El 2022 fue un año olvidable para Peñarol, donde no pudo repetir el gran nivel de juego ni los resultados obtenidos en el año anterior. De un comienzo auspicioso en verano, a una crisis deportiva que lo dejó lejos de competir en los tres torneos uruguayos y en la CONMEBOL Libertadores.
LOS RESULTADOS
Una de las pocas caras positivas del 2022 del aurinegro se dio en el verano, al comienzo del calendario, cuando era campeón uruguayo vigente y mantenía al cuerpo técnico que levantó el título, liderado por Mauricio Larriera. En esa pretemporada, Peñarol ganó todos sus partidos y no recibió un gol en contra, y para sumarle a ello, le ganó un clásico de verano a Nacional por 1 a 0 con gol de Ramón Arias. En el final de enero, se quedó con su único título del año, la Supercopa Uruguaya, donde venció 1 a 0 en la final a Plaza Colonia con un gol en contra en el final del tiempo extra.
La otra sonrisa importante del club en el año fue el título de la CONMEBOL Libertadores Sub-20 obtenido en Ecuador ante Independiente del Valle por penales. El equipo dirigido por Marcelo Broli se quedó con el trofeo por primera vez en la historia de la institución, e ilusionaron a los hinchas con rendimientos de algunas jóvenes perlas de la cantera que podrían llegar a brillar también en el primer equipo.
A pesar de ese empuje, el arranque del Torneo Apertura fue malo, sin lograr victorias en los primeros tres partidos, cayendo ante Fénix y Defensor Sporting y empatando con Albion. El desafío de la cuarta fecha era todavía mayor, ya que se jugaba el clásico en el estadio Campeón del Siglo, pero Peñarol logró reponerse y se quedó con la victoria por 1 a 0 con gol de penal de Pablo Ceppelini. El equipo pudo ganar también en la fecha siguiente ante Danubio, pero luego llegó una nueva racha negativa entre la actividad local y el comienzo de su andanza en la CONMBOL Libertadores.
El conjunto de Larriera tuvo algunos buenos resultados, pero le costó conseguir triunfos en la actividad internacional, donde terminó quedando eliminado del Grupo G. Finalizó en la última posición con siete puntos, y se perdió de clasificar a la CONMEBOL Sudamericana en el último instante, cuando Cerro Porteño erró un penal ante Olimpia, que hubiera marcado un empate entre los paraguayos y le hubiera dado el tercer puesto al aurinegro.
En el Apertura, Peñarol terminó en la quinta posición, a seis puntos del campeón, Liverpool, y dejando una imagen muy alejada de lo que había mostrado en 2021. Pocos días después, comenzó el Torneo Intermedio, donde no hubo ventana para realizar incorporaciones en un equipo que las necesitaba, y eso se notó en la cancha. En ese certamen, el Carbonero ganó tres partidos, empató dos y perdió otros dos, culminando a tres puntos del negriazul, que lideró su serie, y terminó cayendo en la final contra Nacional.
Antes del Clausura, Peñarol se movió para reforzar el equipo, más aún, viendo que su rival de todas las horas había fichado nada menos que a Luis Suárez. Culminadas las incorporaciones, y con el equipo listo para cambiar la cara, el Manya afrontó la primera fecha contra Fénix, donde cayó 0-1 y tras este resultado, Mauricio Larriera presentó su renuncia al cargo de entrenador. La noticia sorprendió por el momento de la decisión, y la directiva encabezada por Ignacio Ruglio intentó convencer al DT, pero finalmente dejó el puesto. Ruglio debió moverse rápido y Leonardo Ramos asumió el cargo. Ramos llegaba con el respaldo de haber sido campeón uruguayo con el club y las victorias conseguidas en sus primeros dos partidos prometían una mejora en la imagen del equipo, o al menos a nivel anímico.
En el medio, el club afrontó otro desafío, pero a nivel juvenil: la promocionada final de la Copa Intercontinental Sub-20 ante Benfica en el Estadio Centenario, donde los aurinegros cayeron por 0-1. Con un estadio lleno, los jóvenes del Manya no pudieron con una potencia mundial a nivel juvenil, pero dejaron una gran imagen. Lo negativo fue que luego muy pocos tuvieron su chance en el primer equipo en el resto del año.
A pesar del buen comienzo de Ramos, Peñarol no pudo ganar en cuatro de los siguientes cinco encuentros, incluida una durísima derrota 1-3 en el clásico en el Gran Parque Central, que derrumbó a un equipo de cara al desenlace del Campeonato Uruguayo, a pesar de que recién era la cuarta fecha del Clausura. El aurinegro terminó en la octava posición de este torneo, dejando una magra imagen en su rendimiento, y con la pesadumbre de saber que no se había podido mejorar lo del primer semestre. Para cerrar un mal año en la cancha, en la primera edición de la Copa AUF Uruguay, Peñarol estaba en semifinales y tenía la chance de rescatar algo en un 2022 muy pobre, pero fue derrotado por penales ante La Luz. Esta caída sirvió como gatillo para culminar la etapa de Leonardo Ramos al frente del equipo, que cerró con diez victorias, cuatro empates y cinco derrotas.
LOS NOMBRES
Peñarol nunca encontró los nombres que le dieran solidez y un salto de calidad a su equipo, a pesar de que, en los papeles, varias de las incorporaciones parecían sumar lo que el plantel necesitaba.
Para el Apertura llegaron Ramón Arias, Lucas Viatri, Bryan Olivera, Matías Aguirregaray, Hernán Menosse, Facundo Bonifazi y Federico Carrizo. Sus resultados no fueron los esperados, ya que se dividieron entre los que no pudieron jugar demasiado, los que no rindieron cuando lo hicieron y los que duraron solo ese magro semestre en el plantel: Carrizo se fue en junio, Olivera en julio y Arias en agosto.
De cara al Clausura, la directiva prometió refuerzos de calidad para levantar la imagen del equipo y anunció con conformidad a nombres que parecían brindar soluciones como Brian Lozano, Sebastián Cristóforo, Kevin Méndez, Yonatthan Rak, Nicolás Milesi, Pedro Milans, Billy Arce y Hernán Rivero. De todo este grupo, los único que generaron una opinión unánime de conformidad entre los hinchas fueron Rak y Milans, aunque se cuestionó por qué este último debutó recién en octubre.
El caso de Lozano fue muy particular, porque se sabía que llegaba con la necesidad de volver a Uruguay desde su salud mental, pero no pudo encontrar una tranquilidad ni tampoco su nivel en cancha, y una vez finalizado el certamen se confirmó su regreso a México.
Los casos de los extranjeros fueron los que hicieron más ruido, ya que Arce llegó como una apuesta importante y apenas jugó 70 minutos repartidos entre tres encuentros. Por su parte, Rivero cargó con ser el reemplazante de Agustín Álvarez Martínez y con la mención de los dirigentes de que iban a incorporar a un centrodelantero de jerarquía, pero el ex Wanderers no pudo marcar con la camiseta aurinegra en sus 14 partidos disputados.
El 2022 de Peñarol se cerró con la salida de Leonardo Ramos y con la llegada de Alfredo Arias al lugar de entrenador, con la que los hinchas tienen la esperanza puesta en que el nuevo DT traiga los cambios que son necesarios para devolverlo a su nivel.