El pitcher y miembro del Salón de la Fama, Tom Seaver, quien guió a los New York Mets a una improbable victoria en la Serie Mundial de 1969, falleció a los 75 años de edad, informó su familia al recinto de Cooperstown.
El Salón de la Fama informó que Seaver falleció el lunes por complicaciones de la enfermedad de demencia de Lewy y COVID-190
Seaver se retiró de la vida pública en marzo de 2019.
“Estamos destrozados por compartir la noticia de que nuestro amado esposo y padre falleció”, indicaron Nancy, su esposa, y sus hijas Sarah y Anne. “Mandamos nuestro amor a sus fans y lamentamos su pérdida con ustedes”.
El derecho, conocido como “Tom Terrific”, terminó como líder de las Mayores en 1969 con 25 victorias y ese año ganó el primero de sus tres Cy Young.
Seaver fue conocido como “el pitcher más duro que enfrenté” por quien es considerado el mejor bateador de su generación, Hank Aaron. En 1967, en su primera temporada en Grandes Ligas y en camino a ganar el premio como Novato del Año, se presentó a sí mismo con Aaron en el Juego de Estrellas.
“Niño, sé quién eres y antes de que termine tu carrera, te garantizo que todos en este estadio lo sabrán, también”, le dijo Aaron en aquella ocasión a Seaver.
Rob Manfred, comisionado de Grandes Ligas, emitió un comunicado en el que calificó a Seaver como “uno de los pitchers más grandes de todos los tiempos y un caballero que representó lo mejor de nuestro pasatiempo nacional”.
“Fue sinónimo de New York Mets y de su inolvidable temporada de 1969. Tras ese improbable campeonato de Serie Mundial, Tom se convirtió en una figura de peso para todos los aficionados al beisbol, responsabilidad con distinción toda su vida”, agregó Manfred. “A nombre de toda la familia de Grandes Ligas, extiendo mis condolencias a la familia de Tom, a sus admiradores, a los fans de los Mets y toda la gente a la que tocó”.
George Thomas Seaver nació el 17 de noviembre de 1944 en Fresno, California, y jugó 20 temporadas en las Mayores, las primeras 11 con los Mets, quienes se hicieron de sus servicios cuando su nombre fue elegido de un sombrero por el comisionado William Eckert tras una firma con los Braves que no pudo concretarse.
Seaver terminó con marca de 16-13 en 1967, cuando los Mets terminaron en el último lugar, y también jugó con los Cincinnati Reds y los Chicago White Sox, antes de poner fin a su carrera a los 41 años con los Boston Red Sox, a quienes ayudó a llegar a Playoffs en 1986. Una lesión en la rodilla le impidió participar en la Postemporada.
Seaver terminó su carrera con récord de 311-205, efectividad de 2.86 y 3,640 ponches. Además de sus tres Cy Young, Seaver fue a 12 Juegos de Estrellas, fue líder de la liga en victorias tres veces, de ponches en cinco y promedio de carreras limpias en tres. En cinco temporadas ganó al menos 20 juegos.
“Mi idea de dirigir es darle la pelota a Tom Seaver y sentarme y verlo trabajar”, dijo Sparky Anderson, manager miembro del Salón de la Fama y quien dirigió a Seaver en 1977 y 78 con los Reds.
Entre sus juegos más notables está un sin hit ante los Cardinals como pitcher de Cincinnati en 1978. También tuvo cinco juegos con sólo un hit permitido y una actuación de 19 ponches ante los Padres en 1970 que incluyó despachar a los últimos 10 bateadores en fila, récord de Grandes Ligas.
Una carrera que incluyó 231 juegos completos y 61 blanqueadas (cifra empatada en el séptimo lugar en la historia) le hicieron llegar al Salón de la Fama en su primer año de elegibilidad con el 98.8 por ciento de los votos, el porcentaje más alto en su momento.
El número 41 de Seaver fue retirado por los Mets en 1988 y en septiembre de 2008, participó en la ceremonia junto a Mike Piazza, el otro pelotero con la gorra de los Mets en su placa en Cooperstown, en la ceremonia para el cierre del Shea Stadium y en la de abril de 2009 para la inauguración del Citi Field.
Tras concluir su carrera como pelotero, Seaver trabajó como analista de televisión con los Mets y Yankees y a nivel nacional con la NBA para más adelante abrir el Seaver Vineyards en Calistoga, California.