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El ascenso del torpedero boricua de los Indios Francisco Lindor

No es cómo que Francisco Lindor haya salido de la nada. Después de todo, los Indios de Cleveland lo seleccionaron en el octavo turno del sorteo del 2011. Fue un prospecto cotizado durante toda su carrera en liga menor. Todo el mundo sabía que podía fildear. Todo el mundo sabía de su talento para batear líneas a ambos lados del plato. Es solo que... bueno, incluso el más optimista de los cazatalentos no suele proyectar a un chico de escuela secundaria como un torpedero de calibre de Guante de Oro que va a batear para promedio y poder en las mayores.

Aun así, échenle un ojo al reporte de la revista Baseball America sobre Lindor antes del sorteo de 2011:

Una rata de béisbol, Lindor tiene una gran ética de trabajo para unirla a sus herramientas de juego, que se ubican por encima del promedio, y juega el deporte con facilidad y pasión. Es un bateador ambidiestro que tiene tendencia a batear líneas a ambos lados del plato, y que tiene manos excelentes que le sirven tanto en el plato como en el terreno. Tiene las herramientas para jugar bien en el campocorto al más alto nivel, con acciones suaves, fluidez, instintos y buenos fundamentos. Es un buen corredor, pero no alguien demasiado veloz. El poder de Lindor es la mayor duda sobre su juego. Ha mostrado algo más que poder para las bandas en algunas ocasiones, lo que lo impulsado en las evaluaciones previas al sorteo. Su temporada terminó en abril, y no se espera que juegue en el partido de estrellas de las escuelas secundarias de Florida, y en cambio estará ejercitándose por sí mismo. Los cazatalentos no se rien ante las comparaciones con Omar Vizquel. Los directores de cazatalentos dicen que Lindor es un candidato legítimo para irse como primera selección, pero más probablemente caiga en uno de los puestos inmediatamente detrás de ese.

Mirando atrás, todas esas tendencias que vemos ahora ya estaban ahí, aunque fueron las preocupaciones sobre su poder las que hicieron que Lindor no fuese seleccionado en un mejor puesto. Gerrit Cole fue el primer seleccionado, el clásico lanzador derecho grande y con velocidad procedente de una Universidad. Los Marineros de Seattle seleccionaron en el segundo turno a Danny Hultzen, un zurdo pulido procedente de Virginia que se lesionó. Trevor Bauer, compañero de equipo de Cole en UCLA, fue seleccionado tercero por los Diamondbacks de Arizona. Luego de eso vinieron Dylan Bundy, Bubba Starling, Anthony Rendón y Archie Bradley, y es seguro afirmar que por lo menos seis de los equipos que seleccionaron antes de los Indios quisieran revisar sus selecciones. Bundy y Bradley eran lanzadores de escuela secundaria, y esas siempre son selecciones arriesgadas. Rendon ya era propenso a lesiones desde la universidad y también lo ha sido como profesional. Starling fue la selección más arriesgada de todas, un mariscal de campo estelar en la secundaria, procedente de Kansas; los Reales de Kansas City apostaron por su forma física y su poder por encima de su falta de experiencia en el béisbol.

Había una razón obvia por la cual preferir a Lindor sobre Starling: sus fechas de nacimiento. Starling nació el 3 de agosto de 1992; Lindor nació el 14 de noviembre de 1993. Starling cumpliría 19 años poco después de haber sido seleccionado; Lindor no alcanzaría los 19 años hasta después de su tercera temporada como profesional. Los estudios demuestran que la edad al momento del sorteo hace una gran diferencia para los resultados esperados en el futuro para los jugadores procedentes de secundaria. Más joven es mejor. Los chicos más viejos podrían lucir mejores simplemente porque son más viejos; tienen más experiencia y en ocasiones son más maduros físicamente. Pero un jugador más joven tiene un año extra de prácticas y tiempo de juego y algunas veces crecimiento físico adicional, y los resultados en el terreno pueden cambiar dramáticamente.

Eso es lo que hemos visto con Lindor. Él no bateó con mucho poder en las menores: seis jonrones en 2012 en Clase A, apenas dos en 2013 en 104 juegos entre Clase A y Doble A. Incluso el año pasado, bateó apenas dos en 59 juegos en Triple A antes de su ascenso. Pero tengan en mente su juventud. Se estaba fortaleciendo y aprendiendo a batear mejores lanzamientos. Una vez fue subido a los Indios, fue que despegó. No, no tiene un poder tan natural como el de Carlos Correa, su compatriota y al igual que él, jugador de segundo año, pero Lindor ha demostrado poder suficiente, con 10 jonrones junto a su promedio de .299, colocándolo en camino para alcanzar los 20 jonrones y los 31 dobles.

Quizás recuerden que en sus primeros 20 juegos en las mayores, Lindor bateaba .205 con un cuadrangular. Eso fue para el 7 de julio de 2015. En el año que ha pasado desde esa fecha, él ha participado en 160 juegos, y ha bateado para .320/.369/.496 con 21 cuadrangulares. Dada su defensiva y velocidad, esos son números de calibre de JMV. Incluso al entrar a esta temporada, había algunas dudas de si realmente él es un bateador de .300 en Grandes Ligas. Su explosión ofensiva en la recta final del año pasado fue influenciada por un alto promedio de pelotas en juego (BABIP, por sus siglas en inglés). Bueno, su BABIP ha sufrido un retroceso en esta temporada y como quiera batea para .299. Y hasta existe la posibilidad de que desarrolle más poder; en ocasiones los jugadores jóvenes aprenden a batear más elevados a medida que maduran. Pero si no es así, Lindor todavía se proyecta como un jugador parecido a Derek Jeter en el plato, esparciendo hits por todo el terreno, conectando algunos cuadrangulares, consiguiendo boletos y robándose algunas bases.

Entonces también está su defensiva. Ese reporte inicial de los cazatalentos lo catalogaba como una rata de béisbol. Las ratas del béisbol hacen jugadas como esta, como la que hizo Lindor el martes (No creo haber visto una doble matanza 4-6-5 lograda de esta forma):

Y como si fuera poco, luego demostró su alcance y brazo:

Estamos en una era dorada de torpederos jóvenes, como Lindor, Correa, Xander Bogaerts y el novato Corey Seager de los Dodgers de Los Angeles y que es catalogado como los Jeter, Alex Rodróguez, Nomar Garciaparra and Miguel Tejada de esta generación (con Addison Russell y Trevor Story un peldaño detrás de esos cuatro). Todos ellos pueden batear. Pero es la defensiva de Lindor la que podría terminar separándolo de los otros tres. De acuerdo con la estadística de las carreras salvadas por la defensiva (DRS, por sus siglas en inglés), los otros tres no están en la misma liga:

Lindor: más-11

Seager: más-1

Correa: menos-5

Bogaerts: menos-7

Solo Brandon Crawford de los Gigantes de San Francisco , con un DRS de más-17, se ubica por encima de Lindor, quien debería ganar su primer Guante de Oro en esta temporada. Los Indios de Cleveland han permitido el segundo menor promedio de rodados este año solo detrás de los Cachorros de Chicago, ciertamente un testamento a la defensa de Lindor. Considerando que ya era comparado con Vizquel cuando estaba en secundaria, quizás esto no sea una sorpresa.

¿Quién es el mejor de los cuatro? ¿Tengo que tomar esa decisión?