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Albert Pujols conecta su jonrón 496

Luego de conectar su cuadrangular 496 de por vida, uno puede sentir algo de alegría por Albert Pujols. Sea que gane mucho dinero o no, el toletero de los Angelinos de Los Angeles había lucido lejos de su forma como el mejor pelotero del deporte. Pero aparentemente se ha curado por completo de su fascitis plantar del año pasado que degeneró en un desgarro de la planta del pie, lo que terminó de forma temprana su temporada con los peores números de su carrera: Su tasa más alta de rodados, sus menores números de poder (tanto en slugging como en Poder Aislado). Y no es difícil ver como un débil Pujols era más propenso a que intentara batear el pitcheo que quisiera el lanzador, lo que contribuyó a su menor tasa de boletos gratis y de promedio de bateo de pelotas en juego.

Pero eso fue el año pasado, y su reciente racha de cuatro cuadrangulares en seis juegos es un lindo recordatorio de lo que Pujols puede hacer cuando está bien plantado en sus dos pies. Y más importante aún, cuando puede afirmar bien sus pies y utilizar bien el poder de su parte inferior que produce uno de los mejores bateadores de poder en cualquier posición, y más aún en la primera base.

Echemos una mirada rápida a sus zonas calientes entre su temporada 2013 aquejado por lesiones y lo que va del 2014 hasta el partido del lunes, y verán una gran diferencia entre el tipo que tuvo problemas para batear el año pasado y el tipo cuya habilidad para destruir consistentemente la pelota en la zona interior del plato lo llevará al Salón de la Fama en Cooperstown, una habilidad que parece que ha vuelto con fuerza, al menos en el inicio de esta temporada:

Esto es algo bueno, porque si miramos a lo que era Albert Pujols, veremos al chico que los Angelinos pensaron que habían firmado cuando le dieron $240 millones. Pujols se asemeja a ese jugador en su primera temporada con los Angelinos, que conectó 80 extrabases. Pero quizás la clave real de su dominio era el dominio completo de Pujols de los lanzamientos en la parte de adentro de la zona de strike. Como refleja la información de Brooks Baseball en Baseball Prospectus, de 2007 a 2012, los lanzadores quizás intentaban lanzarle bajito y afuera, pero él consistentemente dejaba pasar esos lanzamientos, ofreciendole apenas 184 de 1,422 pitcheos (de forma abrumadora la mayor cantidad de pitcheos lanzados hacia él). De forma más frecuente, eso forzaba a los lanzadores a pitchearle en la zona ante él, donde con regularidad él los hacía pagar el precio. Ese mapa de contraste de zonas calientes de 2013/2014 es un lindo recordatorio del viejo Pujols.

Pero ese no es el único recordatorio de que el Gordo Albert ha logrado regresar en el tiempo últimamente: Él logró completar una doble matanza 3-6-3 ante los Atléticos el lunes, y si ustedes crecieron pensando que un joven Eddie Murray o un limpio Keith Hernández eran lo mejor en defensiva en la primera base, no pueden dejar de amar el tipo de juego de pies y la anticipación alrededor de la base del ex ganador del Guante de Oto.

Quizás sea demasiado fácil el decir que la fascitis plantar del año pasado pertenece al año pasado, pero si Pujols ha logrado extender por algunos años adicionales su esperada mudanza al puesto de bateador designado con los Angelinos, tanto mejor. Más importante aún, cuando los Angelinos le dieron a Pujols su acuerdo de 10 temporadas, eso es lo que ellos esperaban. No por siempre, y no en el terreno, pero ellos firmaron a Pujols para ser el tipo de jugador franquicia con un bate que los puede cargar ofensivamente.

Recuerden, cuando los Angelinos lo firmaron, todavía era materia de especulación cuán grande podría llegar a ser Mike Trout. Si Pujols no se convierte en un viejo apartado económico del que tenga que disculparse prontamente Arte Moreno, sino que logra varias temporadas más como la que consiguió en su iniciación en la Liga Americana en el 2012, esa es una parte de la alineación con la que se puede ganar. Los Angelinos, que tienen pendientes series fuertes ante los Atléticos, Nacionales y Yankees, no pueden contar con que Trout va a estar encendido todo el tiempo, no sea que terminen cavando un agujero del que les sea muy difícil salir en los próximos meses.

Por encima de todo, los Angelinos necesitan que Pujols envejezca con gracia, que le diga al Padre Tiempo que aguante su azote un año más, o quizás cuatro. Ellos necesitan un buen segundo acto como Angelino de Anaheim para añadir lustre a su carrera hacia el Salón de la Fama, no para empañarla. En resumen, ellos necesitan a Albert Pujols. Todo lo que se necesitaba era una racha caliente como esta para recordarles a ellos que todavía lo tienen en sus filas.