Seguro, se supone que un partido no significará más que una victoria o una derrota, ¿pero alguien más piensa que Freddie Freeman no está listo para explotar? Luego de que pegó un par de cuadrangulares contra los Cerveceros el martes por la noche, vale la pena recordar que él solamente tiene 24 años y cerca del umbral de lo que se supone serán sus mejores campañas, entre el rango de 25 a 29 años.
Esto parecería fácil de decir luego de una gran noche, pero Freeman aporta un gran recordatorio de que algunos conceptos sabermétricos como regresión no aplican de forma equitativa para todos. Si piensan que el promedio de bateo en pelotas en juego ejerce una fuerza como la gravedad, esperarían que Freeman retrocediera a un más normal .300 luego de tener un BABIP de .371 el año pasado. Pero ese es el punto, Freeman es tan joven pese a tres temporadas completas en las Mayores, que su potencial para desarrollarse en algo más no puede ser descartado, especialmente luego del BABIP de .339 que consiguió en su temporada de novato, o el .359 que obtuvo a los 20 años en Triple-A.
Cuando ven lo que dicen los principales modelos de proyección acerca de su producción en 2014, como el ZiPS de Dan Szymborski (.286/.365/.477), o el PECOTA de Baseball Prospectus (.279/.350/.458), esos lucen bastante conservadores para alguien que consiguió un OPS de .897 el año pasado. De hecho, PECOTA es tan pesimista respecto a Freeman, que básicamente dice que solamente hay un 10 por ciento de probabilidades de que batee igual de bien este año.
Creo que soy un poco escéptica acerca de los modelos en esta instancia. Freeman no presentó cifras inusuales en términos de cuadrangulares por cada elevado, aunque él generó un tremendo número de líneas la temporada pasada –30 por ciento, lo que es evidencia de que él está ejecutando su plan en el plato de forma consistente, algo que no es tan sencillo para repetir ante el mejor pitcheo del planeta, y que es un reflejo de habilidades. Creo que veo a sus estadísticas de BABIP y a las afirmaciones confiadas de que no existe manera de que Freeman siga obteniendo imparables en el 37 por ciento de pelotas en juego a los 23 años, y me parece que la gente hubiera dicho prácticamente lo mismo acerca de Don Mattingly luego de que consiguió un BABIP de .331 a los 23 años en 1984. Y esas predicciones, basadas en el hecho de que la mayoría de las personas sufren retrocesos, hubieran estado totalmente equivocadas. Donnie Baseball no fue hacia atrás; él apenas estaba iniciando.
Eso es porque no todos los jugadores están cortados con el mismo molde, y no todos los bateadores terminarán con una regresión al mismo nivel cuando no ejecutan tan bien en el plato. En lugar de eso, los bateadores actuarán dentro de sus rangos de posibilidad. Y viendo a Freeman, es fácil soñar acerca de por qué la órbita por la que viaja es un poco más alta que las demás, quizá un poco más alta de lo que los pronósticos sugieren, aunque quizá no tan alta respecto a la órbita en donde estaba depositando sus cañonazos en Miller Park.
La pregunta para los Bravos será qué tanto necesitarán que él sea esa persona, porque además de Jason Heyward, ¿hay alguien más en la alineación del cual esperen que dé un paso al frente y sea igual o mejor de lo que fue la temporada pasada? Quizá si Justin Upton se enciende durante tres meses y no solamente durante dos, o si B.J. Upton y Dan Uggla regresan a la tierra de los vivos, seguro, la ayuda estará ahí. Pero por más que quiero creer en Freeman (y en Heyward), si él no es esa persona actualmente, será muy difícil para los Bravos llegar a octubre y ganar una serie de postemporada.
Una de las cosas que siempre me ha gustado de los Bravos cuando los vemos hablar acerca de su propio talento, es cómo manejan a algunos con bajo perfil y a otros de una forma totalmente opuesta—y luego parecen dispuestos a canjear a alguien para obtener algo a cambio que les permita pelear. Seguro, Alex Wood por ningún motivo era un éxito inesperado –fue de ser la selección de segunda ronda procedente de la Universidad de Georgia en 2012, a ubicarse en el Top 10 de prospectos de la organización el año pasado, a ser el pitcher ganador el martes – pero volviendo a esa misma temporada 2012, los pitchers prospectos de los Bravos que más ruido hicieron fueron nombres como Julio Teheran, Arodys Vizcaino y Randall Delgado. Delgado fue canjeado a los D-Backs y quizá no retenga su sitio como el último hombre en su rotación, mientras que Vizcaíno fue negociado y la última vez que lo vimos, iba hacia Clase-A alta con los Cachorros. Los zurdos con rectas de 90 millas, un cambio efectivo y una curva de nudillos no crecen en los árboles, ¿y él está listo luego de menos de dos temporadas en las Menores? Luego de la salida efectiva de Teherán en el Día de Apertura, Wood dio un sencillo recordatorio acerca de lo bueno que es mandar scouts a tu propio vecindario, algo que los Bravos hacen muy bien.
No es que un partido signifique tanto, pero con Mike Minor mejorando luego de su año revelación en 2012, si los veteranos Ervin Santana y posteriormente Gavin Floyd simplemente aportan innings, turnos regulares y aperturas de calidad en más del 50 por ciento de las oportunidades, quizá el pitcheo abridor de los Bravos no sean tan malo después de todo.
Para darle un poco de cariño a los Cerveceros, ver cómo el jardinero central Carlos Gomez pegó su primer cuadrangular de la campaña aportó otro recordatorio acerca de lo que William Gibson escribió en Wired durante los años 90, acerca de cómo el estrellato le llega cinco años tarde a una persona. Eso ojalá sea menos cierto en la actualidad, por lo acelerado que es el ciclo de noticias, pero si no se habían dado cuenta de que Gómez fue uno de los mejores peloteros en el béisbol el año pasado, no querrán llegar tarde a esta fiesta en particular. Sé que el WAR es más una sugerencia que un hecho, pero el 8.9 de WAR que Gómez tuvo la temporada anterior fácilmente superó al 7.9 de Andrew McCutchen y al 7.3 de Paul Goldschmidt para encabezar la Liga Nacional. Aunque gran parte de eso fueron los estimados de su valor a la defensiva, no creo que será complicado sugerir que durante los próximos dos años, él y McCutchen se pelearán por los trofeos en la Liga Nacional, el equivalente a Miguel Cabrera y Mike Trout en la Liga Americana.