Yankees tiene la mentalidad en ganar a Dodgers el Juego 4 y cambiar la historia de la Serie Mundial en la que está abajo por 3-0
NUEVA YORK -- Para que New York Yankees, la franquicia con la historia más rica del beisbol, gane su Serie Mundial número 28 y la primera desde 2009, tendrán que hacer historia.
Ningún equipo ha superado jamás un déficit de 3-0 en una serie para ganar un Clásico de Otoño. Sólo un club –los Boston Red Sox contra los Yankees en la Serie de Campeonato de la Liga Americana hace dos décadas– ha logrado la remontada en una serie de postemporada. Pero ahí es donde se encuentran los Yankees, cuya ofensiva ha desaparecido en buena medida en el escenario más grandioso, después de caer por 4-2 ante Los Ángeles Dodgers en el Juego 3 en el Yankee Stadium el lunes. La búsqueda para convertirse en el primer equipo en desafiar las probabilidades en la Serie Mundial comienza con el Juego 4 este martes.
"Estamos tratando de conseguir un juego mañana (el martes)", dijo el manager Aaron Boone. "¿OK? Ahí es donde está nuestro enfoque. Ojalá podamos ser esta historia increíble y sorprender al mundo".
Lo que ha sido impactante hasta ahora en esta Serie Mundial ha sido la ineptitud ofensiva de Nueva York. Los Yankees, líderes de la Liga Americana en carreras anotadas durante la temporada regular, han timbrado siete carreras en los tres juegos. Tienen marca de 20-4 con corredores en posición de anotar. Han dejado a 25 corredores en base. Tienen sólo un hit menos que los Dodgers, pero han totalizado 31 ponches contra 17 de los Dodgers.
"Todo lo que se necesita es uno", dijo el jardinero central de los Yankees Aaron Judge. "Todo lo que se necesita es un swing, un turno al bat, una jugada, y todo cambia. Ésa es la mentalidad que hay que tener".
En el centro de las dificultades, aunque lejos de ser la única causa, está Aaron Judge. El jardinero central súperestrella no parecía estar en este planeta durante la mayor parte del verano. Se espera que gane el MVP de la Liga Americana por unanimidad. En el tercer juego, se vio mejor en el plato que durante el segundo, pero aun así no conectó hits, se ponchó en una ocasión y negoció una base por bolas, y su cuenta llegó a 12-1, con siete ponches y un pasaporte en la Serie Mundial y de 43-6 (.140) con un OPS de .580 y 20 ponches en 12 juegos de postemporada.
"Sí, definitivamente", dijo Judge cuando se le preguntó si pensaba que estaba decepcionando a su equipo. "Uno quiere conseguir hits. Uno quiere salir a hacer su trabajo. Pero yo no estoy haciendo mi trabajo ahora mismo. Así que tengo que levantarme".
La falta de ofensiva combinada con los hoyos iniciales han enterrado a los Yankees, que no han estado arriba en la pizarra desde que Nestor Cortes le permitió el grand slam de la victoria a Freddie Freeman en el primer juego. Su déficit en el tercer juego comenzó cuando Clarke Schmidt le dio base por bolas en cuatro lanzamientos a Shohei Ohtani, quien estaba abriendo la entrada para los Dodgers dos días después de dislocarse el hombro. Dos bateadores después, Freeman despachó un cutter de Schmidt contra los asientos del jardín derecho para un jonrón de dos carreras.
Schmidt permitió otra carrera en la tercera entrada, con dos outs, antes de salir del juego. El derecho realizó 68 lanzamientos para registrar ocho outs.
"Estamos jugando un poco a la defensiva", dijo el jardinero izquierdo de los Yankees, Alex Verdugo. "Necesitamos adelantarnos y tener algo de impulso de nuestro lado".
Verdugo proporcionó las únicas carreras de los Yankees con un jonrón de dos rayitas, con dos outs, en la novena entrada mientras los fanáticos salían del estadio. Giancarlo Stanton bateóde 4-2, con un doble. El resto del equipo bateó de 27-3 contra Walker Buehler, quien mantuvo a Nueva York con dos hits en cinco entradas impecables, y seis relevistas de los Dodgers.
Los Yankees tuvieron corredores que llegaron a la base en cada una de las últimas cuatro entradas. Tuvieron un rally que terminó con un tiro cuestionable (Stanton fue puesto out en home después de conectar un doble en la cuarta entrada) y un strike cuestionable (Gleyber Torres vio un pitcheo por encima de la zona de strike con dos corredores en base en la séptima entrada). La actuación provocó abucheos de la multitud local en el primer juego de la Serie Mundial en el Yankee Stadium desde el 4 de noviembre de 2009.
Si hay algo positivo que destacar del lunes es que los Yankees vieron a seis relevistas de los Dodgers antes de su juego de bullpen programado para el martes. Las repeticiones, esperan, conducirán a la producción. La historia no está de su lado. Cada uno de los últimos nueve equipos que tomaron una ventaja de 3-0 en la Serie Mundial completaron una barrida, según ESPN Research. El último equipo que forzó un Juego 5 fueron los Cincinnati Reds de 1970 contra los Baltimore Orioles. Un equipo nunca ha forzado un Juego 6 después de ir perdiendo 3-0.
"No nos veo rindiéndonos mañana", dijo el primera base Anthony Rizzo.
Esta Serie Mundial fue tan publicitada como cualquier otra en la memoria reciente. Las dos franquicias más emblemáticas del deporte, representando a cada costa, agregaron otro capítulo a su rivalidad en la Serie Mundial después de una pausa de 43 años. Integrantes del Salón de la Fama poblando ambos rosters. Celebridades salpicando a las multitudes. Esta serie ha tenido de todo.
Pero lo que comenzó con un clásico instantáneo en el Juego 1 podría terminar repentinamente con una barrida este martes, en gran medida, porque la ofensiva de los Yankees ha acumulado demasiados ceros. Le darán la pelota al novato Luis Gil con su temporada en juego buscando brindarle apoyo de carreras tempranas para aliviar su carga y comenzar a montar una remontada histórica.
Sabemos que las probabilidades están en nuestra contra", dijo Cortés. "Pero este equipo es demasiado resistente. Creo que hemos demostrado suficiente lucha en nosotros para regresar. Si hay un equipo que puede hacerlo, seremos nosotros".