El delantero uruguayo Enzo Borges anunció su retiro del fútbol profesional y aceptó que la gran cuenta pendiente de su carrera fue haber jugado en Peñarol. El atacante también recordó cuáles fueron los zagueros más fuertes que enfrentó.
“Le di un cierre a mi carrera profesional. Hoy estoy jugando en Porongos de Flores. Ya lo tenía decidido hace un tiempo y quería darle un cierre a mi carrera después de tanto tiempo y todo lo vivido. Lo último fue el ascenso con Plaza Colonia en 2024; cuando terminé mi contrato con Plaza, tenía ganas de jugar la Copa OFI. Fui confirmando la decisión que tenía y la comuniqué porque es importante cerrar etapas”, expresó Borges este miércoles en Esto es fútbol (Carve Deportiva).
El nacido en Rivera en 1986 repasó sus mejores etapas: “Primero, el momento en que llegó a Perú, donde jugué cinco temporadas y encontré mi lugar en el mundo. En Uruguay había pasado desapercibido, pero en Perú pude destacar y eso hizo que Cerro Largo volviera a confiar en mí. Llegué a Perú con 29 años y empecé a cambiar la cabeza, dándole el 100% al fútbol, ahí hice el clic”.
“El 2021 en Cerro Largo y la temporada 2022 en Deportivo Maldonado fueron los años de mejor rendimiento junto con el equipo, porque a veces uno puede rendir en lo individual sin ser acompañado de lo colectivo; esto último no es tan importante, siempre resalté el conseguir los objetivos colectivos”, destacó el delantero que, a nivel profesional, primero jugó en Wanderers y Cerrito.
En 2009, partió al ascenso del fútbol brasileño; en 2013, se incorporó a Cerro Largo, pero tres meses más tarde fichó en Comerciantes de Perú, país donde también defendió a Defensor La Bocana, Juan Aurich y Deportivo Coopsol y jugó hasta fines de 2019 (en 2018, tuvo un breve paso por Nacional Potosí de Bolivia). Cerro Largo, River Plate de Asunción, Deportivo y Plaza fueron sus últimos equipos.
Los goles ante los grandes y la cuenta pendiente con Peñarol
Cuando se le preguntó qué fue lo mejor que le dio el fútbol, Borges respondió: “Ser jugador profesional no es tan fácil, haber vivido el fútbol durante casi 19 años ya es un orgullo. Lo importante del apoyo de mis padres al principio, y luego el de mi señora y de mi hija. También las amistades que se van sumando en el recorrido. Sólo con esa cuenta pendiente de ojalá haber podido jugar en un grande, pero estoy orgulloso y agradecido de todos estos años”.
“Hoy ya se puede decir que me gustaría haber jugado en Peñarol. Pude hacerle un gol a Nacional (Apertura 2013/2014) y goles en la hora a Peñarol que quedaron tan marcados en la retina de todos los hinchas de Cerro Largo y en mí”, aseguró el delantero que le convirtió tres goles al Carbonero (dos con Cerro Largo en 2021 y uno con Deportivo Maldonado en un empate 1 a 1 por el Uruguayo 2022).
“Con Cerro Largo ante Peñarol, los goles no fueron para decorar el resultado, sino que todos fueron para empatar en la hora. No lo creía cuando hago el segundo gol en el Parque Viera por la CONMEBOL Sudamericana 2021, porque había sido al mismo minuto (90+5’) del gol que le había hecho a Peñarol hacía dos meses en el Ubilla por el Campeonato Uruguayo 2020”, recordó Borges.
Y agregó aún incrédulo y entre risas: “Esos fueron dos goles de cabeza tras un centro desde la derecha y al mismo arquero. Con Kevin (Dawson) siempre hablamos, cambiamos la camiseta en ambos partidos; tenemos una buena relación y él comentaba la publicación donde anuncié mi retiro que en el historial quedó abajo (con Deportivo, el gol de Borges en 2022 también fue contra Dawson), pero son situaciones, justo se dio que estaba él en el arco”.
“Llegar a un grande es el sueño de todos los jugadores, pasar por un grande te cambia la carrera. También estoy orgulloso de la carrera que hice porque fue con mucho sacrificio y mucho apoyo de mi familia, mi señora y mi hija. Les agradezco a ellas por siempre estar ahí, me acompañaron siempre”, enfatizó.
Los zagueros más difíciles
Al ser consultado sobre los defensas más duros que debió enfrentar, Borges dijo: “Uno de los más complicados y que era fuertísimo era Fernando Machado, que en 2012/2013 estaba en Fénix. Estaba salado mal, me acuerdo que me pegó un manotazo que terminé en la emergencia terminado el partido sin ver con un ojo, estaba asustadísimo y fue un manotazo casual con la mano abierta; ahí te dabas cuenta de lo que era, si me pega en serio no sé. Fue uno de los defensas más fuertes que enfrenté”.
“Y con el que siempre se me hizo un poco difícil fue Guzmán Rodríguez desde la época en River y después él estando en Boston; es uno de los centrales que a mí siempre me gustó y siempre se me complicaba”, admitió.
E indicó sobre la lucha que tenía con los zagueros rivales: “Yo iba fuerte, pero pegar no. Era guerra; limpia, pero guerra. Sí discusiones de momento, de calentura de partido. Creo que tengo una única tarjeta roja en mi historial que es contra Liverpool, jugando para Deportivo Maldonado, y porque se me resbala la pelota y le pego sin querer con la plancha a Lemos a los 25 minutos del primer tiempo, me quería matar”.
“Pero después, siempre leal, fuerte y tratando de molestar a los defensas y sin dar pelota por perdida para que jueguen incómodos, y tratar de buscarme las ocasiones de gol y estar para finalizar las jugadas. Fueron guerras limpias”, concluyó el riverense.