La etapa de Mariano Ronconi como entrenador de Los Leones ha sido indudablemente una montaña rusa de emociones. Desde su repentina llegada en septiembre de 2020, pasaron unos Juegos Olímpicos postergados por una pandemia, la ida de Carlos Chapa Retegui, el exilio definitivo de varios jugadores campeones en Río de Janeiro 2016 y la posibilidad de dirigir a su hijo Juan con la camiseta albiceleste. El cierre de esa historia concluyó en París con un octavo puesto, que termina siendo con gusto a poco por los buenos momentos de la selección argentina de hockey de varones. Pese a ello, cumplió su sueño: “Es un orgullo que me explota”, le había dicho a ESPN Hockey antes de su último torneo.
Los vaivenes del inicio marcaron la designación del ex Quilmes como cabeza del cuerpo técnico del seleccionado argentino. Y es que su arribo llegó tras el polémico despido de Germán Orozco, quien había obtenido los Juegos Panamericanos 2019 y, de esa manera, clasificado a Tokio. Chapa Retegui fue designado director de selecciones nacionales y Ronconi como entrenador de Los Leones. Mamo venía de ser el mandamás en el proceso juvenil sub 21 de Los Leoncitos y haber logrado la medalla de bronce en los Juegos Olímpicos de la Juventud de Buenos Aires en 2018.
Acompañado por Javier Braña (actual DT de San Lorenzo en las mujeres) y Lucas Rey (campeón olímpico en Río de Janeiro 2016) inició su ciclo. Ciclo que se interrumpiría momentáneamente para que Retegui, nuevamente tome el mando en la capital japonesa en el 2021 y para volver a ser (al menos desde las planillas oficiales) asistente del entrenador ganador del oro, por ese entonces vigente. Lugar que ya había ocupado entre el 2014 y el 2015, previo a su estadía en el plantel juvenil. Justamente con Los Leoncitos, tras la eliminación en cuartos de final en Tokio finalizó su mando con el subcampeonato en el Panamericano de Santiago, semanas después de que El Chapa diera un paso al costado de la Mayor.
Finalmente, en octubre del 2021 comenzó otra etapa, esta vez sí de forma ininterrumpida hasta hoy. Fueron ocho certámenes: La Pro League 2021-2022, 2022-2023 y 2023-2024, la Copa Panamericana de Santiago 2022, los Juegos Suramericanos de Asunción 2022, el Mundial de Bhubaneshwhar-Rourkela 2023, los Juegos Panamericanos de Santiago 2023 y los Juegos Olímpicos de París 2024. Esto mismo sumado a los cuatro encuentros que dirigió previamente en la Pro League 2020-2021 (suspendida finalmente por la Pandemia) y tres Test Match en la previa a Tokio ante España en Valencia.
Obtuvo tres títulos (Copa Panamericana 2022, Juegos Suramericanos 2022 y Juegos Panamericanos 2023) y consiguió la mejor posición de Argentina en la Pro League, en la presente temporada 2023-2024 en la que finalizó cuarto a solo cinco unidades del campeón Australia. En las dos grandes citas que le tocó dirigir: el Mundial 2023 y París 2024, no logró acceder a partidos por el podio. En India terminó 9°, mientras que en la capital francesa fue 8°. Dirigió un total de 80 partidos, con 34 victorias, 23 empates y 23 derrotas. Ganó 9 de las 17 definiciones por shoot-outs (una sola se dio fuera de la Pro League en Bhubaneshwhar-Rourkela 2023 con derrota ante Corea del Sur). Es decir, logró el 55,83% de los puntos disponibles.
Pero, más allá de los números, para Ronconi fue una etapa especial. Primero, por haberse dado el gusto de dirigir a Los Leones en un Mundial y los Juegos Olímpicos. “Siento muchísima responsabilidad y es un orgullo que me explota. No te lo puedo explicar, es muy difícil de expresarlo. Poder llegar a un Juego Olímpico y representar a nuestro país, estar ahí y saber que dimos todo para estar donde estamos”, había dicho antes de viajar a Francia.
Como si eso ya no fuera motivo para estar orgulloso, tuvo la posibilidad de dirigir a su hijo Juan dos años atrás ante Sudáfrica en la Pro League. “La verdad es que sentí mucha emoción, es indescriptible. Se lo merece por todo el esfuerzo que hace y por las cosas por las que pasó. La posibilidad que tuvo en Los Leones también se la ganó y creo que la aprovechó”, había comentado en ese entonces.
Lo cierto es que es el fin de una etapa para Mariano Ronconi, que fue su gran sueño cumplido y por lo hecho en el proceso, desde los resultados seguramente merecía mucho más porque, desde el juego, dejó un equipo renovado, con muchas nuevas caras que, al que le toque tomar la posta, tendrá como base para que Los Leones puedan apuntar a seguir estando entre los mejores equipos del mundo.