Se jugó un nuevo clásico en el fútbol uruguayo con resultado favorable a Peñarol y un arbitraje cuestionado tremendamente por Nacional y la prensa en general.
Por esas cosas que pasan en el fútbol uruguayo la preocupación estaba, parece, en saber quién ganaba el primer clásico en el "Campeón del Siglo", así como importa increíblemente, quién tiene más banderas, el mejor estadio, la mejor sede. Parece no importarles que ya hace 33 y 32 años que lograron ganar sus últimas Copas Libertadores de América y que la rivalidad es solamente por ver quién gana el Apertura, el Clausura y el Uruguayo. Muy poco para clubes grandes y reconocidos en el mundo. Pero parece ser que hinchas y dirigentes se conforman con eso y teniendo presupuestos realmente importantes. Ese es el camino que han tomado los grandes hoy.
Peñarol con nuevo consejo directivo encabezado por Ignacio Ruglio, el segundo presidente más joven de la institución. Un hincha, hincha, como le gusta que lo vean. Toda su vida concurrente habitual de la tribuna Ámsterdam. Va a comandar un consejo con representantes de cuatro listas y ya está articulando todo para tratar de encaminar un barco que venía perdiendo su línea de flotación con muchísimos problemas deportivos y de los otros.
Pero podemos decir que arrancó con el pie derecho. Ganó este, su primer clásico luego del acto eleccionario y ganó la otra pulseada al lograr que su capitán "Cebolla" Rodríguez comandara a todo el plantel para definir en la Mutual de futbolistas que se otorgara la licencia anual a los futbolistas. Con esto logró que los dirigentes nuevos de Peñarol tengan más tiempo para nominar al nuevo entrenador y este a su vez comenzará a dirigir en el arranque del Clausura. Esa votación hará que muchos jugadores de otros equipos no puedan renovar contrato con sus clubes. Pero este nuevo Peñarol consiguió lo que quería, a sabiendas que su última chance de pelear el Uruguayo es ganar el Clausura y definir en finales, debiendo pelear también la participación en la Libertadores que hoy está en peligro.
Nacional anda por otro camino que también parece empedrado. En 10 días ya perdió dos de los cuatro partidos clave que tenía por delante. Primero el 2-0 en Buenos Aires y luego el clásico en el que fue perjudicado por el árbitro Giménez. Pero aún tiene cosas por delante. Define en el Parque Central la clasificación a semis de la CONMEBOL Libertadores ante River en una serie que tiene complicadísima y el domingo jugará la final del torneo Intermedio ante el Wanderers de Daniel Carreño, que desde que asumió logró una gran remontada para terminar ganando su llave. Será además una semana decisiva para el futuro de Giordano.
River es quien mejor juega en Argentina y en América. Quizá sienta el parate por la pandemia pero ningún buen jugador se olvida de jugar y la memoria colectiva a la que apela Gallardo siempre está, mientras que el domingo Giordano tendrá las bajas de Neves expulsado por la falta final a Torres y las de Rochet, Pablo García y Cartagena por la roja sacada debido al tumulto final.