HOUSTON -- U día después de ser aplastado por los Jacksonville Jaguars, el entrenador en jefe Bill O'Brien fue cuestionado si él eligiría dejar a los Houston Texans tras la campaña.
Respondió enfáticamente, "nunca renunciaré como entrenador en jefe de los Houston Texans. Jamás".
O'Brien todavía tiene una temporada en el contrato que firmó por cinco años en 2014. Es poco probable que el equipo le permita comenzar la campaña 2018 sin alcanzar una nueva extensión en el receso. Hace una semana, O'Brien dijo que su agente no ha charlado con el dueño Bob McNair sobre una extensión. El lunes reiteró que "no tiene control sobre eso".
"Eso depende de Bob [McNair]. Yo no tengo que ver con ello", continuó. "Yo no soy del tipo que se ilusiona. No soy así. Eso lo decide una persona".
Los Texans tienen marca de 1-6 desde que el novato Deshaun Watson se desgarró el ligamento cruzado en noviembre y la ofensiva ha sufrido. Después de tres temporadas consecutivas con marca de 9-7, Houston vivirá su primera campaña con registro por abajo del .500.
La semana pasada dijo "disfruto ser el entrenador en jefe de los Houston Texans".
"Tengo una gran relación con los jugadores y seguiré entrenando de forma intensa hasta que me digan que ya no sigo aquí".
Con O'Brien al frente, los Texans tienen registro de 31-31 en temporada regular y 1-2 en playoffs. Obtuvieron el título divisional en 2015 y 2016 antes de caer a 4-10 este año.