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Peñarol y su ¿mala suerte? con los cambios de número de camiseta

A lo largo de la historia, varios jugadores aurinegros cambiaron de camiseta ante una nueva temporada, pero luego algunos regresaron a su dorsal original. 1950foto

Varios jugadores de Peñarol han cambiado de número de camiseta a lo largo de la historia, y se recuerdan principalmente los casos ‘que no salieron bien’, encontrando los manyas más cabuleros la sensación de que el cambio de dorsal tuvo que ver en la baja del rendimiento de algunos futbolistas, siendo por ahora el ejemplo más reciente el de Leo Fernández.

¿Pero esto tiene algún fundamento constatado? ¿Es sólo el cambio de número o todo lo que eso puede significar? ¿La cábala tiene una real incidencia no en el juego, sino en lo mental?

Los ejemplos negativos más recordados en Peñarol

En un informe realizado por el periodista Wilson Méndez publicado en 2018 en Padre y Decano, se recuerda que Fernando Morena, goleador histórico del Manya, optó por cambiar de número en un partido de la década de 1970, dejando la número 9 y poniéndose la 10, pero a la hinchada aurinegra esto no le agradó y al partido siguiente Morena volvió a su camiseta habitual.

Por el Torneo Apertura 2011/12, Peñarol había empatado 0 a 0 con Cerro por la fecha 10 y entonces Marcelo Zalayeta decidió dejar su habitual número 17 y utilizar la número 9.

El cambio ‘no favoreció’ a Zalayeta, quien no le pudo convertir a Matías Castro en el partido ante Liverpool por la etapa 11 jugado en el Estadio Centenario y el Negriazul ganó 3 a 0. A la fecha siguiente, el delantero carbonero volvió a la 17, pero su fortuna no mejoró: el Manya perdió 2 a 1 con Wanderers y Zalayeta fue expulsado, por lo que se perdió el clásico ante Nacional de la etapa 13.

En el Apertura 2018, Fabián Estoyanoff decidió usar la 10 que había dejado Gastón Rodríguez en la tercera fecha, pero el Carbonero empató 1 a 1 con Wanderers y el Lolo regresó a la número 13.

El Canario Agustín Álvarez Martínez había sido el goleador de la CONMEBOL Sudamericana 2021, marcando 10 goles y utilizando la número 19 del Manya. Para el año siguiente, el Canario se puso la 9 de Peñarol y sólo pudo marcar un gol en todo el primer semestre de 2022.

El aspecto sicológico

¿Pero de verdad pesa el cambio de camiseta? ¿Es tan importante ‘respetar’ el número con el que se tuvo un gran nivel? ¿O cuánto más hay? ¿Cuál es el peso de una cábala en un deportista?

Gabriel Gutiérrez, licenciado en sicología y técnico en programación neurolingüística, comentaba en el programa Música al Ángulo en 2018 que ‘mientras las cábalas sean disfrutables y no generen ningún inconveniente, no hay problema que el deportista las tenga’: “En este tema se debe considerar la ansiedad que vive el deportista. Hay jugadores que tienen como cábalas ‘las vendas las doblo y desdoblo yo’; ese tipo de cábalas no son dañinas y ayudan a ir conviviendo con el tiempo de la ansiedad”.

Ante demasiada ansiedad, es recomendable generar una rutina, concebida previamente y a conciencia de que ayudará a la competencia, porque el tiempo de ansiedad va a existir, y si tenemos planificado qué vamos a hacer, incluso cronológicamente una hora, dos horas, o la mañana previa o desde la noche previa a una competencia, eso ayudará mucho. Se le consulta al deportista qué es lo que lo hace sentir mejor, de qué manera duerme mejor, se puede incluir el desayuno, las rutinas de la mañana. Se van estableciendo rutinas subjetivas que parten del propio deportista, se pueden sistematizar y llegado el día de la competencia simplemente hay que ir respetando lo que ya se planificó; eso sirve mucho. El cerebro, lo dicen los neurólogos, es muy obediente, le ‘gusta’ mucho tener una rutina y se va a sintiendo bien si a las 10 tengo que hacer tal cosa, a las 11 tal otra, como que uno va sobre una vía, un riel y eso ayuda mucho, te da bastante tranquilidad. Es una manera de encarar la ansiedad con un orden”, explicó.

Ahora, además de poder considerar que un cambio de camiseta es también una modificación en la rutina, no se debe dejar pasar que también los contextos no son similares de una temporada a otra, ni siquiera de un partido a otro.

Los equipos cambian, y la presión y expectativa será mayor en una segunda temporada ante un jugador que sorprendió con su gran rendimiento.

El Canario Álvarez tenía el deseo de partir al exterior a inicios de 2022, pero el club decidió que se quedase y el nacido en San Bautista pasó a tener más presión (por sus goles en 2021 y por pasar a usar la histórica 9) y no pudo repetir el rendimiento, amén de que también el elenco aurinegro bajó su nivel colectivo.

Leonardo Fernández tuvo un excelente rendimiento en 2024, siendo goleador del Campeonato Uruguayo 2024 y figura clave en el Peñarol campeón uruguayo y semifinalista de la CONMEBOL Libertadores.

El Manya hizo un gran esfuerzo para contar con el volante para la temporada 2025 y el 15 de enero se anunció su cambio de camiseta, pasando de la 8 a la 10, dorsal que había quedado vacante tras la salida de Gastón Ramírez y que Fernández eligió porque ‘siempre fue mi sueño’.

En los primeros cinco partidos oficiales del año, Leo no pudo convertir ningún gol e incluso falló un penal ante River Plate por la quinta fecha del Torneo Apertura.

El entrenador Diego Aguirre comentó en conferencia de prensa: “Con Leo hemos tenido alguna conversación, hay que transmitirle tranquilidad. Él vivió una situación muy buena para él y para el club, pero eso genera un gran desgaste emocional, él tiene que estar tranquilo y confirmar todo lo que ha mostrado en este tiempo que estuvo con nosotros”. Y el DT del Manya agregó días más tarde: “Tiene que encontrar el gol y calmarse, por ahí hay mucha presión con él con toda la situación que vivió, por lo que hay que darle tranquilidad y apoyo para que sea el jugador que puede ser”.

Los casos positivos olvidados y los juveniles con sus cambios permanentes

En el informe citado de Padre y Decano, se mencionó que Pablo Bengoechea utilizó la 9 en 1999 en un partido contra Huracán Buceo para homenajear a Fernando Morena y pudo convertir un gol. Y también se recordó que Antonio Pacheco dejó la tradicional 8 para ponerse la 10 en la final del Torneo Apertura 1995 (Bengoechea había sido expulsado en la fecha anterior) y el Tony anotó un gol en el triunfo por 2 a 0 sobre Liverpool.

Además, los juveniles casi siempre cambian su número de camiseta en sus primeros años, dejando atrás el dorsal que habían elegido casi por descarte al incorporarse al plantel de primera división.

Por ejemplo, Brian Rodríguez debutó en el Manya con la 17 y luego pasó a usar la número 10. Facundo Pellistri utilizó la 17 de Peñarol antes de hacerse de la número 10 tras la partida de Brian al exterior.

En octubre de 2020, Pellistri fue transferido a Manchester United y el jugador que pasó a usar la 10 fue Facundo Torres, quien en sus primeros meses como jugador profesional del Manya vistió la 17 (Torres había debutado el 16 de agosto de 2020).

Y así podrían haber más casos de juveniles, aunque no es tan habitual un cambio de camiseta en jugadores más grandes. Cambio que a veces también trae consigo un rendimiento diferente, que también puede ser positivo si representa una mayor confianza en el futbolista.

Claro que no se puede explicar un cambio en el rendimiento exclusivamente por un dorsal distinto, considerando además que los niveles siempre pueden fluctuar al tratarse de personas. Pero en tanto esto llegue a afectar aunque sea mínimamente (generando una mejora o una merma) a nivel sicológico, o que esto signifique que hay una mayor confianza (por tanto una mayor presión), el cambio de número tampoco puede ser tildado con certeza de ser un detalle sin ninguna relevancia.