue buena, yo no quiero meter en esto a Peñarol con el error que me mandé yo. El error fue mío y lo asumí. Mauricio (Larriera), Cedrés y Bengoechea fueron a verme para ver cómo me sentía en lo personal, lo tomé de la mejor manera y se lo voy a agradecer siempre”.