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Los Indios se apoyan en sus latinos para llegar a la Serie Mundial

CLEVELAND - Los Indios de Cleveland tienen una sola misión este mes de octubre: traerle a la franquicia su primer título de Serie Mundial desde 1948. Y un diverso cuarteto de jugadores latinos ha sido clave para que los Indios estén cada vez más cerca de alcanzar su objetivo.

Los dominicanos Carlos Santana y José Ramérez y los puertorriqueños Francisco Lindor y Roberto Pérez han sido integrales para el éxito de Cleveland esta campaña 2016 y han extendido esas contribuciones a la postemporada, donde los Indios ahora están a cuatro victorias de un pase al Clásico de Otoño.

"Le traen alegría, le traen pasión al equipo", dijo Lindor sobre sus compañeros. "Pérez trae mucho liderazgo, Santana experiencia y Ramírez es un personaje. Es algo chévere. Son diferentes caracteres que en conjunto lo pasamos bien".

Santana, Ramírez, Lindor y Pérez son un ejemplo perfecto del equilibrio con el que cuenta la alineación de Cleveland, con jugadores que han crecido en su propia finca y una mezcla homogénea de juventud y experiencia.

"Son muchachos jóvenes que han tenido una buena temporada, especialmente Lindor", explicó Santana. "Tenemos un grupo de muchachos que siempre hemos tenido el hambre de jugar pelota y ganar y este ha sido el mejor momento porque el equipo ha llegado lejos".

En el caso de Ramírez, a los 24 años encontró su lugar en el equipo jugando una estelar defensa en la esquina caliente y bateando para .312 con 11 cuadrangulares y 76 carreras impulsadas. Pero lo más importante a través de toda la temporada, es que Ramírez supo conectar imparable tras imparable en los momentos más cruciales.

Sus compañeros consideran a Ramírez el motor impulsor del equipo y el dirigente Terry Francona ha destacado que su rendimiento fue integral para que los Indios solventaran una ofensiva que se vio afectada por las lesiones del jardinero Michael Brantley y del receptor Yan Gomes.

Ramírez perdió su puesto como campocorto cuando los Indios subieron a Lindor en junio del año pasado, pero luego en ligas menores supo volver a descubrir el fuego que lo hace ser quién es.

"El año pasado tenía un poquito de presión, temor, que venía Lindor; son cosas que pasan en la pelota", dijo Santana sobre su compatriota. "Este año lo veo más enfocado; más dedicado. Ha aprendido mucho. No tenía otra alternativa, porque si fallaba tenía que ir para Triple A. Trabajó duro para tener un buen año".

El versátil jugador estableció marcas personales en todas las categorías estadísticas principales, y finalizó el año en segundo lugar en la Liga Americana con 46 dobles, a sólo dos del líder David Ortiz. Ramírez además se convirtió en el primer jugador desde Brantley en 2014, y sólo el quinto en la historia de la franquicia, en tener al menos 10 jonrones, 20 bases robadas y 40 dobles en una sola temporada.

"Ramírez tiene chispa y él va a todas", explicó Lindor. "Puede venir quién sea y él va a allá y siempre tiene que retar a lo demás. Nos ayuda a seguir adelante; es una chispa en el equipo".

Pérez por su parte estuvo muy lejos de tener una sólida contribución ofensiva esta campaña, pero ingresó al terreno como especialista defensivo, asumiendo el rol del lesionado Gomes en julio.

Su defensiva ha sido estelar en sus apenas 61 partidos, con un promedio de .500 atrapando corredores en intento de robo de base (13 bases robadas en 26 intentos, con 13 outs). A pesar de jugar menos de media campaña, Pérez finalizó el año en séptimo lugar con ocho carreras defensivas salvadas.

Su habilidad para enmarcar lanzamientos y excelente defensiva ya se ha visto en evidencia esta postemporada.

"Conoce a sus lanzadores; ha llevado a los lanzadores muy bien", explicó Lindor sobre su compatriota. "Les trae calma detrás del plato. Nos ha ayudado a controlar el juego de corredores del equipo y mantiene a los pitchers alineados y donde tienen que estar".

El cátcher puertorriqueño bateó para sólo .183 en 153 turnos al bate durante la temporada regular, pero se anunció con bombos y platillos en la postemporada al convertirse en el primer jugador de los Indios en conectar un cuadrangular en su primera aparición al plato en playoffs en la historia del equipo.

Pérez bateó para cerca de .270 durante un lapso de 27 partidos entre finales octubre y septiembre, algo muy prometedor para los Indios, ya que el receptor se estuvo recuperando de una lesión en el pulgar gran parte de la temporada.

"Tuve una lesión y ya a la último me sentía como el Roberto Pérez que es, pero en los playoffs es más intensidad, uno se enfoca más; todo cuenta", destacó el receptor. "En los playoffs un solo error te puede costar y es más que todo estar más enfocado".

En términos de experiencia, ningún integrante actual de los Indios, fuera de Carlos Carrasco y Brantley, ha vestido el uniforme del equipo por más tiempo que Santana.

"Es bueno tener su experiencia porque se mantiene tranquilo, calladito, no demuestra nerviosismo ni muchas altas ni bajas y eso es bueno para nosotros", dijo Lindor sobre el toletero ambidiestro.

"[Santana] es uno de los veteranos del equipo y siempre está comunicándose con nosotros", agregó Pérez. "Siempre está apoyándonos y él ha influenciado mucho en José Ramírez y lo ha llevado por un buen camino. Todos somos hermanos aquí y eso es lo primordial en un equipo".

Santana ha sido el mejor bateador del equipo contra derechos, conectando 30 de sus 34 cuadrangulares esta campaña en su contra. El bateador designado finalizó el año con un promedio de bateo de .259, 86 carreras impulsadas y un excepcional porcentaje de embasarse de .366. Sus 68 extra bases fuero la mayor cantidad en el equipo, igualado con Jason Kipnis.

Pero la estadística más sorprendente para Santana esta campaña fue su paciencia en el plato. Sus 99 bases por bola fueron la tercera mayor cantidad en la Liga Americana, siendo superado sólo por dos jugadores del nivel de los MVP Mike Trout y Josh Donaldson.

¿Y qué más podemos decir del Todos Estrellas Francisco Lindor?

Sus contribuciones en el terreno son consideradas ampliamente una de las razones por las cuales los Indios se hicieron de su primer banderín de la División Central desde 2007. Y su excepcional rapidez y agilidad defensiva dentro del diamante han ido a la par con una carismática personalidad que iguala a su talento.

"Es un tremendo pelotero que tiene mucha energía; nos ha ayudado bastante", dijo Ramírez sobre boricua, que a los 22 años terminó la campaña con un promedio de bateo de .301, con 15 cuadrangulares y 78 carreras impulsadas, además de 19 bases robadas.

"[Lindor] viene con un corazón de jugar duro a ganar. No nos preocupamos por los resultados que estamos teniendo, que si di dos hits o no di hits hoy, siempre venimos a ayudar a nuestro equipo a ganar", añadió el dominicano.

"Ramírez y Lindor le traen mucha energía al equipo", destacó Pérez sobre sus talentosos y juveniles compañeros. "Ellos son el motor del equipo y nosotros vamos detrás de ellos. Son la bujía del equipo y si no fuera por ellos dos no estaríamos donde estamos ahora mismo".