Año con año, los Jacksonville Jaguars parecen colocarse siempre en la lista de "Ganadores de temporada baja" gracias a sus rimbombantes contrataciones de agencia libre y selecciones de draft.
Hace un par de años, llegaron los veteranos Julius Thomas, Jared Odrick y Davon House, acompañados por los novatos Dante Fowler y T.J. Yeldon. Para la campaña pasada, los agentes libres firmados incluyeron a Malik Jackson, Tashaun Gipson, Prince Amukamara y Kelvin Beachum, junto a los reclutas de draft Jalen Ramsey y Myles Jack.
La presente temporada baja no ha sido la excepción, con el arribo desde el mercado abierto de Calais Campbell, A.J. Bouye y Barry Church, entre otros, junto con el corredor novato Leonard Fournette, seleccionado cuarto global en el pasado draft.
El problema en Jacksonville es que el equipo se ha convertido más en una colección de talento que en un equipo capaz de conjuntarse hacia una meta común. Como resultado, este cuadro ha ganado apenas siete encuentros en el último par de temporadas, y 22 en las últimas seis, jamás consiguiendo colocarse mejor que el tercer sitio en la AFC Sur y cosechando un máximo de cinco triunfos por temporada (2011 y 2015).
Hombres como Thomas, Odrick, House, Amukamara y Beachum no están más con un equipo que este año apostó por una renovación que va más allá del plantel de jugadores e incluyó al cuerpo de entrenadores así como una figura clave en la administración del club.
CARAS NUEVAS A SEGUIR
Se dice que en la NFL los corredores ya no valen selecciones altas de la primera ronda del draft, pero después de ver lo que hizo Ezekiel Elliott el año pasado con los Dallas Cowboys, los Jags no dudaron en convertir a Fournette en el segundo corredor en ser tomado cuarto global en años consecutivos.
El producto de Louisiana State es un corredor enorme con capacidades físico atléticas que rara vez se hallan en un elemento de su tamaño y corpulencia. Fournette no solamente será titular indiscutible desde la Semana 1, sino que amenaza con dejar sin sitio en la plantilla a Chris Ivory --contratación de agencia libre del 2016-- o a Yeldon.
Fuera de Fournette, el rostro nuevo en Jacksonville a seguir es un personaje que no se equiparará para jugar en domingo. Se trata del nuevo vicepresidente de operaciones, Tom Coughlin.
Coughlin regresa con los Jaguars --donde fungió como entrenador en jefe desde 1995 al 2002, el periodo más exitoso de la franquicia-- después de conquistar dos Super Bowls al frente de los New York Giants.
Junto con el nuevo entrenador en jefe, Doug Marrone --quien fuera promovido desde el puesto de entrenador en jefe asistente/entrenador de línea ofensiva tras el despido de Gus Bradley-- a Coughlin se le ha encomendado la tarea de cambiar la cultura dentro de la organización. Coughlin tiene métodos muy rígidos y estrictos, comenzando desde la forma en que lleva los tiempos, pero no cabe duda de que sabe lo que se requiere para construir a un ganador.
Después de un periodo de relaciones relativamente relajadas entre Bradley y los jugadores, el mandato de Marrone supervisado por Coughlin marca un cambio contrastante.
VETERANOS QUE ECHARÁN DE MENOS
Si bien es cierto que el tackle defensivo Sen'Derrick Marks tuvo una de sus campañas menos productivas como profesional en el 2016, debemos recordar que venía de dos graves lesiones consecutivas. En el último partido del 2014 --campaña que terminó con la nada despreciable cantidad de 8.5 capturas-- Marks se rompió el ligamento anterior cruzado, provocándole perderse la totalidad del trabajo de temporada baja así como los primeros cinco partidos de la campaña siguiente. En su cuarto partido disputado del 2015, un desgarro del tríceps lo mandó a la lista de reservas lesionados.
En muchas ocasiones, a los jugadores que sufren lesiones de esta índole les toma más de una temporada completa retomar su forma, y bien podría haber sido el caso de Marks, quien firmó por una campaña con los San Francisco 49ers en el pasado receso de campaña. Entre las lesiones y la contratación de Jackson el año pasado, perdió relevancia Marks en Jacksonville, pero no se puede negar que se trataba de un elemento que había dado resultado para los Jaguars.
¿ALCANZARÁ ESTE EQUIPO A REALIZAR EL POTENCIAL DE SU TALENTOSA PLANTILLA?
Un recorrido a los nombres que conforman la escuadra de Jacksonville genera expectativas, sin duda. El cuerpo de recetores abiertos, conformado por Allen Robinson, Allen Hurns, Marqise Lee, Arrelious Benn y Rashad Greene es de lo mejor que existe en la NFL, y la llegada de Fournette al backfield lo eleva un escalón.
Defensivamente, Campbell aportará liderazgo dentro y fuera del campo, y el desarrollo de jóvenes como Ramsey y Jack solamente ayudará a elevar las expectativas para los Jaguars.
No hay que ir muy lejos para encontrar el talón de Aquiles: el quarterback Blake Bortles. Un recluta de primera ronda del Draft 2014, Bortles impuso toda clase de marcas de la franquicia en el 2015 antes de sufrir una severa regresión el año pasado. En la actual temporada, fue incluso degradado del puesto titular para la tercera fecha, en favor del veterano Chad Henne, un ex fiasco de draft para los Miami Dolphins.
Aunque el experimento Henne duró solamente un partido de pretemporada --y Bortles ha sido designado titular para el arranque de la campaña regular-- está claro que el equipo no está satisfecho con su juego (con todo y que el club no invirtió en la posición durante el receso de temporada).
Se trata de la primera ocasión en la vida profesional de Bortles en el que el equipo le aplica presión real. Si los Jaguars sienten que Bortles se ha convertido en un lastre que no deja salir a flote el talento del resto de la plantilla, el 2017 será la última campaña del producto de UCF en Jacksonville.
EL PRONÓSTICO
La facilidad de jugar en la división más floja de la NFL y la incertidumbre que rodea el estado de salud de Andrew Luck con los Indianapolis Colts son factores que juegan a favor de Jacksonville.
No obstante, no veo todavía a un equipo listo para competir por playoffs, primordialmente por la situación de Bortles y la falta de una alternativa real en la posición de quarterback. Una marca de 7-9 podría ser el techo para este cuadro en su conformación actual.