El fútbol tiene tantas lecturas como se quieran. Están los entrenadores que entienden que los partidos se ganan a partir de la posesión de la pelota. Los que consideran que hay que jugar directo. Hay un grupo tildado de “lírico” porque entienden que hay que hacer más goles que el rival y los otros, los que arman el planteo de acuerdo a las características del rival. Todo es válido y cada uno gana con los recursos que tiene.
Pero al margen de gustos y lecturas, hay una realidad: en el mediocampo está el corazón o el alma del cuadro.
De cara al duelo del clásico del domingo entre Peñarol y Nacional, se puede vislumbrar un gran duelo con jugadores de experiencia, juventud y recorrido internacional.
Los dos equipos juegan con dos hombres que se podría decir que son de similares características en uno y otro cuadro.
Acaso una de las diferencias radica en el tiempo que llevan jugando juntos Walter Gargano con Jesús Trindade en filas carboneras. Eso permite un entendimiento en una fórmula de juego que está aceitada.
A nadie escapa la importancia que tiene Gargano en el Peñarol de Larriera. Hombre clave en la recuperación de la pelota, en el manejo de los tiempos, en el orden para tirar la presión y a nivel ofensivo, en el desdoble y el pase de gol punzante. El Mota tiene una visión de juego importante. Sabe leer cuando tiene un compañero bien ubicado.
A su lado, Trindade se caracteriza por su agresividad para la marca y la recuperación de balones. Es un todoterreno que sabe e interpreta cuando rompe la línea.
A su frente estarán Felipe Carballo y Diego Torito Rodríguez. Llevan poco tiempo jugando juntos debido a que Rodríguez se sumó para la segunda parte del año. Pese a ello, lograron un rápido entendimiento.
Al igual que sus colegas mirasoles, son abanderados de la presión y es habitual que rompan línea para pasar al ataque. Los dos tienen recorrido internacional y la única diferencia radica en el hecho de que Diego Rodríguez tendrá su debut clásico.
Otro detalle que los dos equipos intentan es que la pelota pase rápido por la zona central con la intención de jugar por bandas. En consecuencia se respaldan mucho en los hombres que van por afuera: Gio González, Canobbio y Ramos en Peñarol; Trezza, Ocampo y Candido en Nacional.
Un aspecto común en ambos equipos es que salen a jugar imponiendo condiciones. Es decir, a partir del trabajo de los del medio el equipo se planta en cancha.
Así las cosas, el termómetro del partido puede estar en la zona central. El domingo se verá quién impone las condiciones.