Un inicio arrollador se ha desmoronado en semanas. La pregunta en Chicago es si este proyecto realmente encontró una identidad o si vuelve a caer en el mismo ciclo de siempre.
EN AGOSTO DE 2024, más de un mes antes del inicio del campo de entrenamiento, un grupo de jugadores de los Chicago Bulls se reunió en Miami para un minicampamento impulsado por los propios jugadores.
Durante años, los Bulls habían hablado internamente de su deseo de jugar con un estilo ofensivo distinto, y ese verano finalmente comenzaron a hacer cambios en su plantilla para lograrlo. Ya habían dejado atrás a DeMar DeRozan, quien fue traspasado a Sacramento a principios de ese verano.
Dos semanas antes, en una señal del cambio de prioridades dentro de la oficina principal, los Bulls traspasaron al baluarte defensivo Alex Caruso a Oklahoma City Thunder por el entonces base de 21 años Josh Giddey.
Creían que Giddey podía ser el motor de una nueva era de baloncesto en Chicago: más rápida, más igualitaria.
El entrenador Billy Donovan sabía que haría falta un cambio radical de mentalidad para un equipo que había jugado a uno de los ritmos más lentos de la liga y estaba centrado en dos de los jugadores más propensos a tener aislamientos de la NBA, DeRozan y Zach LaVine, este último durante años sujeto a rumores de traspaso hasta que finalmente fue intercambiado en la fecha límite de 2025.
Donovan llevaba tiempo queriendo jugar más rápido y con más movimiento de balón. Así que ideó un plan.
Antes de que el equipo se reuniera en Miami, presentó su propuesta inicial.
¿Y si jugaban esos simulacros de partidos con un reloj de 14 segundos?
Fue recibido con silencio.
"Al principio estos muchachos lo odiaron", dijo Donovan a ESPN. "Pero les dije que teníamos que empezar a jugar de esta manera antes del inicio del campo de entrenamiento. No podemos trotar arriba y abajo por tres semanas y luego, de repente, esperar jugar así en el training camp.
"Se me ocurrió esto para que entendieran que necesitamos hacerlo para ponernos en gran forma. Estilísticamente, así es como vamos a jugar".
Aun así, a pesar de que los Bulls saltaron del puesto 28 en ritmo en 2023-24 al segundo en 2024-25, Chicago terminó con el mismo récord de 39-43 y una tercera derrota consecutiva en el torneo play-in.
Pero los Bulls creían haber trabajado hacia una prueba de concepto en el cierre de la temporada (14-6 en los últimos 20 juegos de 2024-25) y reforzaron esa creencia al ver la carrera de los Indiana Pacers a las Finales detrás de su ofensiva de ritmo elevado.
Así comenzó una transformación de estilo en Chicago.
Y de resultados. Un arranque 6-1 en la temporada 2025-26 surgió impulsado por un ritmo top-10 y un porcentaje de asistencias top-5, lo que volvió a hacer vibrar al United Center por primera vez en años.
Sin embargo, desde entonces el equipo ha caído, pese a tener el ritmo número 1 de la liga y ser cuarto en porcentaje de asistencias. Con marca de 9-10, los Bulls descendieron del primer lugar del Este al décimo, de regreso a su posición habitual de pelear por el play-in.
Lo cual plantea la interminable pregunta en Chicago: ¿Descubrieron realmente algo la temporada pasada y al inicio de esta? ¿O fue un espejismo? ¿Son más el 6-1 o el 3-9?
Durante el sorpresivo inicio caliente, fuentes del equipo reconocieron en privado la emoción, pero dudaron de su sostenibilidad.
Dijo una: "Veamos dónde estamos alrededor del juego 20".
Josh Giddey robó el balón, avanzó en transición y culminó con una volcada impresionante en solitario.
LOS RIVALES EN EL ESTADO, los Pacers, hicieron una carrera improbable a las Finales con una plantilla profunda y un estilo vertiginoso basado en múltiples manejadores y movimiento de balón.
Los Bulls miraron sus últimos 20 juegos de la temporada 2024-2025. Luego miraron a los Pacers —su plantilla, su estilo— y vieron un modelo de lo que podrían ser si trazaban el mismo camino.
"Ese es quien tenemos que ser", dijo Donovan. "Tenemos que ser mejores que la suma de nuestras partes... Todos ven a Indiana jugar, y lo primero que la gente menciona de inmediato es 'oh, su ritmo, su ritmo, su ritmo'.
"Lo que Indiana no recibe suficiente crédito es que sí, juegan realmente rápido y [Tyrese] Haliburton es un creador de juego único, pero la ‘fisicalidad’ de esos tipos en defensa es donde nuestra evolución debe continuar".
"Nos robaron la vibra", dijo a ESPN una fuente interna de los Pacers. "Dijeron antes de la temporada que iban a emular nuestro estilo. Giddey jugando el rol de Tyrese. El ritmo rápido, las remontadas al final, desgastar a los equipos".
Múltiples fuentes de los Bulls reconocieron las similitudes entre lo que intentan construir y la forma en que Indiana creó un contendiente, pero con dos grandes advertencias: Los Pacers defendían mejor (13º en eficiencia defensiva el año pasado) y emparejaban a su armador con una segunda estrella.
"Tienen a Haliburton, que es All-Star, y tienen a Siakam", dijo una fuente de los Bulls. "Si Giddey puede desarrollarse en un All-Star y ser lo que Hali fue, ¿cuándo damos el paso para obtener a nuestro Siakam?".
Giddey, por su parte, pasó el verano entrenando seis días a la semana en un gimnasio en Melbourne, Australia. Tres días de ejercicios individuales, con énfasis en: tiro de 3, que lo había afectado en Oklahoma City; usar su tamaño de 6 pies 8 para finalizar en el aro; y buscar contacto para llegar a la línea.
Los otros tres días eran para partidos simulados contra uno de los mejores defensores de la NBA: su amigo de toda la vida, el guardia de los Hawks Dyson Daniels. Ambos se conocen desde los 10 años.
"Queríamos enfrentarnos", dijo Daniels a ESPN, "hacernos mejores mutuamente".
Chicago hizo un movimiento audaz para adquirir a Giddey en junio de 2024, enviando a Caruso —un rol defensivo codiciado— en un intercambio uno a uno que dejó perpleja a la liga por no incluir selecciones adicionales. Una temporada después, el ruido creció cuando Caruso enseñaba a sus jóvenes compañeros del Thunder a descorchar champaña tras ganar las Finales.
A pesar de las críticas por el traspaso, los Bulls siguen viendo a Giddey, que cumplió 23 en octubre, como una pieza central, dijeron fuentes del equipo a ESPN.
"[Giddey] juega exactamente como queremos jugar", dijo el gerente general Marc Eversley tras el traspaso.
Giddey recompensó esa fe al final de la temporada 2024-25, y su ascenso ha continuado este año. Está casi promediando un triple-doble con 20.5 puntos, 10.0 rebotes y 9.3 asistencias, y está lanzando 39.2% en triples, además de un máximo de carrera con 6.0 tiros libres por juego.
"Estar en la posición de Josh, ser traspasado y luego que tu equipo gane el campeonato, eso te da motivación", dijo Daniels. "Está jugando duro todos los días, con la cabeza abajo. Quiere ganar".
Y tal como imaginaban los Bulls, el enfoque pasador de Giddey se ha convertido en su identidad. Chicago tiene ocho jugadores en doble dígito de puntos y es segundo en anotación de banca. Los Bulls son quintos en porcentaje de asistencias (68.5%), muy por encima del 59% (puesto 28) en 2023-24.
Giddey reconoce las similitudes entre Bulls y Pacers en los playoffs, pero también ve la brecha que Chicago debe cerrar.
"Si miras los equipos, es personal similar", dijo Giddey. "Tyrese es un jugador increíble, pero no tienen esa superestrella. Tienen muchos jugadores realmente sólidos. Defienden colectivamente, y esa es un área donde debemos mejorar".
Nikola Vucevic se viste de héroe y da la victoria a los Chicago Bulls con un triple en el último segundo.
NIKOLA VUČEVIĆ LANZÓ una advertencia.
Tras una victoria sorpresiva en Denver que cortó una racha de cinco derrotas, los Bulls necesitaron un buzzer beater de Vučević para vencer a Portland el 19 de noviembre y cerrar una corta gira por la Costa Oeste.
Dos días después, perdieron por 36 puntos en casa contra un Heat sin Andrew Wiggins ni Tyler Herro. La siguiente noche, apenas vencieron por un punto al peor equipo de la NBA, los Washington Wizards (2-16).
Visiblemente frustrado, Vučević dio una entrevista postpartido tras ese triunfo sobre Washington el 22 de noviembre mientras sus jóvenes compañeros celebraban detrás de él.
Matas Buzelis, de 21 años, saltaba. Jalen Smith, de 25, apoyaba su barbilla en el hombro del veterano.
"Muévanse, hombre", terminó diciéndoles Vučević.
A sus 35 años, en su 15ª temporada y sexta en Chicago, es el jugador más veterano del plantel.
Dijo que los Bulls eran blandos, que la forma en que estaban jugando no era compatible con ganar.
"No jugamos al estándar NBA", dijo. "Hablamos de esto, pero no creo que entendamos realmente que no es sostenible jugar así.
"A veces jugarás bien y estarás en juegos cerrados. Pero la mayoría de las veces, si sigues jugando así, vendrán derrota tras derrota".
Sus palabras fueron proféticas.
El siguiente partido: permitieron 143 puntos a los Pelicans, 27º en ofensiva. Después, 123 a Charlotte, que venía de perder 9 de 10. El sábado perdieron ante unos Pacers diezmados por un tiro de Siakam a 0.1 segundos. Fue apenas la cuarta victoria de Indiana. Chicago suma tres derrotas seguidas contra equipos rumbo a la lotería. El 1 de noviembre eran 5-0, líderes del Este. Para el 1 de diciembre estaban de nuevo bajo .500. Chicago no llega a diciembre con récord positivo desde 2021.
En su inicio 6-1, los Bulls eran séptimos en ofensiva y décimos en defensa. Desde entonces, son 23º y 23º. Y permiten 56.5 puntos en la pintura por juego, tercer peor de la NBA.
Chicago sigue viendo a Giddey, Coby White y Matas Buzelis como su núcleo futuro, dijeron fuentes, además del novato Noa Essengue, la selección 12 del draft 2025, quien debutó la semana pasada con solo 18 años.
Pero también saben que deben seguir añadiendo piezas.
Chicago posee sus primeras rondas por los próximos siete años y una adicional de Portland en 2026 (protegida top-14). Pueden traspasar hasta cinco primeras y cinco segundas rondas, y podrían tener cerca de 70 millones en espacio salarial el próximo verano, según Bobby Marks.
Los Bulls han tenido discusiones internas sobre cómo proceder, incluidas conversaciones sobre Anthony Davis, dijeron fuentes, a quien creen que podría mejorar la protección del aro y la defensa interior.
Davis es de Chicago, y los Bulls tienen tres jugadores de la zona (Ayo Dosunmu, Jevon Carter y Buzelis), lo cual no es casualidad.
Sin embargo, fuentes señalaron que los Bulls no sacrificarán a su núcleo joven por un jugador así hasta estar más cerca de competir.
"No creo que salir a perseguir a una mega estrella sea el camino —al menos hoy—", dijo una fuente.
White, el jugador con más tiempo en el equipo, ha vivido todas las etapas: las 22 victorias, las 46, y las temporadas recientes de 40, 39 y 39 con derrotas en el play-in.
"No puedes encender un interruptor", dijo este mes.
"Construir una cultura toma tiempo. Construir cómo quieres jugar toma tiempo. Construir una identidad toma tiempo”.