El campeón mundial super welter WBO, Brian Carlos Castaño, “El Boxi”, está frente a una pelea fundamental para su carrera: la segunda frente a Jermell Charlo, luego de aquel polémico empate del 17 de julio de este año en San Antonio, Texas. Esa noche, con el empate, los cinturones de las 154 libras quedaron como estaban: el de la WBO en poder del argentino, mientras que Charlo (34-1-1, 18 KO) retuvo los de la WBA, WBC y FIB. Castaño estuvo a punto de ser el primer boxeador latino en ceñirse los cuatros cetros de los principales organismos.
Según Mike Coppinger, de ESPN Estados Unidos, la pelea ya tendría acuerdo de ambas partes de acuerdo con diversas fuentes, para una revancha el 26 de febrero de 2022 en el Toyota Center en Houston.
Mientras tanto, el boxeador argentino afirma que no tiene información oficial. “Hasta ahora no tengo nada en concreto y menos ningún papel escrito. Ellos me quieren apurar para que sea en febrero, pero yo no recibí nada oficial, ellos preguntaron cómo estaba para pelear en febrero; por eso me tantearon, porque llegaron hasta a hablar de enero. El asunto es que la fecha también me venga bien a mí, no hacer todo lo que ellos quieren. Es cuestión que Contursi termine de cerrar”.
Brian Castaño, que suma 17 victorias con 2 empates y 12 triunfos antes del límite, ya comenzó a entrenar en Buenos Aires, luego de unas largas vacaciones. Tras aquel encuentro frente a Charlo, que finalizó en empate, Castaño decidió viajar junto a su mujer, Carolina, a Puerto Rico. “Me quedé primero una semana en la casa de Sebastián (Contursi, su asesor) y luego nos fuimos a Puerto Rico unos diez días. Cuando volví, ya a mediados de agosto, descansé un mes porque mi papá (Carlos) empezó a decirme que tenía que entrenar, porque seguramente Charlo ya lo estaba haciendo, pero realmente yo no quería ni pasar por la puerta del gimnasio. Hasta que finalmente empecé a moverme hace como dos meses y medio. Hasta hace un mes hice un turno y ahora, dos turnos con mucho ritmo y buenos guanteos”.
Confiesa que “Estaba gordo, llegué a pesar 88,600 kilos (el límite de su categoría es de 69,853 kilogramo, 154 libras) y eso mismo me motivó a ir al gimnasio, para ir bajando de peso gradualmente. Mi papá me decía “Fijate la panza que tenés” y en realidad, tenía razón. Ahora ya debo estar en unos 80 kilos, pero estoy trabajando cómodo, sin abrigarme, bien, si grandes exigencias, porque voy bajando gradualmente y sin problemas”.
En diálogo mantenido por Eco Medios AM 1220 en el programa “Ring Side en el Aire”, Castaño expresó que Charlo, seguramente, “Debe haber empezado a entrenarse un par de
semanas después de la pelea”. Y cuando le preguntamos si no era entonces dar demasiada ventaja esas vacaciones, respondió: “Yo con dos meses, dos meses y medio de entrenamiento a full llego bien. Hoy mismo estoy trabajando dos turnos diarios y bien hechos, a la mañana y a la tarde, con el preparador físico Andrés, en el Club Social Almirante Brown de San Justo. El Profe es amigo de mi preparador físico Matías Erbin, quien controla todas las rutinas. Los lunes, miércoles y viernes hago sparring, aunque si viene alguno en otro día no le voy a decir que no, se entiende, o sea que voy bien”.
Cuando le preguntamos si el tiempo alcanza, teniendo en cuenta que si la pelea fuese en febrero le querían casi tres meses netos de entrenamiento –diciembre, enero, y ultimas semanas de febrero según la fecha que se está manejando ahora- dijo que sí. “Claro que también hay que tener en cuenta que hay un nuevo virus dando vueltas y si llega a haber una alarma me voy rápidamente a los Estados Unidos, pero por ahora entrenando acá a este ritmo creo que voy muy bien”.
Brian acepta que también hay una especie de “guerra de ofertas” por lo que, según sus palabras, “Yo entro en ese juego y no voy a andar aceptando de una lo que ellos quieren, porque encima ir a Houston, que ya no es la casa de Charlo, sino su patio, es dar una gran ventaja; entonces, aunque ellos me quieren apurar, yo necesito tomarme mi tiempo. Estoy comiendo sano y bien, estoy bajando gradualmente de peso –no quiero deshidratarme por gusto, por eso trabajo sin abrigo ninguno, totalmente natural-, y creo que cuando viaje, estando en los 78 kilos voy a estar bien para bajar el resto con tranquilidad”
Tal vez lo más aconsejable sería viajar a los Estados Unidos y realizar allí la preparación completa, aunque como también lo afirmó Sebastián Contursi en su momento, todavía no existe una confirmación oficial de esa segunda pelea.
En todo este tiempo, Castaño además aprovechó para casarse y olvidarse del boxeo por un tiempo. Han pasado ya casi cinco meses de ese encuentro, que fue uno de los mejores del año y en el que el único campeón mundial argentino, para muchos mereció llevarse la victoria y todos los cinturones de la división.
Ahora, en esta segunda edición que parece estar concretada más allá de que no haya habido una confirmación oficial, Castaño necesitará estar mejor que nunca. En aquella primera pelea con Charlo efectuó un gran combate desde un punto de vista estratégico y físico, pues sostuvo un ritmo de pelea de altísimo rendimiento. Charlo también. Los dos pasaron por situaciones difíciles y no es ningún descubrimiento de que una segunda edición será igual o superior en cuanto nivel emocional.
Todo dependerá, también, del estado físico de cada uno. Hasta el propio Castaño sabe que Charlo estará al cien por ciento. Ahora resta saber de qué manera “El Boxi” llegará a ese combate para el cual, por lo que se desprende de sus palabras, tratará de pasar las fiestas de Navidad y Año Nuevo en la Argentina para entonces sí, viajar a los Estados Unidos. Aunque él desee pelear en marzo, habrá que esperar a las decisiones de la empresa promotora y de las fechas que quieran fijar. De confirmarse las versiones actuales, quedan un poco menos de 90 días para el 26 de febrero y para el ajuste definitivo de la puesta a punto del boxeador argentino.