Pese a aparecer como una de las máximas promesas del circuito masculino, el tenista danés Holger Rune (14°) no ha disfrutado su mejor versión en el último tiempo, abandonando el Top 10 del ranking ATP mundial y sufriendo algunas derrotas inesperadas.
Después de derrotar al serbio Novak Djokovic (7°) en la final del Masters 1000 de París-Bercy 2022, el nacido en Gentofte, de solo 21 años, se posicionó definitivamente como una de las caras del futuro al estrenarse entre los 10 mejores del ordenamiento, previo a sufrir un marcado bajón en 2024 , viéndose superado por el italiano Jannik Sinner (1°) y el español Carlos Alcaraz (3°).
“Los últimos años han sido desafiantes y positivos en muchos sentidos. Todo sucedió muy rápido con la victoria en París-Bercy, que fue agradable pero también estresante en muchos momentos, especialmente cuando comencé a jugar mal a fines de 2023. Ahora, sin embargo, siento que estoy de vuelta", inició el ex número 4, en declaraciones al medio SuperTennisTV.
Posteriormente, el dueño de cuatro títulos, que no se proclama desde Munich 2023, reveló: "Si bien había mucha presión después de ganar un gran torneo al vencer a Djokovic en la final, puedes verlo de otra manera y decir que es increíble que la gente tenga confianza en mi tenis y grandes expectativas de lo que voy a hacer. Puedo hacerlo. Prefiero pensar que la gente cree en mí y que acepto el reto. Es mi sueño y lo estamos viviendo juntos".
“No siento presión cuando juego. No creo que tenga que ganar este o aquel partido por las expectativas que tienen sobre mí. Soy muy competitivo y tuve que aprender que cuando eres joven no lo sabes todo. Se trata de entender cómo reaccionar después de cada momento positivo y entrenar aún más después de las victorias", extendió el ahora pupilo de Lars Christensen y Kenneth Carlsen, que atravesó efímeros ciclos con los entrenadores Boris Becker, Severin Luthi y Patrick Mouratoglou.
En sintonía, el tres veces cuartfinalista en torneos Grand Slam se sinceró: "Siempre he tenido confianza en mí mismo, pero en el último año y medio no he trabajado tan duro como debía. Ahora lo estoy haciendo y espero que los frutos lleguen. Sin mejorar tenísticamente, física y mentalmente, aspectos en los que estoy trabajando, el salto no va a darse. Todo el mundo puede decir que quiere ganar un Grand Slam, pero hay que trabajar para ello y eso es lo que estoy haciendo”.
"No creo que necesite cambiar nada en mi juego. Mira a Zverev, ha mejorado mucho últimamente. Antes de la lesión de tobillo era un jugador consistentemente Top 5, pero ahora ha mejorado aún más y es candidato a un Grand Slam este año. Eso es lo que yo también quiero hacer. Mi próximo paso no es ganar ningún torneo en particular, sino maximizar mi potencial. Si puedo hacer eso, puedo ganar grandes partidos y grandes torneos”, finalizó Rune, trazando un paralelismo con el talentoso alemán, reciente finalista en el Abierto de Australia.