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Los beneficios de entrenar corriendo en cuesta abajo

Este tipo de entrenamiento fortalece las piernas, beneficia el sistema cardiovascular, trabaja la técnica de carrera y mejora la confianza del runner. ESPN Run

Si como runner buscas una forma de darle un impulso a tu entrenamiento deberías considerar entrenar en algunas sesiones puntuales corriendo en cuesta abajo. La realidad es que esta forma de entrenamiento puede tener beneficios significativos para tu rendimiento, y una de ellas radica en que puede ser un gran ejercicio para fortalecer tus piernas.

El esfuerzo que hace tu tren inferior al bajar una cuesta obliga a los músculos a trabajar más de lo que lo harían en una superficie plana. De hecho, se ha demostrado que los corredores que entrenan corriendo cuesta abajo tienen un mayor rendimiento en carreras en superficies planas debido a su mayor fuerza en las piernas.

Por otro lado, correr cuesta abajo puede ser un ejercicio cardiovascular muy intenso. La inclinación extra te hace trabajar más duro, lo que beneficia a tu sistema cardiovascular. Aunque es cierto que correr en superficies muy inclinadas no es recomendable para todos, si eres un corredor experimentado, puedes añadir este tipo de entrenamiento a tu rutina 1 o 2 veces por semana.

Como si fuese poco, entrenar corriendo cuesta abajo también puede ser una buena forma de trabajar en tu técnica de carrera. El motivo es que al hacerlo en estas superficies inclinadas se requiere un enfoque diferente a correr en terreno plano, y puede ayudarte a mejorar tu postura, debido a que correr cuesta abajo puede aumentar tu cadencia y ayudarte a trabajar tu equilibrio. Al mismo tiempo, aunque puede parecer que el impacto al correr cuesta abajo sería peor que el de correr en terreno plano, resulta que es lo contrario. Correr cuesta abajo es, de hecho, una actividad de bajo impacto. Bajar una cuesta con forma correcta puede distribuir la fuerza de impacto más uniformemente a través de tu pie y de las piernas que nunca van extendidas, y evitar que toda la fuerza recaiga en tus rodillas. Esto hace que correr cuesta abajo sea una excelente forma de ejercitarse con menos estrés para tus articulaciones.

Finalmente, entrenar corriendo cuesta abajo es una excelente forma de mejorar tu confianza como runner. Las cuestas pueden ser intimidantes, y muchas personas evitan correr cuesta abajo por miedo a sufrir lesiones. Pero superar una inclinación y completar una cuesta con forma correcta puede ser una gran sensación de logro. Además, a medida que te familiarices con la técnica de correr cuesta abajo, te sentirás más cómodo y confiado en carreras que incluyan cuestas.

Con todo esto, ¿estás listo para probar entrenar corriendo cuesta abajo? Si decides agregar este tipo de entrenamiento a tu rutina, asegúrate de comenzar de forma gradual y trabajar en la técnica correcta. Ten en cuenta que la bajada debería ser fluida y controlada, y que no debes bajar a toda velocidad. Además, no es recomendable entrenar únicamente corriendo cuesta abajo, sino que deberías incluir otros tipos de entrenamiento en tu rutina. Con precaución y técnica adecuada, entrenar corriendo cuesta abajo puede ser una excelente adición a tu entrenamiento y te ayudará a alcanzar tus metas en el running.

¿Alguna vez has probado entrenar corriendo en cuesta abajo?