Sebastián Eguren: "La conexión con mi viejo fue Nacional y el fútbol"

En la nota exclusiva realizada en el Estadio Centenario de Montevideo, Eguren señaló que su primer recuerdo en el legendario escenario es la final de la Libertadores de 1988, donde el 26 de octubre el Tricolor venció 3 a 0 a Newell’s Old Boys y se consagró por tercera vez campeón de América.

“Fue la primera vez que vine al Estadio con mi viejo, y Nacional salía campeón de América con los goles de Pinocho (Vargas), del Vasco (Santiago Ostolaza, el ‘gran ídolo’ de Eguren) y del Hugo (De León). Estábamos en la Tribuna América, mi viejo se gastó unos mangos seguramente; nos trajo a mí y a mi hermana, esa fue la primera vez que vine, ese es mi recuerdo imborrable”, subrayó quien con la Selección Uruguaya jugó el Mundial de Sudáfrica 2010 y ganó la Copa América de Argentina 2011.

Eguren, quien nació el ocho de enero de 1981, relató que de niño ya había visto in situ otros partidos, pero en otras canchas: “Al estadio no había venido nunca, increíble porque Nacional jugaba en el Centenario, pero a mi viejo le encantaba ir a las canchas chicas e íbamos a ver una cantidad de fútbol en la cancha de Miramar Misiones, Central Español, Villa Española… Íbamos a las canchas chicas a ver otros clubes inclusive, pero al estadio fue mi primera vez”.

Luego destacó: “Con mi viejo la conexión fue el fútbol, fue Nacional y el fútbol por lo que después jugué. Obviamente que en algunas otras cosas tuvimos contacto, pero realmente fue con el fútbol, por lo que él sentía, por lo que yo pude vivir con él y sobre todo compartir; fue mayormente nuestro gran vínculo”.

Y mantiene en su memoria aquella final de 1988: “Me acuerdo de todo: de los papelitos picados, de la llegada a la cancha, hasta del chorizo que nos comimos. Me acuerdo que cuando le dieron la Copa a Hugo de León mi viejo estaba emocionado, por primera vez con siete años vi que mi viejo estaba lagrimeando”.

El no a Peñarol y la CONMEBOL Libertadores 2003

Eguren hizo las formativas y debutó en Primera en Wanderers, etapa donde fue clave el entrenador Daniel Carreño, y generó el interés tanto de Nacional como de Peñarol por contratarlo.

En una noche de enero de 2003, mientras se jugaba el Sudamericano Sub 20 en Uruguay, el representante Gonzalo Madrid le comunicó a Eguren que ya estaba todo arreglado para que se incorporase al Manya. “Yo me quería morir. ¿Cómo le digo a mi padre?”, fue lo primero que pensó Sebastián.

El padre de Sebastián le dijo por teléfono que no esperase que hinchara por él jugando para Peñarol, pero en medio de la lluvia torrencial que caía en Montevideo el nueve de enero, golpearon a la puerta Alejandro Balbi, dirigente de Nacional, y el entrenador Carreño para preguntarle a Sebastián si quería ir a Nacional. El futbolista dijo que sí, habló con Madrid y el 25 de enero debutaba con el Tricolor en un amistoso ante Canelones del Este.

En ese mismo año, el Bolso participó de la CONMEBOL Libertadores integrando el Grupo 6 con Racing de Avellaneda, Universitario de Perú y Oriente Petrolero. Eguren jugó cinco encuentros en la fase de grupos y fue titular en la inolvidable llave por cuartos de final ante el Santos de Diego, Elano, Robinho y Ricardo Oliveira.

“Fue hermoso; más allá que perdimos, hicimos una Copa Libertadores buena y una serie con Santos extraordinaria, primero terminando 4 a 4 en el Centenario con el gol de Benoit”, comenzó recordando Eguren.

La revancha se jugó en Villa Belmiro, Santos se puso en ventaja con tanto de Ricardo Oliveira, el Bolso empató con un golazo de chilena de Eguren y lo dio vuelta con un sensacional tiro libre de Fabián O'Neill.

“Viví uno de los momentos que más recuerdo en Nacional, que le puedo mostrar a mis hijos. Además que fue el gol de chilena allá y un partidazo jugando con O'Neill, que fue el mejor futbolista con el que jugué, con el respeto que merecen Luis (Suárez), Edinson (Cavani), Diego Forlán y todos los que se me escapan. Para mí fue el mejor”, subrayó Eguren.

Y afirmó: “Haber hecho ese gol significó muchísimo; además, ese momento era un momento jodido como futbolista de Nacional e hizo que la gente se acercara un poquito más a mí y yo también a Nacional. Y me di cuenta de lo que significa la camiseta de Nacional cuando uno va a enfrentarse a situaciones difíciles como jugar con Boca, River, Santos, Palmeiras, Corinthians…”

“La historia te impulsa, como te impulsa la de la Selección Nacional. Eso quiere decir que hubo otros en la misma circunstancia que nosotros, futbolistas de Nacional, que se enfrentaron a situaciones difíciles y pudieron. Eso, el saber que alguien pudo estando en tu mismo lugar, te impulsa. Y eso es el impulso que estemos los futbolistas y entrenadores del fútbol uruguayo: más allá de cualquier carencia, la historia por lo general nos termina impulsando por lo menos a intentarlo y querer lograrlo”, comentó.

Santos, que sería finalista de esa Copa cayendo en la última instancia ante Boca Juniors, pudo igualar 2 a 2 en el complemento, vencer por penales y clasificar a los octavos de final.

De todas maneras, esa llave ante Santos es una de las más recordadas por el pueblo tricolor, por el sensacional empate 4 a 4 en la ida, por el gol de chilena de Eguren y por la calidad mostrada por O'Neill.

El exfutbolista contó en ESPN otra curiosa historia de aquella revancha jugada en Brasil: “Tengo el recuerdo y la anécdota de que nos rompieron el bus llegando al estadio. Quedamos en el medio de la hinchada, rompieron todos los vidrios y volaban las latitas para adentro, cortaron creo que a Benoit y a Gustavo Munúa también, y O'Neill saca la cabeza y dice ‘Ahora me hicieron enojar, ahora Fabiancito va a jugar más que nunca’. Y fue tal cual, porque jugó más que nunca”.

Tras jugar también la edición 2004 de la Copa y luego de su paso por el fútbol europeo, Eguren vivió años más tarde una segunda etapa en Nacional disputando la Libertadores 2016, donde el Bolso quedó eliminado en Cuartos de final al caer en la definición por penales ante Boca en La Bombonera.