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Ruglio, presidente de Peñarol, se molestó por el juez que le pusieron a Nacional y volvió a atacar a los árbitros

Ignacio Ruglio, presidente de Peñarol Getty Images

El presidente de Peñarol, Ignacio Ruglio, se volvió a molestar con los árbitros y descargó su bronca por la designación de la terna que dirigirá el partido que Nacional jugará ante Danubio en el Parque Viera.

A través de su estado de WhatsApp, Ruglio transmitió su bronca recordando que a Nacional le volvieron a poner a Leodán González, árbitro que dirigió el clásico y estuvo envuelto en una polémica por no expulsar al tricolor Gabriel Báez por una dura entrada contra Javier Cabrera.

Como se recordará, sobre el cierre del primer tiempo del clásico de la sexta fecha del Clausura, el extremo de Peñarol, Javier Cabrera, intentó controlar la pelota cuando el lateral de Nacional, Gabriel Báez, le apoyó los tapones de su zapato derecho en el gemelo izquierdo y los bajó. De inmediato los jugadores carboneros fueron sobre Leodán González a reclamar roja directa, que el árbitro desestimó. Lo curioso del caso es que el juez ni siquiera fue llamado desde la cabina del VAR para revisar la acción.

La jugada generó malestar en Peñarol contra el árbitro principal, Leodán González, y el de VAR, Christian Ferreyra. Ambos fueron designados para el partido que jugarán este miércoles Danubio y Nacional en el Parque Viera.

Ante esto, el presidente aurinegro expresó en su estado de WhatsApp: “Los mismos árbitros que pusieron en el clásico pasado. Clásico en el que no publicaron los audios de las conversaciones entre ellos en la roja de la patada al Cangrejo (Javier Cabrera)”.

Ruglio concluyó escribiendo: “Si ganamos este Uruguayo es un milagro porque ya no les interesa nada y van a fondo. El mensaje es claro y directo y muestra que pueden hacer lo que quieran. No van a poder”.

Luego, el presidente aurinegro borró el mensaje que había publicado en los estados de WhatsApp.

El pasado 14 de noviembre el presidente aurinegro fue suspendido por el Tribunal de Ética, por sus críticas a los árbitros, con 60 días de inhabilitación para ingresar a los estadios.