EAST RUTHERFORD -- Existe un complicado truco de balance que ocurre en el campamento de entrenamiento de los New York Giants este verano. El equipo intenta hacer lo mejor para borrar el recuerdo de una decepcionante campaña de 7-9, pero para hacerlo piden mucha ayuda de personas que ni siquiera estaban en ese equipo.
"Obviamente, hicimos mucho trabajo en temporada baja e intentamos darle la vuelta un poco a la plantilla", explicó el gerente general de los Giants, Jerry Reese, cuya franquicia firmó a más agentes libres que cualquier otro club en la NFL durante el receso de campaña. "Pero existen bastantes chicos que están aquí desde el año pasado de aquel inicio de 0-6 con el mal sabor de boca".
Entre esos está el mariscal de campo Eli Manning, quien tiró 27 intercepciones en la peor campaña de su carrera, y el ala defensiva Jason Pierre-Paul, quien sufrió problemas de espalda y hombro, y que registró apenas dos capturas en los 11 encuentros en que participó.
Ellos son las dos claves más importantes para el éxito potencial a cada lado del ovoide para los Giants, y cada uno llegó con energía renovada al campamento. Pierre-Paul se dijo estar al "110 por ciento" porque está finalmente sano por primera vez desde octubre del 2012. Manning se ha visto revigorizado por la instalación de un nuevo esquema, cortesía del nuevo coordinador ofensivo Ben McAdoo.
"Es diferente, y llegas a la campaña un poco nervioso", admitió Manning. "Hay una sensación diferente en esta época del año con respecto a años previos. Todavía tenemos mucho trabajo por hacer, y muchas cosas por mejorar, pero estoy emocionado por el reto".
TRES MOTIVOS PARA SENTIR OPTIMISMO
1. La secundaria: Los Giants gastaron en grande para mejorar la posición de esquinero, firmando a Dominique Rodgers-Cromartie de los campeones de la AFC, Denver Broncos, Walter Thurmond de los campeones del Super Bowl, Seattle Seahawks, y a Zack Bowman de los Chicago Bears. También recontrataron a Trumaine McBride, quien fue titular para ellos la campaña pasada, y todavía cuentan con el recluta de primera ronda del 2011, Prince Amukamara. Los Giants creen que su grupo de esquineros es una fortaleza, y así parece. "Ahora", preguntó la semana pasada el coordinador defensivo, "¿podemos hacer que jueguen juntos?".
2. Jason Pierre-Paul: Los Giants acumularon apenas 33 capturas la temporada pasada, y Justin Tuck, quien ahora jugará para los Oakland Raiders, tuvo 11 de ellas. La presión sobre los mariscales de campo debe mejorar para que la secundaria brille. Por eso es que los Giants están tan emocionados por la salud y actitud de Pierre-Paul. Una cirugía de espalda en junio del 2013 y una lesión de hombro acontecida en la Semana 10 de la temporada pasada, se combinaron para un "año perdido", según palabras del propio Pierre-Paul. Pero si está de vuelta a la plenitud, tendrán motivos para esperar que vuelva al nivel que mostró en el 2011, cuando registró 16.5 capturas y los Giants ganaron el Super Bowl.
3. La línea no podría ser peor: El colapso total de la línea ofensiva fue la mayor razón por la que los Giants iniciaron en 0-6 y terminaron con marca de 7-9 el 2013. Con el retiro de Chris Snee el día previo al inicio del campamento, tienen un signo de interrogación en el guardia derecho, pero creen que mejorarán con Geoff Schwartz como guardia izquierdo y J.D. Walton como centro, respecto a lo que tenían en esas posiciones el año pasado. Además, los fichajes de los veteranos Charles Brown y John Jerry, y la selección en segunda ronda de Weston Richburg tienen a los Giants convencidos de que sus reservas son mejores para el caso de que la línea vuelva a quedar diezmada por lesiones. La clave podría ser una temporada de destape para el tackle izquierdo Will Beatty.
TRES MOTIVOS PARA SENTIR PESIMISMO
1. ¿Es demasiado para tan poco tiempo? Los Giants proyectan contar con seis titulares nuevos a la ofensiva y seis a la defensiva. No solamente probaron las aguas del mercado de la agencia libre este año, se tiraron un clavado y se quedaron allí hasta que aparecieron arrugasen las puntas de sus dedos. La mayoría de equipos --incluyendo a los Giants-- les dirán que salir de compras al mercado abierto no es el modo para construir equipos. Debieron firmar a muchos jugadores porque su plantilla se había ahuecado, pero es absurdo pensar que resolvieron todos sus problemas en una temporada baja. Es probable que sigan a la caza de respuestas durante la siguiente primavera.
2. Inexperiencia ofensiva: Rashad Jennings jamás ha sido un corredor N° 1 en la NFL. Odell Beckham Jr. es un receptor abierto novato, y Rueben Randle es titular en esa posición por primera vez, también. No existe un ala cerrada establecido en el plantel. También tienen poca experiencia en las posiciones de centro y guardia derecho, y el tackle derecho Justin Pugh está por comenzar su segunda campaña en la liga. El nuevo esquema es simple y rápido, y podría ser divertido de seguir, pero hay motivos para preguntarse si los Giants cuentan con el personal adecuado para hacer que funcione.
3. Vacío de liderazgo: Muchos de los jugadores que se fueron o se retiraron fueron líderes significativos sobre el campo o el vestidor. Tuck, Snee, Terrell Thomas y Kevin Boothe fueron jugadores a quienes buscaban los compañeros en los buenos y malos tiempos. Jon Beason y Antrel Rolle retornan para conducir a la defensiva, y Manning toma un rol de líder tras bastidores para la ofensiva, pero la ausencia de varios jugadores que ayudaron a mantener la frente en alto durante el inicio 0-6 de la campaña pasada, lo mismo que durante sus años de Super Bowl, crea un reto para Tom Coughlin y sus asistentes.