Al ojo de los especialistas las cosas parecen estar muy claras; Floyd Mayweather Jr. es el mejor libra por libra del planeta. También las cosas parecen estar claras sobre quien le sigue en méritos para ser considerado el segundo mejor libra por libra; Andre Ward. La pregunta, sin embargo es: ¿Por qué no a la inversa: Ward primero, Floyd segundo?
La respuesta no parece fácil. Una pelea entre ambos es imposible de que ocurra y después de la contundente demostración de Ward, que regresó tras 14 meses de inactividad, suena obvio que reclame para sí el primer lugar entre los mejores Libra por Libra. Los méritos acumulados del invicto campeón supermediano pesan tanto, que hoy cuesta aceptar que su desempeño sea inferior al de Mayweather Jr. Pero busquemos las coincidencias para saber si las diferencias pesan más hacia un lado o hacia el otro.
Las características de Mayweather y Ward son muy parecidas entre sí. Son inteligentes, técnicos, rápidos, de excelente defensa y con capacidad para golpear cuando y como quieran a sus adversarios. Los dos suelen controlar el ritmo de sus peleas y ambos tienen como un atributo esencial la habilidad de que los demás no lo encuentren ni consigan golpearlos.
Ward parece superarlo en agresividad, pero Floyd es insuperable en defensa. Ward aun parece experimentar con el estilo y Floyd ya tiene su libreto totalmente diseñado y probado. Floyd jabea para preparar sus golpes de potencia con la derecha, pero de acuerdo con Compubox es uno de los boxeadores calificados con menor cantidad de golpes de potencia lanzados por asalto. Ward, por el contrario, usa el jab de izquierda como un mortero, y lanza más golpes de potencia de derecha, pese a los problemas que siempre tuvo en el hombro. Tras la cirugía, ya se sabe que va a mejorar ese rubro.
Las estadísticas, en promedio, parecen calcadas, los dos reciben poco más del 20% de lo que les envían y conectan más del 40% de lo que lanzan. ¿Dónde entonces están las diferencias que puedan favorecerlos o perjudicarlos? La respuesta tiene tres razones: los rivales, el marketing y una inevitable circunstancia histórica: no existen rivales mexicanos o latinos en los supermedianos.
Pero expliquemos mejor esa conclusión.
LOS RIVALES DE FLOYD
Floyd ha cimentado su carrera eligiendo con mucha inteligencia a rivales mexicanos o de origen latino. De sus últimos diez oponentes, siete fueron latinos. De sus 45 peleas, 28 fueron contra latinos. Para nadie es ya una novedad que para triunfar en el boxeo de Estados Unidos, hay que contar con la audiencia hispana, especialmente con la mexicana. Pero a ese factor que también ha sabido explotar Mayweather, hay que agregarle que la mayoría de sus oponentes fueron rivales a modo, con desventajas en el peso o los enfrentó tiempo después de su mejor momento, como Shane Mosley por ejemplo. Asimismo encontró siempre razones y formas de evitar a quien pudiera complicarlo. Ejemplo: Manny Pacquiao en el pasado y en el presente, seguramente Timothy Bradley.
LOS RIVALES DE WARD
Andre Ward ha sido diferente en su actitud y ha cimentado su carrera encima de aceptar desafíos o enfrentar a los mejores como Chad Dawson, Carl Froch, Arthur Abraham, Mikkel Kessler, Allan Green, Sakio Bika, Henry Buchanan y Edison Miranda entre otros. Pero no hay latinos, excepto el colombiano Miranda, y menos mexicanos. Hay que ir al 2008 para recién encontrar en su palmarés al sonorense Esteban Camou, al que noqueó en el tercer asalto. Y este aspecto es tan importante en las ambiciones de Ward, que ni bien o Julio César Chávez Jr. asom su cabeza en los supermedianos, de inmediato empezó a sonar muy fuerte una batalla de PPV entre ambos.
EL MARKETING
Floyd Mayweather es el genio de la popularidad y tiene todo lo que gusta al fanático poco exigente. Declaraciones polémicas, arrogancia, exhibicionismo económico, problemas con la justicia y hasta pasó noventa días en la cárcel por violencia doméstica y agresión. Parece un contrasentido pero en su caso el escándalo suele potenciar la venta de su imagen. Pero hay otro factor. Floyd tiene la visión perfecta para encauzar su carrera de manera segura sobre una alfombra de billetes. Por algo pelea en las fiestas patrias mexicanas y por eso alguna vez ha subido a pelear hasta con un sombrero charro en la cabeza. Por algo elige muy bien a sus rivales entre aquellos que atraen público y lo secundarán sin arriesgar la fiesta o por algo montó un show millonario encima de su participación en WrestleMania.
Ward es todo lo opuesto, parece demasiado serio para el gusto mediático, demasiado normal, demasiado buen chico. Aunque suene a una contradicción mencionarlo. Después de tantos campeones escandalosos, la tranquilidad de Ward para la platea bullanguera puede ser demasiado aburrida. ¿Será ese el freno principal a su crecimiento?
MOMENTO HISTORICO
Pero hay otras cosas que perjudican a Ward. Que México no pueda producir supermedianos exitosos en la misma proporción que lo logra en las divisiones de peso inferior es una contrariedad para Ward, que sufre por ser el mejor en una división que no tiene ni por asomo el protagonismo de los welters. Por el contrario, ser el rey de los welters cuando son los que mandan en la taquilla explica la razón para la buena suerte de Mayweather.
¿CUAL ES EL MEJOR?
En ese mundo intermedio donde se mezclan las opiniones de los expertos con las de los fanáticos, hay una frase que se fusiona en cualquier comentario: "los estilos hacen las peleas". Esa frase parece cantada como argumento para favorecer a Floyd Mayweather Jr. En su estilo nadie lo supera. Podremos aceptar que a veces aburre, que su elusividad cansa, que hace lucir lentos y novatos a sus rivales, pero nadie duda a la hora de reconocer su defensa perfecta y su efectividad técnica.
Pero la diferencia con Andre Ward, necesariamente no pasa por el estilo que alude la frase. Para entender la diferencia, hay que recurrir a otra frase menos habitual, pero más contundente. "la calidad de un derrotado explica la verdadera calidad del vencedor". En este territorio nadie supera a Andre Ward. Él ha enfrentado y vencido a lo mejor de su división. Y para que no quedaran dudas despachó al último de los mejores, además de invicto. Me refiero a Edwin Rodriguez que lució como un aprendiz frente a la superioridad del campeón.
En conclusión, si el asunto es de estilos sin importar la estatura del oponente, nadie supera a Floyd. Si por el contrario hay que elegir pensando en la calidad del adversario, Ward es por lejos el mejor del planeta. En mi caso, prefiero la segunda opción: "la calidad de un derrotado explica la verdadera calidad del vencedor'. ¿Y ustedes, que opinan?