1. YA NO ES NOTICIA, se malogró el que pudo ser el Home Run Derby más mediático de la historia. Parecía posible reunir a Pete Alonso, el campeón defensor del evento, y a cuatro de los jugadores que se disputan el trono de mejor pelotero de las Mayores -condición que aun ostenta Mike Trout-, y que coincidentemente se ubican entre los cinco mejores jonroneros en la presente campaña: Shohei Ohtani (28 HR- No.1), Vladimir Guerrero Jr. (26- No.2) y Fernando Tatis Jr. (26- No.2) y Ronald Acuña Jr (22- No.22). Confirmados: Alonso y Ohtani; Duda: Acuña Jr.; Baja: Vlad y Tatis. Los dominicanos sí querían competir. (Ya Vladdy lo hizo en 2019 y fue todo un espectáculo). Ambos hicieron público su deseo en más de una ocasión. Estaban entusiasmados. Sabían el mega show que podían montar. Y a ellos... les gusta esa bachata. Sin embargo, se perderán la competencia porque aparentemente alguien les "sugirió" que no lo hicieran. A partir de ese momento, comenzaron las excusas. Que si la necesidad de descanso para la segunda mitad; que si se daña el swing o que la lesión del hombro podría agravarse. Leo estas líneas y no puedo dejar de pensar en el boxeo moderno, donde rara vez los mejores chocan contra los mejores y ponen excusas --como las de Vlad Jr y Tatis Jr.- para justificar lo injustificable. Lo peor es que muchos fanáticos se tragan semejantes embustes.
2. SEAMOS SENSATOS, Vlad y Tatis valen mucho dinero. No es delito que los dueños de Toronto Blue Jays y San Diego Padres protejan activos tan valiosos. Pero por favor, respeten la inteligencia ajena. Simplemente... no mientan. Digan la verdad, los fanáticos lo merecen. Reitero, ni uno ni el otro participarán porque de arriba llegó el mandato del tipo que pone los billetes verdes, y que ellos, como diría don Vito Corleone, "no podrán rechazar". No obliguen a los muchachos a maquillar la situación con frases que en este minuto suenan incoherentes cuando un tipo como Ohtani, que es un jugador de dos vías y ya pasó por el quirófano para una Tommy John, dijo que SÍ, en mayúsculas, a la fiesta. Que el nipón participe en el Home Run Derby derrumba cualquier argumento para no participar en el presente y en el futuro. Nadie, absolutamente nadie, se pone en más riesgo que él. Y ahí estará.
3. LAS PARADOJAS de la vida. Carlos Correa era el rostro más visible del grupo de súper torpederos boricuas que irrumpió en las Grandes Ligas casi al unísono. Le acompañaban Francisco Lindor y Javier Báez. Todo marchaba viento en popa para la primera selección en el draft de 2012 y ganador de la Serie Mundial en 2017 con los Houston Astros, pero las lesiones comenzaron a torcer el rumbo. Tal es así que ninguna estadística refleja mejor su descenso que los "discretos" $120 millones por seis años que le ofrecieron los Astros en la pasada temporada baja. Paquito Lindor firmó con los New York Mets por $341 millones y varios expertos creen que Báez conseguirá algo en la órbita de los $200 millones. ¿La propuesta de Houston fue una afrenta? No pensemos mal; Astros no minimizó el valor de Correa. Simplemente ofreció lo justo por un pelotero con un expediente clínico más grueso que un cake de cumpleaños. Desconozco si fue consciente o inconscientemente, pero esa propuesta le hizo un favor al boricua. Sí, un favor. Hirió su amor propio. Y hoy Correa está recuperando el estatus que tenía años atrás. Puso la casa en orden, haciendo lo suyo con el guante, pero sobre todo con el madero. Su línea ofensiva .296 AVE/.395 OBP/.521 SLG/.916 OPS, que incluye 15 jonrones, 49 impulsadas y un WAR de 4.1, le coloca en una posición de privilegio para probar la agencia libre al finalizar la presente temporada. No creo que se acerque a la cifra de Lindor, pero estoy convencido que recibirá mucho más que los $120 millones de Astros. ¿Cuánto? Apostaría en el rango de 200 a 250 millones de dólares.