¿Qué le pasa a Nacional? La pregunta invade el ambiente. El equipo tricolor desaprovechó tres oportunidades de desplazar a Peñarol del primer lugar de la Tabla Anual. Ya no conserva el cero en su arco. Perdió un largo invicto en su cancha. Se quedó sin generación de juego y a decir de su entrenador: quema la pelota en los pies.
Cuando Álvaro Gutiérrez llegó al club para reemplazar al argentino Ricardo Zielinski apeló a su impronta. El cero en el arco propio pasó a ser prioridad.
Sin embargo, en los últimos cuatro partidos Nacional recibió siete goles, a casi un promedio de dos por juego. A saber: 0-3 con Liverpool, 4-1 Plaza Colonia, 2-2 Racing y 0-1 Fénix.
Pero el tema es cómo recibió algunos goles. Liverpool lo tomó mal parado en el segundo gol que le anotó en Belvedere donde Napoli definió solo. Racing le anotó dos goles con centros. En el segundo perdieron la marca de Bueno que recibió solo en el segundo palo. Y el fin de semana contra Fénix, Ocampo recibió la pelota solo en el área. Cuando Polenta y Noguera lo vieron a sus espaldas y pretendieron reaccionar, ya era tarde.
El propio entrenador lo reconoció en la conferencia de prensa al manifestar: “A veces no salía el buen juego, pero éramos sólidos en defensa, terminábamos ganando y teníamos la posibilidad de elegir otras herramientas”.
SIN GENERACIÓN DE JUEGO
La generación de juego es todo un tema en Nacional. El técnico juega con un doble cinco y tres volantes por delante para acompañar a un delantero que es referencia de área.
Desde su llegada, Gutiérrez apeló a Gastón Pereiro y Franco Fagúndez como generadores de juego. La dupla duró tres partidos: River (3-0), Peñarol (0-2) y Danubio (0-0). Al cuarto encuentro, ante Fénix, el DT metió mano incluyendo a Diego Zabala en lugar de Fagúndez.
La salida de Pereiro -que volvió a Cagliari- despejó definitivamente el camino para que Zabala se quedara con el puesto. Se transformó en el generador de juego más importante jugando por dentro, con Camilo Cándido y Federico Martínez por las bandas.
Con esa fórmula, Nacional goleó a Plaza Colonia. Pero al siguiente partido, frente a Racing en el Centenario, Zabala salió lesionado a los dos minutos. El DT puso en su lugar a Manuel Monzeglio, jugador que puede asumir el rol pero que tiene características diferentes a las de Zabala. El encuentro terminó 2 a 2.
De cara al siguiente juego frente a Fénix en el Parque Central, Gutiérrez se quedó sin Camilo Cándido -que emigró a Brasil- y fue sustituido por Alfonso Trezza. Además, volvió a poner en la oncena titular a Fagúndez en lugar del lesionado Zabala.
Pero Nacional no pudo disimular las bajas y adoleció la generación de juego como lo dijo el propio entrenador: “La preocupación es la que me he llevado en otros partidos. La falta de circuitos y de claridad para llegar al arco rival”.
Al técnico se le preguntó por la opción de jugar con doble 9, pero la descartó diciendo: “A mí me gusta jugar con un delantero porque me gusta poner más jugadores en el armado. Si se nos complica generar así, imaginate con dos centrodelanteros, nos limitaríamos a tirar pelotazos para arriba. No tenemos laterales que vayan y vengan constantemente, carrileros con perfil para llegar al fondo y poner la pelota al área, por eso trato de poner a uno de armado para poder llegar con más claridad, pero no nos está pasando, hay que trabajar más”.
Otro aspecto es que Nacional se quedó sin jugadores que puedan sacar la pelota limpia desde el fondo, por lo que recurre permanente a saltear líneas con pelotas largas. Un tema que no pudo resolver desde la partida de Felipe Carballo a Gremio.
Gutiérrez lo reconoció diciendo: “Me preocupa lo que vi en cancha porque ya lo había visto antes. Necesitamos mejorar en juego, que no nos queme la pelota, tener personalidad para jugar, sacar la pelota mejor jugada del fondo. No encontramos rendimientos parejos en todos los puestos y no encontramos un buen funcionamiento de equipo”.
NO SE SUBIÓ AL TREN
En lo que va del campeonato Nacional contó con tres oportunidades de desplazar a su eterno rival Peñarol del primer lugar de la Tabla Anual. Pero desaprovechó las tres.
La primera fue ante Cerro, posteriormente contra Racing, y la última frente a Fénix. Cada vez que el Bolso debió trepar al tren que lo llevara a la cima de la tabla, no lo hizo. Lo dejó pasar.
A todo esto se suma el hecho de que el pasado fin de semana Nacional perdió un largo invicto en su cancha. Los tricolores no perdían en el Parque Central desde el 6 de febrero de 2022 cuando Deportivo Maldonado le ganó 3 a 2. Como dijo su técnico, Álvaro Gutiérrez, el momento del equipo es preocupante.