Los runners que entrenan para correr largas distancias someten a su cuerpo a profundos desgastes de manera reiterada, y por lo tanto deben prestar especial atención a la reposición de nutrientes luego de cada sesión. En concreto, luego de completar un entrenamiento con una duración superior a 80 minutos tu cuerpo te pedirá reponer energías rápidamente. Según numerosos estudios esto sucede porque nuestros músculos son más receptivos a la reconstrucción de glucógeno (glucosa almacenada) dentro de los primeros 30 minutos después del ejercicio. Además, comer algo inmediatamente después de entrenar ayuda a minimizar la rigidez y el dolor muscular.
Por lo general, los runners acostumbran a comer carbohidratos tanto antes como después de entrenar, ya sea a través de frutas, barras de cereales, bebidas deportivas o alimentos como las pastas. El problema es que muchas veces se olvidan de las proteínas, macronutrientes que cumplen un rol fundamental en la recuperación muscular. Teniendo en cuenta esto, un alimento para ingerir inmediatamente después de entrenar debería contener una proporción de 1 gramo de proteína por cada 3 gramos de carbohidratos. Esta regla se cumple en muchas de las barras proteicas que hay en el mercado, pero también puede lograrse combinando un yogurt con frutas o cereales. Otras opciones son el pan blanco con queso fresco descremado, o un vaso de leche con dos cucharadas de avena arrollada instantánea. También la leche chocolatada puede ayudarte en esos momentos ya que es capaz de brindarnos proteínas, carbohidratos y vitaminas del grupo B, lo que la convierte en una buena bebida de recuperación.
¿Qué comés después de entrenar?