DENVER - Cuando Julio Urias debutó en las Grandes Ligas con Los Angeles Dodgers el 26 de mayo de 2016, era un zurdo lanzador de poder que venía de México y tenía 19 años. Así que las comparaciones con Fernando Valenzuela, la estrella de los Dodgers del sur de la frontera en los años 80, eran inevitables.
Pero mientras Fernandomania tomó el país por asalto en el verano de 1980, Urias encontró su carrera en espera después de una sólida temporada de novato (3.39 ERA en 77 entradas, 9.8 K / 9) debido a una lesión en el hombro que sufrió en las menores en junio de 2017 y que requirió cirugía, sacándolo de circulación por el resto de esa temporada y la primera mitad de 2018. Urias regresó a las Grandes Ligas para el tramo final después de solo ocho apariciones de rehabilitación en las menores, y contribuyó a la segunda conquista consecutiva de los Dodgers del banderín de campeón de la Liga Nacional y lanzó en la Serie Mundial.
Ahora, Urias, de 22 años, ha regresado a la rotación de los Dodgers, listo para renovar su apuesta por el estrellato. Antes de su apertura en Sunday Night Baseball en ESPN (8:30 ET), Marly Rivera se encontró con el ex fenómeno adolescente para hablar sobre su recuperación de la cirugía, la emoción de lanzar en la postemporada y sus expectativas para el futuro.
Subiste a Grandes Ligas a los 19 años, eres un lanzador zurdo de México, y vistes el uniforme de los Dodgers de Los Ángeles. Las comparaciones con Fernando Valenzuela eran inevitables. ¿Sentiste en un principio que tenías que ser como él?
Urias: Se podría de decir que no (me sentí) molesto (con las comparaciones), porque a la vez es algo como halagador, pero también escucharlo tantas veces yo pienso que sí cansa. Como lo he dicho, Fernando es Fernando. Los números de Fernando van a estar para siempre. Es algo que marcó tanto el béisbol de México, también el béisbol aquí de Estados Unidos, como en Los Ángeles. Es algo que nunca va a cambiar. Ahora nosotros estamos tratando de abrir nuestro camino y hacer nuestros números. Entonces eso es lo que tengo en mi mentalidad. Ya Fernando hizo lo de él. Fue un tremendo pitcher y como Fernando no van a haber dos. Ahora hay que hacer la carrera de uno y llegar lo más lejos que uno pueda.
¿Sentiste algo de presión?
Urias: Para qué mentirte, (sí), pero no tanto con el aficionado sino con el equipo. Que el equipo te dé la oportunidad a los 19 años, ellos esperan cosas muy buenas de ti, y no te voy a mentir como que cada vez que salía a pitchear lo pensaba. Tal vez era la (falta de) experiencia, que uno tenía que aprender para dar lo mejor de uno hasta donde uno puede dar. Antes yo pensaba como que tengo que hacerlo excelente porque no quiero fallarle al equipo, no quiero fallarle a la afición, no quiero que se hablen obviamente cosas (negativas) de mí. Pero yo ahorita pienso que son cositas que uno aprende por el camino y años tras años aquí te enseñan tus compañeros a eso. He cambiado en mi mentalidad del Julio de hace tres años al Julio de ahora.
¿Qué te ha ayudado a desarrollar esa mentalidad, lo cual es difícil para un pelotero tan joven como tú?
Urias: Los compañeros aquí, como lo que es Kershaw, como lo que es Rich Hill, me llevo muy bien con Ryu a pesar del idioma, con Maeda. Verlos a ellos que se suben a lanzar y siempre dan lo mejor de ellos, pero obviamente no puede salir bien todo el tiempo. Esa unas de las cosas que uno aprende de ellos. La familia (también) es una pieza fundamental para uno. En este caso mi mamá, mi papá que cuando llegaban los momentos malos siempre estaban al pendiente de mí, siempre estaban con esas palabras de aliento hacia uno. Esas son las cositas fundamentales que lo ayudan a uno.
¿Qué aprendiste de los últimos años y las lesiones que sufriste?
Urias: A nunca rendirte. Es una de las frases, que hasta tatuada la tengo, es unas de las frases que más me lleva. Llegó la operación, fueron seis meses sin tirar una pelota y cuando empecé a tirar la pelota no sentía ningún dolor gracias a Dios. No sentí ningún problema. Pero al momento que me subí a la loma por primera vez, mis primeros tres bullpens no pasaba de 82 millas. Era con todo el gas que yo tiraba. Todo lo que tenía era como tirar esos tres bullpens y no pasaba 82 millas y yo decía ya estoy en el barco, no tengo que bajarme del barco. Si me bajo del barco se puede ir mi carrera, todo lo que he trabajado se va a la nada. Esa es una de las cositas que aprendí, a nunca rendirme, seguir trabajando fuerte día a día y el terminar un día que fuera bueno, prepararse para el día siguiente y no pensar los cuatros o cinco días, o a donde voy a estar en un mes.
Mariano Rivera siempre decía que los lanzadores tienen que tener una memoria muy corta. ¿Es un aspecto que has mejorado?
Urias: Sí, la verdad que pienso es una de las piezas fundamentales que yo he aprendido, sobretodo el no llevarte por lo que pasó. No llevarte por lo que ya te hicieron. Simplemente, otro juego, otro juego nuevo que vas con tus fuerzas contra la fuerza de ellos. Es lo bonito de este deporte, el béisbol siempre te da otras oportunidades. Te da una segunda oportunidad, te da una tercera oportunidad, y dar lo mejor de ti es lo (único) que uno puede hacer.
¿Cuándo te hiciste el tatuaje?
Urias: Me lo hice durante el proceso de la cirugía, como a los ocho meses de la cirugía me lo hice.
¿Es una especie de recordatorio?
Urias: Así es. Es un recordatorio de la mentalidad que uno tiene, que hay que tener al día a día en la vida tanto como en el béisbol. Cualquier cosa que pase yo pienso en nunca rendirme, es unas de las cosas más fundamentales que uno tiene que llevar en la mente.
¿Cuánta confianza te dio participar en los playoffs y tener un buen desempeño?
Urias: La verdad... muchísima. Recuerdo que cuando pasamos a los playoffs, yo dije 'bueno, gracias a Dios porque regresé', que el equipo me dio la oportunidad de pitchar en septiembre. Me dije, 'ok, ya mi año aquí se puede decir que termina porque ya pude regresar a la loma de Grandes Ligas que era mi primera meta. Ahora esperar a que el equipo obviamente llegue lo más lejos posible y desearle lo mejor'. Yo nunca me imaginé que iba a ser unas de las piezas para los playoffs. Entonces cuando hicieron el primer roster para Atlanta, que no estuve yo adentro, pero me llevaron con el equipo a Atlanta, estábamos en ese avión y dije 'ok a lo mejor puede pasar cualquier cosa y que me den la oportunidad'. Llegó la serie contra Milwaukee y me dieron la oportunidad. Me dieron obviamente ese out que le saqué a Christian Yelich, que yo pienso ha sido un momento fundamental para mi carrera, y desde ahí yo pienso, ya estamos aquí, ahora adelante. Ya llegó la Serie Mundial, cosa soñada, la verdad que nunca me imaginé. Esas dos semanas de juegos van a ser y seguirán siendo fundamentales para mi carrera.
Háblame de haber conseguido ese out...
Urias: Es inolvidable un momento así. Si no hubiera conseguido ese out, quien sabe dónde estuviéramos. A lo mejor ahí hubiéramos terminado la serie. Que mi compañero (hubiera) atrapado esa bola allá en el outfield, que se haya hecho ese atrapadón, es unos de los outs que quedará más marcado en mi carrera. Tengo la confianza de decir: 'ya lo hice, ¿por qué no lo puedo seguir haciendo?'. Es algo bonito que el béisbol te da otras oportunidades.
Dave Roberts ha dicho continuamente que lo primordial es tu salud, ¿sientes que ya puedes lanzar sin pensar en la cirugía?
Urias: Yo siempre le he tenido esa palabra de agradecimiento al equipo porque obviamente el equipo está hecho para ganar, hecho para competir día a día, pero que ellos también tengan esa mentalidad hacia mí, de protegerme, de no soltarme las riendas de una, es algo que también agradezco de ellos. Ahorita me siento bien, mi brazo se siente bien, pero también no tengo la mentalidad de decirle denme ocho o nueve innings cada vez que pitcheo. Son cositas que uno tiene que aprender sobre las lesiones y estar preparado es la pieza más fundamental ahorita, que no haya ningún dolor, que no haya ningún impedimento de poder pitchar, es una de las piezas que yo les dejaré ellos más saber. Yo siempre les he dicho a ellos, mientras mi brazo se sienta bien, en cualquier lugar que ustedes me necesiten, ya sea bullpen, abriendo, yo estaría disponible para ustedes.
¿Qué es lo más difícil de lanzar en Coors Field?
Urias: Es algo diferente, se podría decir, y difícil en comparación al resto de los estadios por los lanzamientos, se podría decir rompientes, es un poquito más difícil en este parque. Pero es lo mismo, cuando uno no ejecuta los lanzamientos como lo tiene que ejecutar, así sea en (un parque) de 600 pies, te la van a sacar. Uno tiene que aprender y no llevarse eso a la loma. Obviamente es un tremendo equipo Colorado. Tiene tremendos bateadores. Pero también uno está aquí por algo y le dan la oportunidad por algo.
Los Dodgers han conectado 22 jonrones y han anotado 72 carreras en 9 juegos. ¿Cuánta confianza te da subir a la loma con esa ofensiva respaldándote?
Urias: Es algo que día a día uno disfruta verlo. Son muchos jugadores (contribuyendo a la ofensiva). Un día es uno, otro día es otro. A un lineup así yo no quisiera enfrentar nunca. Mala suerte para los que se enfrentan a ellos porque la verdad, son tan buenos del primero al noveno, todos te la pueden sacar. Es algo bien difícil pitcharle a este equipo. Uno sale con esa confianza de poner el cero que uno quiere poner, cero tras cero, y que (la ofensiva) haga su trabajo. Pero sí es algo muy importante para uno como pitcher tener esa confianza en los bateadores de uno.
¿Cuáles son tus expectativas esta temporada?
Urias: Primero y que nada la salud, que es lo más fundamental. Unas de mis primeras metas era tener un buen spring training y empezar con el equipo, cosas que tenía ya tres años que no lo había hecho y este año me llegó la oportunidad. Ya cumplí mi primera meta durante el año. Ahora mantenerme saludable y mantenerme todo el año aquí con el equipo, esa es mi segunda meta. Y obviamente la meta de todos los jugadores, de todos mis compañeros, que tenemos dos años en esto, y es llegar a la Serie Mundial y ganarla.