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White Sox cree que cubano Luis Robert será una estrella

AP Photo/Charlie Riedel

GLENDALE, Arizona -- Por un momento, pareció que la pelota bateada por Luis Robert aterrizaría en el hueco entre el jardín izquierdo y el central. Sin embargo, siguió volando hasta irse por encima de la barda.

El toletero cubano hizo que su primer jonrón en la pretemporada pareciera demasiado fácil.

Robert tiene el tipo de virtudes atléticas que distinguen a un pelotero de los demás, incluso con los Chicago White Sox.

“¡Hombre!, miren su corpulencia”, dijo maravillado el campocorto Tim Anderson. “Es diferente, está construido de forma distinta”.

Las estadísticas oficiales mencionan que Robert mide 1.90 metros (seis pies y tres pulgadas), con un peso de 84 kilogramos (185 libras). Su fortaleza constituye una de las razones por las que este año los White Sox hablan de la posibilidad de avanzar a los playoffs pese a que vienen de una racha de siete campañas consecutivas con foja negativa.

Aunque su maduración no está completa, “La Pantera” Robert muestra el tipo de desempeño que fortalece las expectativas de cualquier equipo.

“Escuchen, su talento está fuera de cualquier duda”, dijo el manager Rick Rentería el martes. “Pienso que él debe serenarse y entender el pitcheo de las Grandes Ligas. Cosas de esta naturaleza son importantes al final. Pero sus talentos son fantásticos”.

Robert fue cortejado por un par de clubes cuando se declaró agente libre a su llegada de Cuba en 2017. Sin embargo, optó por un contrato de ligas menores con Chicago, que incluía un bono de $26 millones de dólares por firmar.

Los White Sox han tenido en su historia a varios exitosos peloteros de Cuba. Ello habría ayudado a que convencieran al jardinero.

El año pasado, Robert mostró que estaba listo para misiones mayores. Bateó para .328 con 32 jonrones, 92 impulsadas y 36 robos durante tres escalas en las ligas menores.

Y los White Sox lo recompensaron con un contrato por seis años y $50 millones de dólares, incluso antes de su debut en las Grandes Ligas.

“Yo tenía ya un gran contrato cuando firmé con esta organización”, dijo Robert. “Éste no me afecta para nada. Quiero decir que no cambia mis metas ni mi mentalidad, porque yo sabía que este año iba a tener la oportunidad de jugar en las mayores. No sabía cuándo, pero estaba seguro de que iba a tener la oportunidad de jugar en las mayores este año”.

De cualquier modo, el convenio disipó cualquier duda sobre el tiempo de servicio que cumpliría Robert en Chicago o cuándo podría declararse agente libre. El promisorio pelotero podrá ocupar el jardín central incluso desde el juego inaugural de la campaña.

Los White Sox han hecho todo lo posible por facilitar la transición de Robert a las Ligas Mayores. Sus vecinos de casillero en la pretemporada son los cubanos José Abreu y Yoan Moncada. Cerca de ahí guarda sus pertenencias otro joven de América Latina, el dominicano Eloy Jiménez.

Abreu cuida de su compañero de 22 años. Moncada y Jiménez saben exactamente qué pasa por la cabeza de Robert. Ambos hicieron recientemente la transición de prospectos a titulares habituales en las mayores.

“Esto va a ayudarme mucho, porque ellos ya pasaron por esta experiencia”, comentó Robert. “Eloy lo hizo el año pasado, Moncada hace un par de años, y saben los retos que voy a enfrentar. Cuando tope con pared, estarán ahí para decirme qué tengo que hacer para pasar por encima de ese muro y seguir adelante”.

Jugar a la pelota tendría que ser la parte fácil de la misión de Robert, quien se embasó dos veces, se robó una base y anotó una carrera durante el encuentro de pretemporada que Chicago perdió el martes por 6-5 ante Oakland Athletics.

“No pienso que yo necesite trabajar específicamente en algo”, indicó. “Sólo necesito aprovechar todas mis herramientas”.

Los White Sox saben que habrá altibajos con Robert, especialmente luego de experimentarlos con Moncada y Jiménez. Pero están también conscientes de que Robert podría ser una estrella, y sueñan con tener un producto más pulido.

“Uno sabe que él es aún joven, así que hay que esperar hasta que entienda todo”, dijo Anderson. “Cuando lo haga, será realmente peligroso. No quiero decir que no lo sea ya”.