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Córdova pone dos sombreros de bobo a Nahuel y golea América

LOS ÁNGELES -- En medio de la crisis por la pandemia, numerosos contagios, horrores arbitrales, dislates dirigenciales, y un monumento a la mediocridad como lo es el repechaje, en medio de semejantes aberraciones, a la Liga Mx le alcanza para repartir dedazos de suspenso, de histeria y de ilusión en el cierre de la fase regular.

¿Qué quiere Usted? Aún en los circos más pobretones, afortunadamente, hay espacio para buenos magos, regulares cirqueros, y uno que otro mal payaso. Y la función de la Jornada 17, promete.

La victoria del América (3-1) sobre Tigres, le agrega frenesí al desenlace, aunque ya tiene su boleto de manera directa a la Liguilla. Sólo el León tiene potestad sobre el pent-house de la Liga, más allá del desenlace ante Santos este lunes por la noche.

Las Águilas tienen de momento El Nido en el segundo escalón. Cierran con Juárez, que olisquea, en la zona de menesterosos, una limosna roñosa para el repechaje. Con todo y el #FueraPiojo, y un hospital sim camas vacías, Miguel Herrera tiene al América en condiciones de posesionarse de ese puesto.

Polémico, como suele ser cada partido de las Águilas, el triunfo del América se consuma merecidamente con dos genialidades de Sebastián Córdova, y otras más de las boberías espectaculares que Nahuel Guzmán guarda en el inagotable morral de su soberbia. Pero, decíamos, el circo debe perder su solemnidad con uno que otro bufón decadente.

El 2-0 lo marca Emanuel Aguilera, anticipando una marca indolente, desidiosa, bobalicona, de André Pierre Gignac, quien anda de nuevo viviendo de sus chispazos en el torneo de la intrascendencia, como marcar el 2-1, que en nada ayudaba ya a los Tigres.

El 3-1, lo firma el cada vez más fascinante Córdova, a pase del Oso González, poniéndole, nuevamente, el sombrero de bobo a Nahuel Guzmán, al tocarle el balón por arriba, ante una timorata salida. Dos veces mentecato a los pies de Córdova. Patoso, el Patón.

El VAR ratifica su encono hacia Miguel Herrera. Un golazo legítimo de Henry Martín, se lo escamotea, haciendo gala de ese morbo enceguecido de venganza, desde aquella nefasta y funesta tarde de El Piojo, cuando dijo “pregúntenle al pu… árbitro que viene atrás”. Vamos, el árbitro ni siquiera se acercó a revisar la jugada, ya sea por pereza, por negligencia, por dolo o por cobardía.

Pero, hablemos del suspenso en el cierre del Torneo Guard1anes 2020. León y América están dentro. Pumas y Cruz Azul se enfrentan entre sí. Un empate y una victoria de Monterrey (ante las parranderas Chivas), enviaría a La Máquina al foso de los desahuciados en el repechaje.

Sin embargo, el que gane, se queda entre los cuatro VIP, y el otro se consume en la barranca de los miserables, si Rayados al menos empata. Tigres está menos muerto que la versión acobardada de este domingo ante el América. Un triunfo goleando al siempre posible de ser goleado, el Atlas de Diego “El Guardiola de América” Cocca, con empate entre Pumas y Cruz Azul, metería a los felinos entre los cuatro primeros.

Los sitios para el repechaje aún pueden sufrir revolcones. El Guadalajara arrastra su linaje y su historia, como lo hacen sus jugadores en los sitios más promiscuos posibles, con compañías de dudosa calidad moral, y bebidas de igualmente dudosa calidad etílica. La nobleza de Chivas en la vecindad lúgubre y prostituida del Quinto Patio.

Como sea, la expectación aumenta y las expectativas se generan. La última jornada, que debería jugarse con todos los partidos a la misma hora, al menos promete suspenso y misterio, como si fuera una novela, de pésimos capítulos, pero un buen final. Buenos malos, regulares cirqueros y uno que otro payaso.