BUENOS AIRES --“Tenemos uno joven y dos viejos, Samoa Racca es el que corre y Pablo Henn y yo somos los que tenemos que pasar las pelotas limpias”, dice Augusto Faraone para comenzar a desgranar a la primera línea de Hindú que el sábado obtuvo el bicampeonato.
“Viví todo con gran responsabilidad porque Mariano es un gran jugador, un gran referente para Hindú. Me tocó esa responsabilidad y pensé de hacerlo lo mejor posible y darle a fondo como hace él”, agrega Pablo Henn que volvió después de diez años y tuvo su primer partido como titular en el encuentro definitorio. La primera línea de Hindú se sumó a una jugosa charla con Scrum para empezar a comprender a un Elefante que se hace un equipo imparable.
No es novedad: el equipo de DonTorcuato jugó las últimas 4 finales y ganó 3. Viene de obtener el Nacional de Clubes y cuando puede desplegar el juego que más le gusta, no escatima en marcarle puntos a sus rivales. Solo 3 derrotas a lo largo del 2015 marcan el fuste de un equipo bravo que dio la vuelta olímpica en las dos competiciones más importantes.
Uno que estuvo a lo largo del año y se perdió la final por una lesión la semana anterior ante Belgrano fue Mariano de la Fuente. Para el pilar, este presente ganador de Hindú es fruto de “esa premisa de seguir mejorando partido a partido. Nos llevó a la final y hace 15 años o más que seguimos la misma premisa y los resultados se dan a través de eso. No de ganar un partido o un campeonato, esto es circunstancia de todo lo que venimos haciendo”.
Para el otro pilar, Emiliano Racca, el más joven, la primera línea es “batalladora” y este “fue un año largo, progresivo, arrancamos de cero, mejoramos en el scrum o cosas del juego y por suerte se nos dieron las cosas”.
No duda en afirmar, al igual de De la Fuente, que “como objetivo nos proponemos mejorar el juego y no sé si eso nos hace estar arriba, pero somos un grupo muy unido y somos muy amigos”. Se suma Augusto Faraone, el hooker que superó este año los 200 partidos y afirma, a los 33 años, que “hoy tener el scrum fuerte es muy importante”. Para el 2, la llave del triunfo en la final ante CUBA estuvo en “la concentración y volver a nuestro lado sumando puntos”.
Para Henn la primera línea es “muy aguerrida, somos unos gordos muy buenos, nos gusta estar juntos siempre. Es un mundo aparte, somos nosotros, nos juntamos a comer, a tomar algo y lo disfrutamos diferente, siempre nos juntamos y somos una banda de gordos”.
El jugador que paseó por una década su rugby por Francia e Inglaterra cree que la clave de este Hindú está “en la seriedad que tenemos: las inferiores, los padres, los jugadores que ayudan a los padres a entrenar a los chicos, yo creo que la disciplina que se tiene en Hindú es muy buena y el respeto que se tiene hacia todos es muy buena y en los chicos, lo que están en juveniles en la Inter, Pre, en M23 hace crecer a la Primera, a todo el club”.
“Cuando terminó el partido me acordé de mi papá y de mi mamá”, dice Racca. Pablo Henn se emocionó en el banco de suplentes y Augusto Faraone no paraba de abrazarse. A un costado Mariano de la Fuente levantaba los brazos, la postal de una primera línea que deja su sello, que sigue vigente y que se alimenta de títulos.