De mito de redes sociales a posible realidad: ¿Puede Antman ponerse a la línea de MJ? Los números, por ahora, sostienen la invitación a soñar.
Anthony Edwards es el nuevo Michael Jordan. Esa fue la comparación que surgió hace un par de temporadas con los vuelos, los tiros de media distancia, los fade away y otras jugadas espectaculares. Jordan era Nike y Edwards, hoy, Adidas. Se perfilaba entonces como una gran revancha del marketing deportivo.
Con los intentos fallidos de Minnesota Timberwolves en las últimas dos postemporadas, el perfil del heredero se fue diluyendo en el tiempo. Pero no tan rápido: la similitud existe, los números lo avalan y si Edwards logra el éxito en 2025-26, podemos reflotar con criterio esta comparación esperanzadora.
Veamos lo siguiente: Jordan llegó a la NBA en el mítico Draft de 1984. Fue campeón olímpico ese año en Los Ángeles y llevó por primera vez a los Bulls a playoffs tras varios años de sequía. Pero perdió en primera ronda ante los Bucks. Los dos años siguientes volvió a perder Chicago, de manera consecutiva, en primera ronda de postemporada ante los Celtics (se recuerda, aún, el partido de los 63 de MJ en el Garden en 1986, cuando Larry Bird dijo: "Hoy Dios se ha disfrazado de Michael Jordan) y ya dieron el salto para cruzarse con los Bad Boys de Detroit en Semifinales de Conferencia primero (1987-88) y en Finales de Conferencia después (1988-89, 1989-90 y 1990-91).
Ya conocemos esa historia: las Jordan Rules de Chuck Daly, las frustraciones de Jordan, la llegada de Tim Grover como preparador físico y el despegue hacia la eternidad en 1991. Es decir, hubo varias piedras en el camino hasta convertirse en quién es hoy.
El mundo está siendo despiadado con Edwards en este sentido. La impaciencia confunde los recuerdos y desecha posibilidades futuras ahondándose solo en el milagro del presente. Es que Antman, muchas veces criticado por su insolencia más propia de un joven Muhammad Ali que de un Jordan en su prime, llegó a la NBA en 2020-21. En 2021-22 y 2022-23 su equipo perdió ante Memphis Grizzlies y Denver Nuggets, respectivamente, en primera ronda. Luego, en 2023-24, y 2024-25, cayó en Finales de Conferencia ante Nuggets y Oklahoma City Thunder, que terminaron siendo campeones en ambas oportunidades.
Jordan logró su primer título en su séptima temporada (1990-91), con Magic Johnson y los Lakers como rivales en las Finales. Para llegar a su primera definición, cayó antes dos veces en Finales de Conferencia contra los Pistons, bestia negra de aquellos años, misma cantidad que presenta hoy Edwards en su currículum.
Antman, campeón olímpico en París 2024, afronta entonces en 2025-26 su temporada de revelación. ¿Es acaso un baby Jordan como alguna vez se especuló? ¿Puede quebrar el maleficio con unos Timberwolves que vuelan bajo el radar?
Dijo Edwards a la prensa: "Creo que el mejor consejo que me dio Jordan es que la mayoría de la gente se apoya en los jugadores en el poste con la parte baja de la espalda, y él lo hacía con la parte superior. Aprendí eso de él".
Antman, nacido en Georgia, que se decidió por el básquetbol por encima del fútbol americano, creció admirando a Kevin Durant. Sin embargo, la vida, sus piernas, su carácter ganador y su juego lo pusieron, como algunos elegidos, a la caza de un fantasma. El más determinante de todos. El verdadero GOAT.
Edwards escribe, día a día, su propia historia, pero observa a lo lejos a la llamarada de Chicago. Aún tiene que crecer en Playoffs, el hábitat perfecto que tuvo el número 23. Por su parte, Jordan cree que Edwards puede ser realmente diferente.
"Anthony es especial. Sí, hay similitudes conmigo en su forma de jugar", le dijo en 2024 MJ a Stephen Smith de ESPN.
¿Mito? ¿Realidad? Los tiempos, por ahora, respaldan la teoría que los hermana. Solo faltan las dos cosas más importantes, ambas responsabilidad del escolta de los Timberwolves: ganar primero y mantener el fuego vigente después.
