Para los Houston Astros siete derrotas en sus ocho partidos antes de comenzar la jornada del martes, distan de atemorizarlos o desmotivarlos.
Mucho menos se espantan por su caída libre hasta el último lugar de la División Oeste, donde comenzaron imparables la primera semana de temporada regular y donde han establecido su monopolio durante media década.
Los Astros (7-8) saben que aún hay mucho béisbol por jugarse en una temporada de 162 partidos.
Más importante, confían en que su manager Dusty Baker hará los ajustes necesarios y mantendrá al equipo tan unido como desde la temporada pasada, cuando recién llegó, porque es “parte de la banda”.
“Espero poder disfrutar del Houston que he llegado a amar del pasado”, dijo Baker en una entrevista reciente. “Del equipo que sabe que todos los días hay que salir a jugar y disfrutar del béisbol”.
Los jugadores y entrenadores de los Astros reconocen que Baker es un manager de estilo tranquilo, amistoso, que gusta de relacionarse de manera cercana con su equipo, dentro y fuera del terreno de juego.
Baker llegó a los Astros en medio de su peor crisis de los últimos tiempos, cuando tuvieron que despedir al manager A.J. Hinch y al gerente general Jeff Luhnow por el escándalo del robo de señales con tecnología, en el que varios jugadores fueron señalados de manera directa y otros tienen su reputación aún en “tela de juicio”.
Pero Baker rápido llegó al clubhouse y trató de quitarles toda la presión de encima en todos aspectos; trató de convencerlos de que nada tenían que demostrarle al mundo exterior y con el talento que tenían sólo había que salir a jugar béisbol durante 60 partidos de temporada regular.
Al final y contra todos los pronósticos, los Astros de Baker consiguieron el campeonato divisional y se quedaron a un triunfo de disputar su tercera Serie Mundial consecutiva.
NADA QUE NO SANE COMIENDO
Baker, de 71 años, sabe mejor que nadie la importancia de sentirse incluido en un vestidor de deportes profesionales.
Jugó pelota invernal fuera de Estados Unidos, incluido México, donde aprendió a ser ciudadano sólo del béisbol y a tratar de encontrar cosas, gustos comunes que pudieran acercarlo al resto de sus compañeros, sin importar el idioma.
“No hay nada mejor que la comida”, comentó el lanzador mexicano José Urquidy a la prensa en Houston.
Una de las primeras sorpresas que se llevó Urquidy con su entonces nuevo manager fue un enorme plato lleno de pozole en su vestidor y desde entonces han compartido diferentes momentos en distingos lugares con comida mexicana como el común denominador.
Baker también ha aprovechado giras para irse a comer con su equipo o ha pedido que les lleven hasta el club comida, como es el caso de los burritos que piden, por ejemplo, cuando están de paso por Oakland.
“Es algo que comenzó haciendo el año pasado y es muy buen gesto de su parte”, añadió Urquidy. “Es una parte súper importante de nuestra relación y tenemos una muy buena relación con él”.
Otros peloteros, igual que Urquidy, apuntan hacia esa camaradería que ha creado Baker como la base para resolver problemas en los momentos más trascendentes.
“Él es un manager de los jugadores”, consideró el parador en corto Carlos Correa. “Igual puedes irte a comer con él que platicarle tus problemas personales o las preocupaciones del juego. Te va a escuchar, te va a aconsejar y te va a ayudar”.
Durante la muy particular temporada 2020, los Astros atravesaron periodos complicados de resultados. Perdieron cinco partidos consecutivos entre el 5 y 9 de agosto.
En septiembre fueron ocho descalabros al hilo contra rivales divisionales, Oakland Athletics y Seattle Mariners, e incluso cerraron la campaña regular con otras tres derrotas seguidas a manos de los Texas Rangers, que tenían la peor marca de la Liga Americana.
“Y de cualquier manera llegaba al clubhouse muy sonriente, hablaba sobre los ajustes y después preguntaba dónde íbamos a comer o casi cuándo y dónde era la carne asada”, mencionó Urquidy.
Después de perder los últimos tres de la temporada regular, barrieron a los Minnesota Twins en los dos juegos de la ronda de comodines; despacharon en cuatro juegos a Oakland en la Serie Divisional y pudieron recuperarse de un 0-3 en la Serie de Campeonato, antes de caer en siete partidos frente a los Tampa Bay Rays.
Así que la mala racha con la que comenzaron serie en casa este martes frente a los Colorado Rockies seguros será cosa de nada a estas alturas de la temporada, en especial si se considera que recuperó a cuatro peloteros estelares, de los cinco que estaban en la lista de lastimados por el protocolo de Covid: Alex Bregman, Yordan Álvarez, Martín Maldonado y Robel García.
“Esperemos tener una buena serie”, dijo Baker. “Algunos de los muchachos están de regreso. Hemos tenido días complicados, pero falta mucho béisbol por jugarse. Y los grandes equipos reconocen que habrá días mejores que otros en temporadas tan largas”.