La exjugadora de Chivas habla sobre la Liga MX Femenil y los pobres sueldos que reciben las jugadoras, algo que se repite en España
Rubí Soto, exjugadora de las Chivas y hoy integrante del Villarreal de la Segunda División de España, no se quedó callada y habló de la desigualdad que existe en el futbol mexicano, donde hay clubes que no quieren tener en pie a su equipo femenil.
Además, la mexicana fue sincera en una exclusiva entrevista con ESPN Digital narrando la tristeza de haber perdido a su madre y su deseo de algún día retirarse y ser “niña de casa”.
Rubí Soto, quien emigró al ‘Submarino amarillo’ en junio del año pasado, destacó que aunque el futbol femenino ha crecido mucho en México, pero “para que se mantenga, depende del apoyo del club; hay muchos clubes que no quisieran tener al equipo femenil. Hay quienes apoyan de la misma manera (que al equipo varonil), como los equipos del Norte, Chivas, Pachuca… pero hay muchos que de verdad no parecen de Primera División, por los sueldos que dan, porque a muchas les dan uniformes y se los quitan”.
Rubí Soto destacó lo que hecho por el club Guadalajara para apoyar a sus jugadoras, algo que muy pocos hacen en la Liga MX Femenil: “En Chivas, Amaury Vergara apoya al ciento por ciento a la mujer, a nosotras nunca nos ha faltado nada, todo lo que tienen los hombres lo tenemos nosotras. Pero conforme va creciendo la Liga Femenil y van llegando más patrocinadores a los equipos, a lo mejor también es cuando llega el crecimiento. Ahorita dices tú: ‘A ver, voy a ir a jugar a la Liga Mexicana y estoy ganando nada… La verdad es que en México ganas por los patrocinadores que agarras por fuera; entonces, es difícil”.
Sobre Norma Palafox, quien es el caso más representativo en México del posicionamiento de una futbolista en el tema de patrocinios, manifestó: “Creo que cada quien sabe lo que quiere para su futuro y en mi caso, yo prefiero seguir en el futbol porque es lo que quiero".
"Yo nunca pararía mi carrera futbolística por irme a hacer otra cosa, porque yo quiero seguir aquí, quiero seguir creciendo. Quizá en algún momento llegue algo y yo quiera crecer como lo ha hecho ella, y la verdad, a mí me da mucho gusto porque jugué y conviví con ella mucho tiempo, y porque siendo sinceras, en el futbol femenino no vamos a ganar nunca, ni vamos a vivir de él”.
Sobre cuánto tiempo deberá pasar para que se le dé el justo valor al futbol femenino, explicó: “No lo sé, pero la verdad, en las generaciones más chiquitas, Sub 15 y Sub 17 de los equipos pilotos, vienen muchas niñas que te sorprenden. Están como muy pequeñitas, pero pueden jugar".
Rubí Soto enfatizó en el apoyo que los equipos mexicanos deben de otorgar para que este deporte siga en crecimiento: "Hay mucho futuro para seguir apoyando la Liga Femenina Mexicana, todo está en que los clubes quieran seguir con este proyecto y que mucha gente se sume y quiera patrocinar a los equipos, pues no tienen el ingreso que tienen los hombres, que con un partido se puede sacar todo el sueldo de los jugadores; con el femenil no, porque la verdad que sólo te va a ver la familia, o unos cuantos amigos”.
Asimismo, al preguntarle cuánto podría durar la carrera de una jugadora de futbol, fue sincera al sostener: “Depende del cuidado personal que tengas; por ejemplo, aquí hay una de 41 años que está jugando todavía en el Villarreal, y yo digo que a los 41 años no me veo jugando futbol. Quizá yo no voy a estar, porque quiero tener mi familia, quiero casarme y todo, y no me veo cuidándome a esa edad. Yo siento que para las mujeres, la carrera es muy corta, porque yo me quiero retirar, tampoco quiero estar mucho tiempo, la verdad. Quiero ser mamá”.
En torno a las diferencias entre el futbol mexicano y el español, manifestó que “la Liga de México no le tiene que pedir nada a la de aquí; lo único que siento, es que la intensidad es un poquito diferente a lo que estoy acostumbrada, pero igual no hay mucha diferencia”.
La muerte de su madre
Rubí Soto, quien sufrió una lamentable pérdida antes de partir a España, afirmó que por momentos extraña México y su comida, pero sobre todo a su familia, lo cual le ha hecho reflexionar sobre si vale la pena continuar allá.
“Yo, antes de venirme aquí pasé por una situación muy difícil: perdí a mi madre en junio, y yo me tenía que venir. No me ha pesado estar lejos, ya estoy acostumbrada; desde los 16 años salí de mi casa en Guadalajara y ya jugaba en ‘Gigantera’, en la escuelita de Chivas… Hablo mucho con mi papá, me pregunta cómo estoy, cómo me siento, y no te miento: hay días en que ya quisiera retirarme del futbol y ser niña de casa; estar con mi familia, estar más con mi papá, porque tengo muchísimo tiempo que no lo veo”.
Un dejo de tristeza se reflejó en su rostro al hablar de su madre: “Mi mamá me decía que siguiera mi sueño: ‘Tú nunca te detengas; si quieres irte a Europa, vete a Europa. Nunca te quedes con ganas de nada, vive tu sueño y disfrútalo’”.
La desigualdad de salarios no solo existe en el futbol mexicano
“A veces digo que todo sacrificio tiene su recompensa y la primera recompensa fue salir de México, y venir a jugar a España, pero hay días aquí que sí me siento un poco triste. No le digo a mi papá para no incomodarlo y se ponga triste, pero es difícil, más para una mujer, porque la mujer es más apegada a la familia, los hombres se pueden traer a su familia, pero yo comparto un departamento con otras dos compañeras y no puedo hacerlo, porque aparte, a mí no me pagan eso, sino que ya corre por mi cuenta”.
Sobre si decidió emigrar al futbol ibérico por una mejoría económica, respondió: “No, porque es lo mismo si el dinero que yo gano aquí, lo convierto en mexicano. En México me iba un poquito mejor por cuestión de patrocinio; aquí casi no me ha patrocinado ninguna marca y en México sí te buscan muchísimo. Vine acá porque era mi sueño, conocer, crecer en el futbol. Quieras o no, si regreso a la Liga Mexicana, ya hay un plus de que yo voy de España, y aparte, quiero ver si hay una convocatoria de Selección Mexicana”.
“Aquí no me ha ido muy bien, casi no he tenido minutos; va a ser mi primer año aquí, quizá estando dos o tres años pueda venir más… Yo llegué a empezar de cero aquí y creo que si me quedo en México, ya me hubieran llamado, porque ya tenía un nombre en el club. Entonces, no sé si fue para bien o para mal, pero yo estoy creciendo, ya me siento otra persona, me siento otra Rubí”.
Aún desconoce su futuro
Finalmente, Rubí Soto señaló que en junio próximo terminará su contrato con Chivas y casi al mismo tiempo culminará su convenio con el Villarreal: “La verdad que sí me gustaría quedarme aquí. En Chivas jugué como cinco torneos para consolidarme; entonces, aquí con un torneo no puedo decir que ya me fue mal. El futbol es impredecible, no puedo saber lo que vaya a pasar; eso sólo lo sabe mi ‘repre”.
A pesar de tener pocos minutos y no conocer sobre su futuro, Rubí Soto asegura que no se arrepiente de haber tomado la decisión de jugar en España: “Agradezco pasar por todo esto, porque yo siento que estaba en mi zona de confort y necesitaba otras cosas. Yo siempre dije que, como me vaya, tengo que aguantar y soportar todo y no me arrepiento de nada, la verdad que todas las personas aquí son increíbles, en el equipo no hay envidias, es un vestidor muy sano. Sí, tengo mis días tristes, pero ellas me ayudan y al día siguiente voy muy motivada a entrenar”.
“Yo siento que si ascendemos a Primera División, sería diferente para mí. Vamos muy bien, siento que ya tenemos un pie o medio pie para allá, pero en el futbol no se sabe; nos quedan ocho jornadas y ahí tenemos que dejar todo”, finalizó la mexicana.