Roberta Louise Gibb nació el 2 de noviembre de 1942 en Cambridge, Massachussets, y es conocida por ser la primera mujer en haber corrido los 42 kilómetros con 195 metros del maratón de Boston, echando por tierra los frecuentes prejuicios y conceptos erróneos acerca de las capacidades atléticas de las mujeres.
Roberta solía correr aficionadamente, sólo por placer. En 1965, vio desde fuera la Boston Marathon, y quedó fascinada con el evento. Se casó con un marino de la Armada estadounidense, y se mudaron a las afueras de San Diego, en California. Allí comenzó a incrementar sus volúmenes de entrenamiento, corriendo siempre en soledad, por la costa, o por el desierto. Cuando a principios de 1966 escribió a la Boston Athletic Association para solicitar su formulario de inscripción para el maratón de ese año, le contestaron que no podían aceptarla. Por aquel entonces se creía que las mujeres no estaban capacitadas para correr esas distancias, y por lo tanto no se les permitió hacerlo en virtud de la normativa de la Unión Atlética Americana, que limitaba al sexo femenino a competencias iguales o menores a 1,5 millas (2,4 km).
A Bobbi -tal como se la conoce- poco le importó. Decidida a correr en el maratón de su ciudad natal aun sin estar anotada, viajó durante cuatro días en el bus que unía el extenso trayecto de costa a costa de los Estados Unidos. Ya en Boston, en el momento de la largada se escondió detrás de unos arbustos esperando el disparo inicial. Cuando el maratón estaban en marcha, debió esquivar algunos intentos de bloqueo por parte del público, pero de todos modos pudo integrarse al recorrido. Bobbi, sin dorsal identificatorio, finalizó el circuito en 3 horas 21 minutos y 40 segundos. Pese a no figurar en los registros oficiales, hay quienes afirman que el Gobernador de Massachusetts de ese entonces, John Volpe, le estrechó su mano al llegar, en señal de reconocimiento.
El ejemplo de Bobbi hizo ecos, que llegaron a oídos de otra atleta: Kathrine Switzer, quien al año siguiente lograría mediante un ardid (usando sólo las iniciales de su nombre al llenar el fomrulario) ser anotada oficialmente en el maratón. En esa edición Gigg había vuelto a correr sin número, finalizando en 3hs 27min. Kathy por su parte terminó su primera maratón en 4hs 20min.
Años más tarde se hizo justicia y Bobbi fue reconocida como ganadora femenina del Maratón de Boston en las ediciones 1966, 1967 y 1968. Su nombre, Roberta Louise Gibb, fue inscrito en el Museo de la Boston Athletic Associations.
Actualmente vive dividiendo su tiempo entre San Diego y Boston, y se dedica al arte contemporáneo, siendo una reconocida escultora y pintora que exhibe sus obras en diversas galerías. Además escribió el libro autobiográfico “Wind in the Fire” (Viento en el Fuego), que retrata su vida como corredora.
Sin dudas, Bobbi cambió el pensamiento que los hombres tenían sobre las mujeres, y el pensamiento que las mujeres tenían sobre sí mismas.