<
>

Londres le siente bien

El número uno del mundo irá por su sexto título AP

-- El suizo Roger Federer, número uno del mundo, hizo historia en la final de Wimbledon al derrotar al español Rafael Nadal por 7-6 (7), 4-6, 7-6 (3), 2-6 y 6-2, e igualar el récord que hasta la fecha tenía el sueco Bjorn Borg al encadenar su quinto título consecutivo.

El helvético impuso su autoridad en tres horas y 45 minutos, en la segunda final consecutiva que disputan en este torneo las dos primeras raquetas del mundo.

La Central abarrotada. La raqueta letal del número uno del mundo contra el número dos. El mismo ritual del año pasado: las fotos, los saludos, el traje blanco de Federer.

Era mucho lo que había en juego. El suizo, centrado en inscribir su nombre en la historia e igualar la hazaña del sueco Bjorn Borg, presente en el palco, sumando el quinto trofeo consecutivo en el All England Tennis Club. El mallorquín, con la intención de sellar su reto particular: ganar Roland Garros y Wimbledon en la misma temporada, como hicieron Rod Laver y el mismo Borg.

Comenzó sirviendo el suizo, con la elegancia de siempre y con un revés liftado impecable. Con la clase innata de los grandes. El helvético resolvió su servicio sin problemas y se anotó la primera rotura en el segundo juego. Un aviso. Resolvió su saque en el tercero para ponerse en 3-0.

Rafa no se dejó amilanar. Con golpes más agresivos, de los que desconciertan la pericia matemática del número uno, se apuntó un cuarto juego en blanco para el helvético con 3-1. No hizo ningún "ace" el mallorquín en esta primera manga, mientras que Federer se lució con 6, y tampoco sumó tantos golpes ganadores como el primer favorito (12 por 20 de Federer), aunque remontó hasta romperle el saque al suizo en el quinto con 3-2.

Hubo intercambios interminables en el décimo juego, que resolvió el zurdo, quien incurrió en esta manga en 7 errores no forzados, uno menos que Federer, y cometió tan sólo una doble falta, al igual que el helvético.

Si Federer estuvo impecable -en total sirvió 24 "aces" por 1 solo de Nadal-, bajo la atenta mirada de Borg desde el palco, el español regaló momentos mágicos. En las gradas se llegó a oír algún "I love you Rafa".

Nadal arrebató dos juegos en blanco al favorito, en el sexto y en el duodécimo. Y sin dejar su protocolo habitual a la hora de servir: Se seca con la toalla, se coloca los calcetines, peloteo y dispone la bola.

La reválida se remató en el desempate, un pulso en el que ambos pelearon cada bola como si fuera la última. En el 6-5, Nadal cuestionó la que hubiera sido una bola de set para Federer y el "Ojo de Halcón" dio la razón al mallorquín, quien terminó perdiendo el desempate por 9-7.

El balear desbordó garra en la segunda manga con su bola larga desde el fondo, con la determinación de un campeón. Aguantó la presión del suizo, implacable con el saque, encadenando saques directos. El mallorquín dispuso de dos ocasiones de rotura en el quinto juego, que salvó el helvético, con una concentración germana y sin perder la compostura.

Y aquí sí. Tras sostener una reválida muy pareja, Rafa quebró al suizo en el momento justo. Tuvo en su poder dos puntos de set y rubricó el set por 6-4 en 40 minutos.

El de Basilea perdió una bola de rotura en el primer juego y de nuevo comenzó la batalla entre la perfección suiza y las bolas cada vez más agresivas de Nadal.

Los niveles de confianza del manacorense desbordaban, pero no llegaban a incomodar al suizo, que continuó inmenso con su saque, con el que se apuntó 6 "aces" en este examen, en el que perdió una ocasión de romper el saque de Rafa, y en la que el balear no logró un solo saque directo.

Federer no dio opciones de hacer rotura al español, aunque llegó a verse con 6-5 abajo, en otro duelo donde el número uno consiguió quince golpes ganadores, cuatro más que Madal y en el que hubo que recurrir al desempate para decidir de qué lado se inclinaba el marcador.

En este juego, el helvético dispuso de 4 puntos de set para rematar un set que duró 54 minutos con 7-3.

Nadal inauguró con contundencia la cuarta reválida, donde el mallorquín desbarató el saque al suizo en el primer juego para ponerse por delante.

En el 30-30 con saque de Federer, Nadal pidió de nuevo la ayuda del Ojo de Halcón para corroborar un momento clave. La tecnología comprobó que su bola era válida para convertir el 40-30 con punto de rotura del balear, que rompió el saque del suizo y aventajó con 3-0.

El mallorquín se mostró imparable. En el 4-1, Nadal recibió tratamiento por una molestia en la rodilla derecha. Pero se sobrepuso el manacorense, que remató el set por 6-2.

La quinta reválida fue de infarto. En el tercer juego con el marcador igualado, Nadal tuvo dos puntos de rotura, que salvó el helvético.

La recta final estuvo cargada de tensión. El suizo consiguió romper el saque del número dos para mantener ventaja; llegó a perder un punto de partido, que salvó Nadal pero Federer tuvo la última palabra y logró inscribir su nombre en la historia al rematar por 6-2.