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Marcelo Gallardo en Nacional: de preguntarse a qué va a venir Recoba, a ganar el campeonato de la mano del Chino

El niño mimado de Massimo Moratti decidió que era tiempo de volver. Después de muchos años en Italia, donde le regaló a los hinchas del Inter goles de antología, el Chino pegaba la vuelta.

Álvaro Alexander Recoba quería seguir jugando. ¿Dónde?, era la cuestión. Una parte de su familia pasó una vida en Danubio. El Chino también. Allí se formó y aprendió, por lo que no era de extrañar que se volviera a poner la franja en señal de agradecimiento. Pero una parte del corazón le dictaba otra cosa.

Culminada la temporada en Danubio su futuro quedó en el aire. Y Nacional, que salía del ciclo exitoso bajo la conducción de Juan Ramón Carrasco, se había quedado sin su referente de entonces. El argentino Marcelo Gallardo decidió retirarse. Fue entonces que algunos dirigentes vieron en el Chino el jugador para ocupar el rol del 10 argentino.

Sin embargo, el gerente deportivo Daniel Enríquez reveló que por aquel entonces el entrenador no era adepto a incorporar a Recoba. “Costó traerlo porque no lo quería mucho la gente. El técnico era Gallardo, me costó convencerlo, tanto que me dijo: “Dany, ¿a qué va a venir? Y le contesté: “A lo mismo que viniste vos, Marcelo. De figura”. Teníamos un buen diálogo con él. Me contestó: “¿Cuánto hace que no juega?”. Aparte lo había visto en Danubio y ahí no le había ido bien”, reveló Enríquez en nota con El Observador del 27 de junio de 2020.

El gerente deportivo de entonces agregó: “Le dije que queríamos traer a alguien que fuera positivo, líder para el grupo, que jugara 10 minutos. El Chino entra 10 minutos y te la cuelga en el ángulo. No viene para manejar el grupo. Entonces aceptó hablar. Aparte ya había negado a varios jugadores. En principio no lo quería pero en la primera charla me dijo: “Me convenció”.

LA PRIMERA CHARLA
Y justamente ese diálogo ocurrió en la casa del presidente Alarcón, donde fue citado Recoba. Cuando el jugador llegó, se encontró con que allí estaban Marcelo Gallardo y el gerente deportivo Daniel Enríquez. El Chino tomó la palabra y dijo que quería volver por gloria. Hasta que en determinado momento Gallardo, que no estaba convencido de incorporarlo al grupo, lo interrumpió. “No me digas nada más porque yo vine de la misma manera”, le dijo el Muñeco.

Hablamos cuatro o cinco palabras sobre mi manera de ser y no hizo falta más. ¿Viste cuando vos no conocés a las personas pero sabés que las conocés?”, expresó el entrenador en su libro Gallardo recargado. En los primeros días de julio de 2011 trascendió que Recoba firmaría un contrato a rendimiento.

El 8 de julio empezó a entrenar y declaró a los medios: “Sería lo máximo retirarme campeón. Pero yo vengo a jugar y a dar lo mejor de mí. No busco un equipo para retirarme. Le dije a Gallardo lo que creía que podía dar, lo que tenía ganas de hacer y que mi llegada no dependía de mí ni de los dirigentes sino de él. Le encantó mi pensamiento. Tenemos la misma edad, hay respeto entre ambos y espero dar todo de mí y aprender también”.

SACÓ LA CARA POR GALLARDO
Y vaya paradoja del destino, aquel jugador por el que Gallardo tenía dudas, terminó sacando la cara por él. En el debut ante River Plate, el Bolso perdía 0 a 2 pero en el segundo tiempo logró igualar el juego. A los 74 minutos el Muñeco llamó al Chino. El Centenario estalló. Un minuto después Recoba puso el 3 a 2. La felicidad no fue completa porque a tres minutos del final Maureen Franco puso el 3-3 definitivo.

En la segunda fecha, Nacional perdía 1-2 contra Defensor Sporting. El Chino sentado en el banco hasta que a los 69 el DT le apuntó con el dedo. Entró Recoba. El partido se moría, el Bolso perdía. Y en la hora, el Chino salvó el pellejo de Gallardo decretando el empate. El argentino explicó los motivos por los cuales el ídolo de la hinchada no era tenido en cuenta en la oncena titular.

Cuando nos juntamos a hablar sobre su posible llegada muchos se quejaban y se oponían, pero hoy lo están disfrutando. Se decía que no se podía mover, que estaba viejo y que caminaba la cancha, pero las personas que decían eso, hoy lo están disfrutando en Nacional. Si lo tuviera en un 60% para que me juegue 90 minutos, sería una gran ventaja”, expresó en nota con Sport 890.

El repertorio del Chino no quedó solo en aquel partido sino que también fue clave en el clásico. A falta de tres fechas para el final del torneo Apertura, Nacional ganó el clásico sobre la hora con un gol de penal de Recoba. Aquel triunfo le permitió al Bolso superar a su tradicional rival en la tabla y se encaminó al título de un torneo Apertura que terminó ganando.

El segundo semestre del año fue más duro. El equipo quedó rápidamente eliminado de la actividad internacional. Por lo que se focalizó en el Clausura que peleó palmo a palmo con Defensor Sporting.

Y se llegó al clásico de la fecha 12 con los grandes igualados en el tercer lugar de la tabla. El que perdía quedaba afuera de la conversación. El Carbonero se puso en ventaja desde los vestuarios con un gol de Rodrigo Mora al minuto de juego. A los 15 lo igualó Porta de penal. Nueve minutos después Zalayeta volvió a poner a Peñarol arriba en el marcador. Antes del descanso lo igualó Píriz. Apenas iban seis minutos del segundo tiempo cuando Gallardo llamó a Recoba y lo hizo entrar por el Cacique Alexander Medina.

Y otra vez, como en el Apertura, el Chino fue tocado por la diosa fortuna marcando el tercer y definitivo tanto de los tricolores que ganaron 3 a 2.

Al Chino le quedaba una bala más en la recámara. La tenía guardada para la definición contra Defensor Sporting donde marcó el único gol con que Nacional ganó la final.

Parecía mentira pero ocurrió. Recoba, el jugador que llevó a Gallardo a preguntar ¿a qué va a venir?, terminó marcando el ciclo del Muñeco en Nacional.