Rodrigo García el parataekwondo guatemalteco ha sido representado por Gersson Mejía en los últimos años y se ha mantenido en lo más alto a nivel internacional. El atleta con discapacidad no ha encontrado límites y desde los cinco años incursionó en el deporte cuando ingresó a un curso de vacaciones con su hermano gemelo, Jonathan Mejía, con el mayor deseo de pertenecer a la Federación Nacional de Taekwondo de Guatemala.
“Mi hermano ingresó a la federación a los 13 años. A mí no me ofrecían esa oportunidad porque aún no estaba el taekwondo adaptado, que es para atletas con una discapacidad en los miembros superiores. Fue hasta 2008 cuando el entrenador Saúl Lorenti me abrió las puertas”, comentó en exclusiva Gersson Mejía a ESPN.
“En el brazo derecho no se me desarrolló totalmente el radio y el brazo izquierdo no lo puedo extender al 100% porque el radio no está en su posición normal, esto influye que no lo pueda extender”, explicó Mejía.
El deportista compite en la categoría K43, donde participan los paratletas con limitaciones para alcanzar la parte inferior a causa de un acortamiento o amputación de ambos brazos por debajo del codo.
Un año después de sus inicios en la disciplina deportiva, se realizó la primera Copa Mundial de Parataekwondo en Bakú, Azerbaiyán, donde participó en 2009. Once años después, Mejía ha subido seis veces al podio, en ocho copas mundiales. Ha ganado tres medallas de bronce en Aruba (2012), Lausana (2013) y Turquía (2019) y otras tres medallas de plata en Azerbaiyán (2009), Rusia (2014) y Turquía (2015).
Una rutina sin límites
Antes de la pandemia del COVID-19, el atleta guatemalteco realizaba una doble jornada de entrenamiento. Empezaba su primera rutina del día de 5:30 a 7:00 horas, luego acudía a su trabajo en la Confederación Deportiva Autónoma de Guatemala (CDAG) y al finalizar si jornada laboral, daba clases en el gimnasio High Performance y cerraba su última rutina del día a las 20:30 horas.
“El gimnasio nació con una iniciativa de mi papá, Luis Mejía. Es un proyecto familiar que lleva ocho años de experiencia. Por el momento hemos sufrido la situación del COVID-19 y hemos empezado a dar clases por la aplicación de Zoom. No es lo mismo porque no tenemos las instalaciones, el espacio, las indumentarias que son necesarias. Pero no tenemos que caer, a pesar del momento que se está viviendo a nivel mundial. Es muy complicado porque se debe pagar renta, luz y agua, hay que mantenerlo a pie, es un trabajo de ocho años”, comentó Mejía.
El gimnasio ha sido un generador de prospectos para la federación de taekwondo, los atletas que han surgido son: Roxana Hughes, Javier Vásquez, Paula Mejía, David Leiva, German Oliva, Cinthia López y Oliver López.
El atleta de 29 años participó en el clasificatorio de Costa Rica para los Juegos Paralímpicos de Tokio, pero no pudo clasificar al quedar en tercer lugar. “La competición se realizó a puertas cerradas por el tema del COVID-19. Lamentablemente quedé en semifinales y solo el primer lugar obtenía el boleto a Tokio 2020”. La otra vía era por el ranking en la categoría K43, pero solo se clasifican los dos primeros puestos. Mejía se encuentra en el cuarto lugar. La única vía que le queda es por una wildcard o por invitación. Por el momento, continúa entrenándose en casa y tendrá un ciclo olímpico más, que será París 2024.
Adicional a su carrera deportiva, Gersson Mejía es Licenciado en Gestión Deportiva y con pensum cerrado en una Maestría de Marketing, por lo que espera involucrar más personas con discapacidad física en el deporte a través de su gimnasio y que sean los futuros representantes del país.