Argentina venció a Noruega con un partido dramático en el quinto punto de la serie por los Qualifiers de la Copa Davis 2025 y accedió a la segunda ronda, donde en septiembre se medirá con el subcampeón vigente, Países Bajos.
Javier Frana cerró una primera serie positiva en el duelo ante los escandinavos, en la que debió medirse ante el N°5 del mundo Casper Ruud -que protagonizó tres partidos a lo largo de los dos días- y con un “tapado”, el joven de 18 años Nicolai Budkov Kjaer, que puso en jaque a la Selección Argentina.
“Sabíamos que la situación podía llegar a darse de esta manera, definir un quinto en muy pocas circunstancias, es liviano, es ligero o se pasa rápido. Pero la verdad es que estoy feliz por los chicos, porque fueron ejemplares. No hubo un gesto, un pelotazo, una tirada de toalla de enojo, de frustración o un comentario. Y a veces las cosas no nos salían del todo bien en las prácticas. No hubo una cosa para decir `tranquilo, no te frustres´. Fueron un verdadero ejemplo y pudimos construir esto, no dramatizar la situación, vivirlo con mucha pasión, pero aceptando que tal vez perder podía llegar a ser una opción y que la íbamos a bancar”, se expresó tras la victoria.
“Para mí también fue un compromiso estar con mucha tranquilidad y lucidez porque es lo que el jugador necesita cuando está adentro. Había pasión, había una hinchada que fue de locos y había un equipo gigante de profesionales increíbles respaldando. Edu Schwank, que es un animal, fue un apoyo para mí gigante, como lo fue también todo el cuerpo técnico”, siguió.
Mariano Navone, que habló en la previa de su debut con ESPNTenis.com, se impuso ante la gran revelación de los dos días de competencia en el Fjellhamar Arena, el joven de 18 años Nicolai Budkov Kjaer.
“Lo que le pedí varias veces -a Navone- es que se acuerde de sus comienzos, que se acuerde cuando jugaba a los Futures. De hecho, le pedí que juegue como jugaba en los Futures, que vaya mentalmente a ese lugar, a ese espíritu de lucha. Lo que pedí es que tengamos una conexión y un contacto, que cuando él necesitaba enfocarse, que esté conmigo, y cuando él necesitaba mantener el espíritu arriba y las energías altas, se apoye en el equipo que estaba ahí afuera bancando. Fue un equilibrio perfecto y él tuvo un mérito absoluto”, cerró.