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Kyle Farnsworth se lleva sus talentos al sur de la frontera

Luego de 16 temporadas en Grandes Ligas, Kyle Farnsworth ha lanzado en México en los últimos dos años. Kim Klement-USA TODAY Sports

Nota del editor: Puedes ver la versión en inglés de esta historia aquí.

Kyle Farnsworth tiene 40 años y no ha lanzado en las grandes ligas desde 2014. Es posible que usted recuerde que él ocupó los titulares hace un año por haberse unido de manera algo secreta a los Orlando Phantoms, un equipo de fútbol americano semiprofesional.

Pero eso no quiere decir que Farnsworth se haya retirado del béisbol. Él ha estado trabajando las últimas dos temporadas en la Liga Mexicana, y si nos dejamos guiar por su ajetreado pasado, es imposible adivinar adónde lo llevará su próxima decisión.

A primera vista, Farnsworth, que aumentó 15 libras de tejido muscular después de dejar las ligas mayores, tiene una estructura de 6 pies 4 pulgadas, 245 libras, que parece hecha a medida para el fútbol americano y su técnica de taclear aplicada cuando derribó a Paul Wilson, de los Cincinnati Reds, en 2003, demostró que tenía inclinación por este deporte. Pero la edad de 38 años no es la ideal para iniciar una carrera de largo alcance en el fútbol americano.

Después de haber amasado 11 capturas en 2015 como extremo defensivo para los Phantoms, Farnsworth retornó inmediatamente al béisbol. A pesar de un historial de 16 temporadas en las grandes ligas lanzando para nueve equipos, entre los que se incluyen los Cachorros de Chicago, los Yankees de Nueva York y los Rays de Tampa Bay, no pudo persuadir a nadie en MLB para que le brindaran otra oportunidad, por lo que se aventuró yendo al sur y uniéndose a los Pericos de Puebla en la segunda mitad de la temporada 2015 de la Liga Mexicana. (La Liga Mexicana está clasificada como circuito Triple A, pero es el máximo nivel de béisbol de ese país).

"Sabía que todavía quería jugar, seguir compitiendo, y [yo creía que podía] hacerlo bien", dijo. "Todavía tengo la llama encendida en mi. La Liga Mexicana lo comprendió y me dio la oportunidad de continuar con mi sueño".

Probablemente consciente de que el cuerpo de Farnsworth había estado expuesto a los rigores del fútbol americano, el presidente del equipo de Puebla, Juan Villarreal, no estaba convencido al principio y lo contrató solo después de un prolongado período de pruebas.

En Puebla, uno de los equipos más ricos de México y una organización que ansía con optimismo terminar con la sequía de campeonatos que sufre la ciudad en las últimas tres décadas, Farnsworth se sumó a los veteranos de la MLB, Miguel Tejada, Willy Taveras, Armando Galarraga y Luke Scott. Aunque algunas de las caras eran familiares, debió hacer algunos ajustes.

"Definitivamente, fue una sorpresa", dijo Farnsworth. "Estaba acostumbrado a otras cosas. Siempre me gustó llegar temprano al campo con ganas de [hacer mi rutina], pero allá eso no es posible. Llegas al campo una hora antes del juego y solo te preparas".

Farnsworth dijo que su "español chapurreado" fue suficiente para permitirle comunicarse corrientemente en Puebla, una ciudad colonial en el centro de México que él describe como "realmente segura, realmente hermosa". También conservó su otra pasión deportiva presente y en su rutina, arrojando a menudo una pelota de fútbol americano para calentar su brazo.

Con 2.04 de efectividad y WHIP de 0.96 en 17 actuaciones de relevo, Farnsworth demostró que todavía podía cumplir en el montículo, pero Puebla no pudo clasificarse para la postemporada. Después de una segunda temporada con los Phantoms a principios de este año, aterrorizando a los mariscales de campo, Farnsworth fue convocado nuevamente por Puebla para luego ser sorpresivamente liberado el último día del entrenamiento de primavera.

Sin otras alternativas, Farnsworth estaba dispuesto a jugar para los Algodoneros de San Luis en la Liga Norte Mexicana, un circuito regional Doble A.

"El Gerente General de Puebla me dijo que podía ir a Sonora y seguir jugando, mantenerme en forma y que luego me convocarían", dijo.

Y eso es exactamente lo que ocurrió. Pronto se unió a los Broncos de Reynosa, un equipo de la Liga Mexicana de una ciudad del noreste ubicada a 16 millas al sur de McAllen, Texas. En marcado contraste con la provincial Puebla, la ciudad fronteriza de Reynosa es sistemáticamente clasificada como una de las más peligrosas de México. Farnsworth estaba consciente de los problemas que enfrentaba en su nuevo hogar, pero no se amedrentó.

"Lo único a lo que me tuve que acostumbrar es a ver a todos los soldados y policías patrullando las calles con ametralladoras en la parte posterior de sus camionetas", dijo. "Eso fue bastante sorprendente".

A pesar de ello, Farnsworth tiene una opinión positiva de Reynosa, algo que se refleja con alegría en sus comentarios por Twitter. Fotografías suyas durante el entrenamiento o anunciando su llegada al campo están mezcladas con excursiones recreativas, incluyendo una tradición del norte de México: la carne asada.

"Del hotel, básicamente, yo iba al campo y al gimnasio, y eso era todo", dijo. "Me mantuve alejado de todo lo negativo, y pasaba tiempo en el campo con los muchachos. Todos describen a estas [ciudades fronterizas] mexicanas como inseguras y peligrosas, pero en su gran mayoría, son ciudades pequeñas lindas".

Reynosa tenía un equipo joven y Farnsworth se convirtió en un referente para sus compañeros de equipo, según lo relata Víctor Vizcarra, el encargado de prensa del equipo y vocero en cada partido.

"Todos los jugadores tienen entre 20 y 30 años, así que a veces les sugeríamos a quién debían recurrir por consejos", dijo Vizcarra. "Siempre era [Farnsworth] Su trabajo no se limitaba a lanzar; se transformó en otra cosa".

Enfocado en el béisbol, Farnsworth, que durante mucho tiempo estuvo en el bullpen en MLB, llegó a participar de la rotación de Reynosa, abriendo sus primeros juegos desde que era un joven de 24 años con los Cachorros en al año 2000.

"Fue un gran cambio para él", dijo Vizcarra. "Llegó con la idea de que sería nuestro cerrador. El equipo conocía su historial y lo contrató. Trabajó como cerrador, como lanzador de relevo y luego llegó ese primer inicio contra Puebla".

El destino quiso que el retorno de Farnsworth a ser lanzador abridor fuera contra su antiguo club. Lanzó durante seis entradas y posibilitó tres carreras, ninguna limpia, para retirarse con un triunfo, una rareza en una temporada que vería a Reynosa terminar 24-88.

Farnsworth afirma que una intensa rutina de entrenamiento es la razón por la que pudo hacer más de 80 lanzamientos cada cinco días por primera vez desde el último año del mandato de Bill Clinton (ese año, Vicente Fox ganó la elección presidencial, por si se lo pregunta). La transición fue tan gradual que incluso Farnsworth quedó impresionado.

"Me impactó eso, y nunca me sentí demasiado dolorido después de ninguna de las aperturas", dijo. "Creo que los prolongados períodos dedicados a ponerme en condiciones y entrenarme dieron finalmente sus frutos".

"Una vez que te sacas la camiseta, no te la puedes volver a poner. Así que voy a tratar de disfrutarla tanto como pueda."
Kyle Fansworth

Después de que Reynosa terminara una dura temporada de 2016 en el último lugar, Farnsworth quedó otra vez libre para perseguir sus otros intereses. A los pocos días, estaba de vuelta en Florida, donde lo detectaron en un evento de videojuegos de Grandes Ligas, jugando en Twitter a Call of Duty y preparándose para otra temporada de fútbol americano.

Aún así, todavía piensa en el béisbol. Dijo que demora en decidirse sobre retornar a México para una tercera temporada, pero que no está listo para retirarse todavía.

"Yo no descartaría la posibilidad de que vuelva a jugar en México", dijo Vizcarra. "Era muy respetado en los vestuarios".

Farnsworth lamenta el hecho de haber perdido otra posibilidad de ir al extranjero.

"Tuve una oferta para jugar fútbol americano profesional en Australia", dijo. "Se suponía que se organizaría una liga que finalmente se postergó para el año próximo, pero eso hubiera sido divertido".

Aunque es difícil predecir dónde volverá a aparecer Farnsworth, o en qué deporte estará compitiendo cuando lo haga, una cosa es absolutamente clara: No va a desaparecer tranquilamente aceptando su retiro. En todo caso, está escapándose de esa situación tanto tiempo como sea posible.

"Una vez que te sacas la camiseta, no te la puedes volver a poner", dijo. "Así que voy a tratar de disfrutarla tanto como pueda".