Y un día llegó la clásica mortal de Johann Zarco al MotoGP. El francés de 33 años desembarcó en la máxima categoría del motociclismo de velocidad allá por 2017 luego de hilvanar dos coronas en Moto2, divisional en la que festejó 15 triunfos, todos con su característica pirueta. Sin embargo, al llegar al máximo nivel, el piloto nacido en Cannes se secó de éxitos. Fueron seis temporadas en las que varias veces golpeó la puerta con 11 segundos puestos, pero no lograba escalar al escalón más alto del podio. Pero las rachas están para cortarse y se dio en el GP de Australia, 16ª fecha del torneo que se vive por Star+, con un final para el infarto, en el que sufrió nada menos que Jorge Martín, su compañero en el equipo Pramac, y lo gozó Pecco Bagnaia, el campeón.
La carrera en Phillip Island tuvo un líder cómodo y lejano en 22 de las 27 vueltas pactadas. Era Martín, contendiente al título y quien necesitaba imperiosamente dar vuelta la página del error increíble que había cometido seis días atrás en Indonesia al terminar en el suelo cuando gozaba de una diferencia de tres segundos. La competencia australiana pareció una remake de Mandalika, porque a puro martillazo, Martinator logró escaparse tres segundo de Brad Binder, primero, y de Fabio Di Giannantonio después. Esta vez no hubo yerro conductivo, porque no terminó en el piso, pero apareció otra equivocación que le pasaría una factura costosísima: la elección de neumáticos.
El equipo Pramac, con la anuencia del madrileño claro, optó por calzar una cubierta blanda atrás. Pero no aguantó toda la competencia. Ya en el giro 23 los tiempos de Martín se fueron para arriba y comenzaron a acercarse los cuatro que bregaban por el segundo lugar: Binder, Di Giannantonio, Zarco y Bagnaia. Cuando transitaban la última vuelta, la Ducati del español ya giraba como podía y Zarco no lo perdonó: en cuanto tuvo el hueco, se tiró a pasarlo. Poco le importó que fuera su compañero de equipo y contendiente al título el que estaba adelante. El francés no iba a negociar su primer éxito en MotoGP, más teniendo en cuenta que su futuro está lejos de Pramac y Ducati (en 2024 se mudará a la Honda del LCR en reemplazo de Álex Rins). Martín quedó mal plantado en la pista y cayó al quinto puesto. ¿Y quién se coló segundo? Pecco, el que no deja pasar nada por alto.
El italiano cerró un negocio de maravillas. En el sprint de Indonesia había perdido la cima en manos de Martín. Y parecía que el español se iría del urbano con una ventaja preciosa, hasta que terminó en el piso. El triunfo final de Bagnaia le dio una ventaja de 18 para viajar a Oceanía. Y en Phillip Island, cuando Pecco había caído al quinto puesto y Martín se paseaba en la punta, la diferencia se achicaba a tan solo cuatro. Pero el final de la vida de la cubierta trasera del español y la capacidad de Pecco para sacar siempre algo bueno con su talento, cerró la adelantada carrera principal de Australia con una luz de 27.
Es cierto que todavía quedan cuatro carreras por disputar más el sprint australiano, si es que se puede correr (la previsión de fuertes vientos para el domingo hizo que la organización adelantara la carrera principal al sábado y postergar la corta al domingo). Pero Martín dejó pasar dos chances enormes. La frase dice que el tren pasa una sola vez, sin embargo, el madrileño dejó escapar dos. Bagnaia puede haber sentenciado el Mundial 2023 con su prestancia. El tiempo dirá, pero el golpe fue fuerte. Mientras tanto, alejado de la historia del título, Zarco, por fin, pudo hacer su mortal en MotoGP.