Punto: No hay razón para que algún día veamos a un triple para dejar tendido al rival.
Si el bateador llega a salvo a la tercera base, eso significa que el corredor que iba al frente de él - el que representa la carrera para terminar el juego - ya había salido de la tercera base, presumiblemente anotó y acabó el juego. La carrera del bateador no tiene sentido. No hay recompensa por alargar un doble a triple cuando el juego ha terminado.
Mientras tanto, el riesgo es mínimo pero existente: El bateador pudo haber sido puesto fuera en la tercera base antes que anotara la carrera de la victoria. Quizás se tropezó, se cayó o se perdió. O el corredor que iba al frente, el que representa la carrera para terminar el juego al frente de él, quizás se vea forzado a retroceder a la tercera base, ya sea por tropiezo, caída, pérdida o simplemente reevaluación de su plan de juego. En tal caso, el bateador ahora tendrá prohibido volver a la seguridad.
Al estirar un doble a un triple sin sentido, el bateador abre simultáneamente un segundo frente en el que su equipo puede ser atacado y se le elimine la opción solitaria del corredor principal para el retiro. Es como intentar bloquear un tiro de tres puntos para ganar el juego cuando tienes ventaja de cuatro puntos. Es como un mariscal de campo victorioso intentando obtener tardas cuando baja su rodilla al expirar el reloj. Es un acto absurdo el intentar irse a la tercera base en una situación para dejar tendido al rival.
Contrapunto: Pero suceden de todos modos. ¿Por qué ocurre esto?
Hubo cuatro triples para dejar tendido al rival en 2016. Uno de los cuatro fue una clara excepción a nuestro punto: Josh Harrison conectó un triple y llegó al plato con la carrera de la victoria mediante error en el tiro. Ese no fue un triple para dejar tendido al rival, sino un triple para dejar tendido al rival más un error de una base. Está exento. En cuanto a por qué ocurrieron los otros tres, estamos preparados para entregar respuestas. De hecho, dos respuestas por cada uno.
1. Jay Bruce conecta un triple para dejar tendido al rival para los Rojos, 10 de abril.
0:06: La pelota aterriza en la línea del jardín derecho. El jardinero derecho de los Piratas, Gregory Polanco, está literalmente a 1 millón de millas de ella.
0:08: "¡[Brandon] Phillips está en camino a la tercera!" Bruce, en la primera base, echa un vistazo para ver el progreso de Phillips, cerca de 120 pies delante de Bruce. Entonces Bruce mira hacia el jardín derecho, ve la posición de la pelota y Polanco, y sigue corriendo. Mientras Phillips se coloca a unos 30 pies más o menos de anotar, Bruce pisa la intermedia y se encamina a la antesala.
0:14: Phillips toca el plato con la carrera de la victoria. El tiro al plato está a unos 40 pies de distancia y rebota en forma burlona. El receptor Chris Stewart lanza lejos la pelota en disgusto.
0:16 más o menos: Bruce toca la tercera base, y luego comienza a correr hacia atrás hacia la segunda para ser rodeado por sus compañeros.
Explicación 1: Una de mis cosas favoritas sobre el béisbol de antaño - béisbol bien viejo, por allá por los 1800 - es que ellos jugaban la parte baja de la novena entrada sin importar como estuviera el marcador. No era cómo ahora, que solo se juega cuando el equipo local lo necesita. En ocasiones me pregunto cómo eran esas innecesarias mitades de esa entrada. ¿Todo el mundo daba su mejor esfuerzo? ¿Se quedaban los fanáticos a verla? ¿Ponían a lanzar al hijo del coach? Nunca volveremos a jugar esa mitad superflua de una entrada porque todos consideramos bastante el punto del béisbol de ganar el juego. El béisbol existe para entregar definitivamente una victoria o una derrota.
Es una reflexión de la cultura en la que el ganador se queda con todo: Una vez tú ganas, te lo llevas todo, y una vez tu pierdes, no hay nada más que buscar, así que todos nos vamos a casa. Pero cuando juegas la parte baja de la novena entrada luego que el juego ha sido decidido, se está diciendo que algo importa sobre el béisbol incluso cuando no está en la balanza una victoria. Se está diciendo que hay belleza y un significado inherente en el juego de béisbol, y que eso significa más que una oportunidad para declarar a alguien como el ganador. Uno juega, y uno juega duro, porque el béisbol se juega duro, por su propia naturaleza, sin importar lo que esté en juego, lo que se añade al producto neto del deporte.
Jay Bruce llegó a tercera porque un jugador de béisbol que juega duro llega a tercera. No todos los artistas pintan por la fama y por las comisiones. Algunos pintan para crear algo hermoso.
Explicación 2: Phillips fue quieto por bastante margen, pero había, por lo menos, una jugada nominal en el plato. Había un solo out. Si Phillips era puesto fuera, Bruce habría representado la carrera de la victoria, y habría solo dos outs. Al llegar a tercera, Bruce habría aumentado las probabilidades de victoria de su equipo de 61 por ciento a 68 por ciento en el raro caso de que Phillips fuese puesto fuera. Bruce decidió que esta ventaja condicional era mayor que la probabilidad de que interrumpiera los intentos de Phillips de anotar por su cuenta. Él estaba jugando para ganar.
2. Stephen Drew conecta un triple para dejar en el terreno al rival para los Nacionales, 23 de julio.
0:08: La pelota aterriza en la pared del jardín derecho central. Solo había un out.
0:10: El jardinero central de los Padres Travis Jankowski levanta la pelota y la dispara al hombre del corte, Ryan Schimpf.
0:11: Lo pueden revisar: Jankowski y Schimpf son definitivamente personas reales.
0:12: Schimpf da la vuelta y se prepara para tirar. Drew está pisando la segunda base; va a ser out por gran distancia si Schimpf tira a tercera, aunque Anthony Rendón anotaría la carrera de la victoria. Wil Myers, el hombre del segundo corte, se colocó entre Schimpf y el plato, apuntando hacia la tercera.
0:13: Schimpf decide tirar hacia el plato. El hombre en el círculo de espera Ben Revere, anticipando que anotaría la carrera de la victoria, se mete al terreno de juego, listo para abrazar a Stephen Drew.
0:14: Rendón anota, finalizando el partido. Drew, a unos 35 pies de la tercera base, sigue levantando sus brazos y corriendo duro.
Explicación 3: Es algo básicamente irracional el seguir hacia la tercera base si eres Drew. Sin embargo, con lo que Drew estaba contando es que el otro equipo era capaz de actuar irracionalmente al igual que él, y que las consecuencias potenciales de esa selección irracional eran menos costosas que lo costosas que serían las consecuencias potenciales de la selección irracional de los Padres.
Aquí, vemos lo que casi ocurrió: Myers, asumiendo el rol de capitán en el terreno, apunta hacia la antesala y dirige a Schimpf a tirar allí. Por supuesto, eso sería hilarante. Drew como corredor no importa (¡que es la premisa de esta investigación!), y casi no hay posibilidades de que ellos logren atraparlo antes de que Rendón cruce el plato y finalice el juego. Y aun así: Está Myers, preocupado por el corredor sin importancia, en vez de preocuparse por la carrera ganadora, e intentando hacer que su compañero haga algo ridículo.
Los jugadores saben que ellos son falibles y que pueden cometer errores mentales. Ellos saben, igual de confiados, que sus oponentes también son falibles y que cometerán errores mentales. En esta instancia, Drew le dio a los Padres la oportunidad de cometer un error mental. Él estaba haciendo teorías del juego.
Explicación 4: Hace algunos años, yo escribí sobre el fallo de Roy Halladay de completar un solo partido en 2012. Antes de eso, los juegos completos de Halladay eran un acontecimiento singular: él tuvo más juegos completos en el transcurso de una década que equipos completos. Lideró la liga en juegos completos en cada una de las anteriores cinco temporadas, y tuvo posesión completa de dicha categoría en siete de las anteriores nueve temporadas. Tuvo ocho juegos completos la temporada anterior. Y de repente, no tuvo ninguno. Yo dije en ese momento que la falta de juegos completos de Halladay era más que una mera casualidad, o un típico declive, sino el canario en la mina de carbón de su carrera. Representó un abismo del que nunca pudo salir; de repente se convirtió en alguien viejo. Al año siguiente, Halladay tuvo efectividad de 6.82 y nunca más volvió a lanzar.
Stephen Drew fue muy bueno en muchas cosas en su larga carrera, pero fue especialmente notable por batear triples. No era tan rápido, pero si tenía habilidad para encontrar los huecos en los jardines, y lograba correr por más de 12 segundos consecutivos sin detenerse. De 2008 a 2010, lideró a todos los jugadores en MLB con 35 triples, bateando 11 o más en cada una de las tres temporadas. Drew es viejo ahora, y no es bueno en muchas cosas. Esto es aparente en todas sus estadísticas, y en los contratos que consigue, y en el rol que juega (era bateador emergente en este partido), pero quizás nada refleja mejor su edad y su declive como su total de triples:
2013: 8
2014: 1
2015: 1
Antes de su swing en este partido, no había conectado triples en el 2016. Cuando llegue el día en el que Stephen Drew ni siquiera pueda lograr un triple, quizás deje de ser Stephen Drew. Es una paleta de helado que, en los 5 minutos que uno la ignora, se convierte en una simple paleta vacía. Ese triple no era solo un triple sino una batalla por su carrera, por conseguir una invitación más a los entrenamientos primaverales. Así que se lanzó con todo a conseguirla. Simplemente... corrió.
Y lo logro. Interesantemente, si hacen una búsqueda por triples para dejar tendidos al rival entre los videos de MLB.com, esta jugada no sale.
Pero afortunadamente -- para Drew - los records oficiales del béisbol no se mantienen en la metadata de los videos de los portales de internet. La Regla 9.06 (f) del Béisbol garantiza que su extrabase entre a los libros de records:
El anotador oficial deberá acreditarle al bateador una base tocada en el curso natural de la jugada, incluso si la carrera de la victoria se anota momentos antes de la misma jugada. Por ejemplo, la anotación está empatada en la parte alta de la novena entrada con corredor en segunda y el bateador conecta la pelota hacia los jardines y cae para un imparable. El corredor anota luego que el bateador ha tocado la primera base y sigue hacia la segunda base pero poco antes de que el bateador-corredor alcance la segunda base. Si el bateador-corredor alcanza la segunda base, el anotador oficial deberá acreditarle al bateador un hit de dos bases.
Si hubiese tenido un paso más allá de la segunda base cuando Rendón cruzó el plato para terminar el partido, se le habría permitido completar la jugada y el triple habría contado. Pisó la segunda y no vio nada en su camino. En un sentido, Drew encontró la autopista más vacía del mundo, y decidió irse por ahí. Toda la noche.
3. Derek Dietrich batea un triple para dejar tendido al rival para los Marlins, 31 de julio.
0:09: La pelota aterriza en los alrededores del guante del jardinero central de los Cardenales Tommy Pham.
0:10: Ahora cae al suelo, rodando hasta la pared del jardín izquierdo central. Nadie está cerca de la pelota. Esta jugada se acabó en el segundo que la pelota le pasó por el lado a Pham.
0:14: Adeiny Hechavarría, representando la carrera de la victoria, trota casualmente por la línea de tercera base. Va a anotar de forma fácil. No está claro que un Cardenal siquiera logre levantar la pelota.
0:19: Dietrich es rodeado por sus compañeros en territorio de foul luego de la tercera base. Lo golpean, lo rocían con agua y le arrancan su camiseta.
0:45: Uno puede notar, por primera vez, en la asombrosa condición física que se encuentra Dietrich. Wow, diría uno, sin ninguna intención particular.
Explicación 5: Dos cosas importantes que deben saber sobre las celebraciones en el terreno. La primera es que el grupo va tras el bateador que impulsa la carrera de la victoria, no el que la anota, en la inmensa mayoría de los casos. La segunda es que estas celebraciones son performativas. Hubo un largo periodo de tiempo en la historia del béisbol en los que incluso equipos que ganaban la Serie Mundial no celebraban en el terreno. Ellos solo se reunían dentro del dugout y chocaban sus manos unos con los otros. Pero una vez la televisión se convirtió en el medio principal de difusión del deporte, los jugadores comenzaron a celebrar en formas que se esperaban por parte de los fanáticos: lances de guantes, persecución de compañeros, pilas de jugadores, etc. Ellos comenzaron a celebrar de verdad.
Así que en un sentido, el rol del bateador que impulsa la carrera de la victoria termina una vez llega quieto a la primera base. Pero en otro, su rol sigue vigente mucho después que anota la carrera de la victoria. Una cámara aislada estará enfocada en él para capturar cuando levante sus brazos, cuando agite sus puños, y eventualmente, su desaparición bajo una inundación de compañeros. Así que lo que vemos de Dietrich es irrelevante para el juego pero muy importante para el espectáculo. Él se mantiene corriendo parcialmente porque un triple es más emocionante que un doble, y parcialmente porque, con su equipo alineado en el dugout de tercera base, él sigue corriendo hacia ellos en celebración. Sobre este último detalle, la existencia de la tercera base es irrelevante, un vestigio que casualmente debe pisar en camino hacia la fiesta. La tercera base es solo un paso para mostrar su torso, en el que, wow, miren ese torso.
Explicación 6: Pero la tercera base tampoco es totalmente superficial. Dietrich deja ver sus motivos a los 0:34 en ese video, cuando echa una mirada rápida a la base antes de alcanzarla. Él se quiere asegurar de que la va a tocar. No tiene que hacerlo, pero se va a asegurar de hacerlo. Porque a Dietrich le importa su porcentaje de slugging. En última instancia, esta es la explicación que sea más cierta en todos estos casos: a los jugadores de béisbol les importa mucho su porcentaje de slugging. Quizás esa base extra no les consiga más dinero en arbitraje, y quizás esa base extra no sea la que lo convierta en el líder de slugging de todos los tiempos de los Marlins. Pero tu voto probablemente no decida la elección presidencial y comoquiera ustedes votan, ¿correcto? Derek Dietrich está votando por el porcentaje de slugging de Derek Dietrich. Hay crímenes peores.
Gracias a Darin Padur, quien ha fungido como anotador oficial en juegos de Grandes Ligas y Triple A desde 1992, por su ayuda con los detalles de las anotaciones.